A CUATRO DECADAS DE LA MUERTE DE HITCHCOCK

Se recuerda hoy, cuatro décadas después, el fallecimiento del gran director de cine, Alfred Hitchcock.
Había nacido en Londres en 1899 y murió en Los Angeles.
Como director se caracterizó por su particular visión del suspenso, que llevó a convertirlo sin duda en uno de los grandes reyes de este género.
Hay películas emblemáticas como La ventana indiscreta, Vértigo, La sombra de una duda, El hombre que sabía demasiado, y fundamentalmente un clásico como Psicosis, que se transformó en uno de los íconos de la historia del cine mundial. Allí, con la actuación de Anthony Perkins y Janeth Leigh, quedó para siempre la famosa escena de la ducha.
Una escena que quedó marcada y que cambió al espectador. Dicen que los que la vieron por primera vez quedaron shockeados y durante buen tiempo el baño dejó de ser el lugar de relax y remanso, para convertirse en el temor cinematográfico de que apareciera alguien con un cuchillo y aplique la puñalada imprevista.
Otra película emblemática del gran director fue Los pájaros, con Rod Taylor y Tippy Hedren,
 aquellos pájaros negros -agapornis- que invaden el territorio, y que quedan para siempre como invasión. Si se quiere conocer cómo se filmó en tiempos sin computadoras, Internet o toda la tecnología que hay hoy, se dará verdadera dimensión de la grandeza de un director.
Un director que tenia una especial debilidad por las actrices rubias y que solía hacer cameos en muchas de sus películas (y aparecía unos segundos). Y tuvo actrices como Gene Kelly, Kim Novak, Tippy Hedren, Ingrid Bergman, Vera Miles, Janett Leigh...
Su programa de televisión, Hitchcock presente, tuvo una enorme popularidad para desarrollar en media hora todo un clima de suspenso e intriga.
Otra película que podría recordarse hoy más que nunca, con la pandemia del coronavirus, es La ventana indiscreta, con James Stewart  y Grace Kelly, el hombre que está en su casa con una pierna enyesada y que a través de la venta observa un crimen y que tiene que demostrar a los que no le creen que el crimen existió.
Otros filmes: Con la muerte en los talones, 39 escalones, Sabotaje, La soga, Para atrapar al balón, La sospecha, Cuéntame tu vida...

LA FAMOSA ESCENA
DE LA DUCHA

El filme más icónico de Hitchcock fue Psicosis, y entró en la historia del cine mundial como representativa e inolvidable la famosa escena de la ducha, cuando el personaje de Bates (Anthony Perkins) apuñala a Marion (Janeth Leigh).
El documental 78/52, de Alexander O. Philippe recuerda la filmación de la famosa escena, hace un homenaje al director y lleva ese título porque esa escena, que duró 3 minutos, tuvo 78 tomas y 52 cortes. La escena tuvo la inolvidable música de Bernard Herrmann y para dar mayor efecto al momento de la puñalada se utilizó el sonido con un cuchillo cortando un melón. La sangre y su efecto -la película fue en blanco y negro- se mostró utilizando sirope de chocolate.
El director Scorsese hizo un homenaje a Hitchcock en su película Toro salvaje, repitiendo paso a paso la escena en la pelea entre Jack La Motta y Sugar Ray Robinson, con la caída del personaje que interpretaba Robert De Niro al igual que Marion en la ducha.
Psicosis se estrenó en setiembre de 1960. Previamente el 16 de junio de ese año se dio en el De Mille Theatre y Peter Bogdanovich, en ese momento crítico, sostuvo que fue la primera vez en que sintió que no estaba a salvo dentro de una sala, a tal punto que cuando salió, era el mediodía, en Time Square, tras la película, sentía como si lo hubieran violado.
Eli Roth sostuvo que Hitchcock fue el primer que dijo: podés estar indefenso en una ducha y solo, y un tipo vestido con la ropa de su madre muerta puede entrar y apuñalarte.
El director Hitchcock dijo también, con humor, que imaginó la escena de la ducha para que la gente chillara, gritara pero nunca más que en una montaña rusa.
Esa escena marcó el comienzo del cine llamado slasher (una sucursal del terror) -slash significa cuchillo- y se dice que en esos tiempos sin computadoras, Internet y demás recursos de la tecnología actual, muchos se sugestionaron cada vez que llegaban al baño para ducharse.

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