Este fin de semana, durante 24 horas, desde el sito laplazaonline se pudo disfrutar en forma gratuita de la obra del mexicano Juan Villoro, Filosofía de vida, con enormes actuaciones de tres monstruos del teatro: Alfredo Alcón, Rodolfo Bebán y Claudia Lapacó, junto a los jóvenes Marco Antonio Caponi y Alexia Moyano. Dirección de Javier Daulte.
La pieza se dio en el Metropolitan Sura y la filmación que se pudo ver es del año 2012.
En ese momento Alfredo Alcón tenía 82 años, Rodolfo Bebán 74 y Claudia Lapacó 71.
Los tres estaban por encima del límite que se ha puesto en la Ciudad de Buenos Aires para poder salir sin permiso en estos tiempos de pandemia mundial y el presente argentino.
Alfredo Alcón ya no está con nosotros, pero ha quedado su impronta. Esta actuación con El Profesor, un cascarrabias, un fanático de la filosofía, un hombre desechable y querible en la misma dimensión.
Su labor en esta obra, como en tantas otras -próximamente se lo podrá disfrutar con su actuación en El Rey Lear, de Shakespeare, que está en la lista de piezas que la plaza on line viene brindando los sábados desde las 20.30 con 24 horas posibles para verla- resulta extraordinaria, porque se disfruta de un actor de raza.
No le quedan atrás Rodolfo Bebán y Claudia Lapacó -ambos fueron pareja en la vida-, Rodolfo es el Pato Bermúdez, un hombre que dejó de ver a El Profesor, por un sinnúmero de cuestiones, y se dedicó a la vida política, los placeres, etcétera.
Claudia, como Clara, es la pareja de El Profesor, la que le banca todos sus desplantes pero disfruta de su filosofía, en el sentido más pragmático de la expresión: sabiduría.
Junto a ellos no desentonan los jóvenes, Marco Antonio, como Esteban y Alexia, en el papel de Pilar, ella, sobrina de El Profesor, recién regresada de un viaje a la India y él cumpliendo dos papeles, como chofer de El Profesor, con torpeza y brutalidad ensayada -como para El Profesor lo llame presocrático- y también como alumno precisamente del Pato Bermúdez, preparando una tesis justamente ante el Pato.
El Profesor recibe al Pato que viene a ofrecerle un lugar en la Academia de Filosofía. El Profesor no se anima a aceptarlo porque en el fondo viene de alguien a quien detesta, pero el Pato, que tiene también su filosofía de vida -muy diferente por cierto- aparece como un Casanovas, que amó a la hermana de El Profesor y madre del papel de Alexia y con su verba lo va convenciendo.
Todo esto sirve como introito en estos tiempos porque los tres protagonistas hoy hubieran tenido que pedir permiso para salir... porque en ese momento tenían más de 70.
Es cierto que hoy no hubieran podido representar la obra por la entendible suspensión de los espectáculos masivos, de todas maneras la reflexión pasa por saber si Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se hubiese permitido exigirle un permiso a ellos para salir de sus casas.
Recién hablaba el jefe de la ciudad por Radio Mitre y repetía algo que es un caballito de batallas: son los grupos de mayor riesgo, defendemos sus vidas y no queremos que sean presa del coronavirus con una posibilidad del peor y trágico final.
Lo que dice es razonable y justificable. De todas maneras cuando se llega a esta edad y se tiene la sabiduría como importante capacidad, resulta difícil creer que uno mismo se va a exponer a eso.
En todo caso, si decide salir es porque algún motivo razonable lo justifica: comprar en el super, ir a la farmacia, visita al médico, por qué no, darse la vacuna antigripal o contra la neumonía...
Larreta ofrece la posibilidad de los voluntarios que en gran número se han anotado para ayudar en trámites a los adultos mayores.
Ha habido una catarata de expresiones criticando la medida del jefe de la ciudad, y por supuesto, los notables, los famosos, tienen mayor repercusión.
Nacha Guevara, por ejemplo, lo tomó con ironía y armó una puesta en escena, invitando a Larreta a que le mande un voluntario (aparece apenas cubierta con una sábana, con un look a lo Marilyn Monroe en una de sus famosas películas).
A propósito en laplazaonline se anuncia en un sábado de mayo la presentación de la obra homenaje a Tita Merello, con Nacha.
Al igual que Nacha, Susana Gimenez, Moria Casán, Juan José Sebreli.... y siguen los nombres, se manifestaron en contra de la medida. La propia Graciela Fernández Meijide fue dura y dijo que iba a salir cuando le diera la gana.
Fernando Marín, productor artístico, ex presidente de Rácing, pidió compasión y reclamó que lo dejen vivir lo que le falta, y gozar de una gota de sabiduría.
En síntesis, el adulto mayor, que tiene todas sus facultades, sabe cuidarse solo, no necesita del gobierno y en todo caso agradece la preocupación.
Rodríguez Larreta contesta que defiende a los adultos mayores, que son los mayores candidatos a perder la vida ante el coronavirus.
