BEATIFICACION DE LOS MARTIRES RIOJANOS

Hoy se cumple un año de la beatificación de los mártires riojanos, asesinados por la dictadura militar en 1976.
Se trata del obispo Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y el militante Wenceslao Pedernera.
Recordemos que monseñor Angelelli era obispo de La Rioja y estaba investigando el asesinato de dos sacerdotes, Murias y Longueville, y del militante Pedernera.
Monseñor Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976 en la zona de Punta de los Llanos, en La Rioja, cuando regresaba de Chamical, donde investigaba los asesinatos de los sacerdotes y del militante de la diócesis.
Angelelli manejaba su automóvil y se produjo un accidente, que con el tiempo se demostró que fue un atentado, y fueron condenados por ello, el comodoro Estrella y el general Menéndez.

MONSEÑOR BRAIDA

En una entrevista al diario El Independiente, el obispo de La Rioja, Dante Braida, resaltó la pastoral y el legado de los mártires riojanos, asesinados durante la dictadura militar.
"Lo primero que siento al recordar este día es dar las gracias por lo que vivimos y por la vida de cada uno de los cuatro mártires que abrazaron la fe, que permanecieron anclados en Dios y unidos a una iglesia que quería renovarse, ese camino los llevó a entregarse completamente a los demás, un espíritu que contagió a otros, ellos estaban comprometidos con el momento histórico que vivían".
Para la beatificación el lema fue "Pascua riojana, alegría del pueblo" y al respecto el prelado dijo que "todo el pueblo sabe que las muertes de los hoy beatos fueron para dar vida, ellos están en la santidad, en la alegría, en la felicidad. Hace poco encontramos como una especie libro de actas que habían depositado junto a la tumba de Angelelli al momento de su fallecimiento, donde la gente le pedía protección, confiada de que él está en el cielo, los mártires pasaron a la vida plena y desde allí interceden por nosotros".
Sobre el obispo Angelelli dijo que "su figura fue siempre significativa. Si bien no lo conocí personalmente él que me ayudó al discernimiento de la vocación, me motivó a esta entrega, luego, por las vueltas de la vida, me tocó preparar su beatificación".

LUZ DE MERCURIO Y ASFALTO ...

El actual obispo de La Rioja dice que no conoció a monseñor Angelelli, aunque supo de su martirio y de su vocación porque era la voz de los sin voz.
Quien esto escribe tuvo oportunidad de visitar La Rioja allá por 1974, cuando el gobernador era Carlos Menem. El obispo -lo conocían como el Pelado- era un gran defensor de los pobres, hablaba de la reforma agraria y representaba a los que menos tienen.
Con un cura amigo, de Bilbao, Pablo Laguna Llano, fuimos a su despacho y realizamos una entrevista, y nos dejó picando una frase, que se convirtió en una especie de bandera. Porque, cuando le dijimos que representábamos a un medio del Gran Buenos Aires, él entendió que teníamos el pecado del porteñismo, y con ironía nos dijo lo que fue el título de la nota: "Ustedes, los porteños, tienen luz de mercurio en los ojos y asfalto en el corazón". Toda una definición.
En la beatificación de Angelelli tuvo mucho que ver quien fue obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, quien anteriormente estuvo en la diócesis de Quilmes, como capellán de la catedral.
Colombo fue destinado primero a Nueva Orán, Salta, luego a La Rioja y actualmente es el arzobispo de Mendoza.

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