Las dos posiciones son razonables. Al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
Pero bien vale quedarse con la filosofía de vida de El Profesor, un inmortal Alfredo Alcón que a los 82 años (año 2012) daba una clase magistral de actuación, con muy buenas compañías.
La pieza se dio en el Metropolitan Sura y la filmación que se pudo ver es del año 2012.
En ese momento Alfredo Alcón tenía 82 años, Rodolfo Bebán 74 y Claudia Lapacó 71.
Los tres estaban por encima del límite que se ha puesto en la Ciudad de Buenos Aires para poder salir sin permiso en estos tiempos de pandemia mundial y el presente argentino.
Alfredo Alcón ya no está con nosotros, pero ha quedado su impronta. Esta actuación con El Profesor, un cascarrabias, un fanático de la filosofía, un hombre desechable y querible en la misma dimensión.
Su labor en esta obra, como en tantas otras -próximamente se lo podrá disfrutar con su actuación en El Rey Lear, de Shakespeare, que está en la lista de piezas que la plaza on line viene brindando los sábados desde las 20.30 con 24 horas posibles para verla- resulta extraordinaria, porque se disfruta de un actor de raza.
No le quedan atrás Rodolfo Bebán y Claudia Lapacó -ambos fueron pareja en la vida-, Rodolfo es el Pato Bermúdez, un hombre que dejó de ver a El Profesor, por un sinnúmero de cuestiones, y se dedicó a la vida política, los placeres, etcétera.
Claudia, como Clara, es la pareja de El Profesor, la que le banca todos sus desplantes pero disfruta de su filosofía, en el sentido más pragmático de la expresión: sabiduría.
Junto a ellos no desentonan los jóvenes, Marco Antonio, como Esteban y Alexia, en el papel de Pilar, ella, sobrina de El Profesor, recién regresada de un viaje a la India y él cumpliendo dos papeles, como chofer de El Profesor, con torpeza y brutalidad ensayada -como para El Profesor lo llame presocrático- y también como alumno precisamente del Pato Bermúdez, preparando una tesis justamente ante el Pato.
El Profesor recibe al Pato que viene a ofrecerle un lugar en la Academia de Filosofía. El Profesor no se anima a aceptarlo porque en el fondo viene de alguien a quien detesta, pero el Pato, que tiene también su filosofía de vida -muy diferente por cierto- aparece como un Casanovas, que amó a la hermana de El Profesor y madre del papel de Alexia y con su verba lo va convenciendo.
Todo esto sirve como introito en estos tiempos porque los tres protagonistas hoy hubieran tenido que pedir permiso para salir... porque en ese momento tenían más de 70.
Es cierto que hoy no hubieran podido representar la obra por la entendible suspensión de los espectáculos masivos, de todas maneras la reflexión pasa por saber si Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se hubiese permitido exigirle un permiso a ellos para salir de sus casas.
Recién hablaba el jefe de la ciudad por Radio Mitre y repetía algo que es un caballito de batallas: son los grupos de mayor riesgo, defendemos sus vidas y no queremos que sean presa del coronavirus con una posibilidad del peor y trágico final.
Lo que dice es razonable y justificable. De todas maneras cuando se llega a esta edad y se tiene la sabiduría como importante capacidad, resulta difícil creer que uno mismo se va a exponer a eso.
En todo caso, si decide salir es porque algún motivo razonable lo justifica: comprar en el super, ir a la farmacia, visita al médico, por qué no, darse la vacuna antigripal o contra la neumonía...
Larreta ofrece la posibilidad de los voluntarios que en gran número se han anotado para ayudar en trámites a los adultos mayores.
Ha habido una catarata de expresiones criticando la medida del jefe de la ciudad, y por supuesto, los notables, los famosos, tienen mayor repercusión.
Nacha Guevara, por ejemplo, lo tomó con ironía y armó una puesta en escena, invitando a Larreta a que le mande un voluntario (aparece apenas cubierta con una sábana, con un look a lo Marilyn Monroe en una de sus famosas películas).
A propósito en laplazaonline se anuncia en un sábado de mayo la presentación de la obra homenaje a Tita Merello, con Nacha.
Al igual que Nacha, Susana Gimenez, Moria Casán, Juan José Sebreli.... y siguen los nombres, se manifestaron en contra de la medida. La propia Graciela Fernández Meijide fue dura y dijo que iba a salir cuando le diera la gana.
Fernando Marín, productor artístico, ex presidente de Rácing, pidió compasión y reclamó que lo dejen vivir lo que le falta, y gozar de una gota de sabiduría.
En síntesis, el adulto mayor, que tiene todas sus facultades, sabe cuidarse solo, no necesita del gobierno y en todo caso agradece la preocupación.
Rodríguez Larreta contesta que defiende a los adultos mayores, que son los mayores candidatos a perder la vida ante el coronavirus.
Las dos posiciones son razonables. Al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
Pero bien vale quedarse con la filosofía de vida de El Profesor, un inmortal Alfredo Alcón que a los 82 años (año 2012) daba una clase magistral de actuación, con muy buenas compañías.
Comentarios