Hoy se recuerda el Día del Holocausto y del Heroísmo, en honor a las víctimas del nazismo y a quienes sobrevivieron a la muerte en los campos de concentración.
Murieron 6 millones de judíos en guettos y campos de concentración y exterminio, algunos en las cámaras de gas, otros por la desnutrición y el trabajo forzado.
Hoy es el día 27 del Nisan, el primer mes del calendario hebreo, que empieza a partir de la liberación de los hebreos de la esclavitud de los egipcios. Según el calendario gregoriano este año se conmemora el 21 de abril.
Este año, como es lógico, no habrá celebraciones por la pandemia por el coronavirus.
Vale acompañar este recuerdo con el viaje que tuve oportunidad de realizar a mediados de 2017 a Alemania, y pude visitar en Berlín el museo del Holocausto, una muestra sangrienta y escalofriante del horror de los años de la guerra y el maltrato a los judíos, hacinados en los campos de concentración. He aquí la crónica escrita en aquel momento.
"Si algo sacude al visitante en Berlín y lo conmueve hasta lo más profundo es la visita al Museo del Holocausto. El monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa está en el centro d ela ciudad y es el más importante del país.
La visita mueve y conmueve, ya sean los 2711 cubos de hormigón ubicados en superficie, con angostos pasillos como el subsuelo donde se vive con intensidad aquellos años de la segunda guerra mundial en que los nazis persiguieron, torturaron, masacraron y exterminaron a millones de judíos.
La historia dice que a finesd e 1980 nació la iniciativa del monumento, alimentada por la periodista Lea Rosh y el historiador Eberhard Jackel.
El 25 de junio de 1999, el Parlamento alemán aprobó la propuesta en base al proyecto de Peter Eisenman, creándose una fundación federal para su mantenimiento.
La construcción empezó el 1 de abril de 2003 y se inauguró al público el 12 de mayo de 2005.
El monumento consta de un campo de estelas de 19 mil metros cuadrados con 2711 cubos de hormigón y un centro de información.
El diseño de la exposición sobre persecución y exterminio de los judíos de Europa, y también los lugares históricos del crimen fueron idea de Dagmar von Wilcken.
El lugar recibe alrededor de medio millón de visitantes por año, lógicamente hoy paradas esas visitas por la pandemia.
Después de la modificación de la ley del 3 de julio de 2009, la fundación del Monumento en Memoria de los Judíos Asesinados de Europa se encargó igualmente del Monumento por los Homosexuales Perseguidos y del Monumento para los Sinti y Roma asesinados en Europa.
Fueron más de 5,8 millones los judíos exterminados: entre judíos polacos, rumanos, búlgaros, franceses, alemanes (160 mil), belgas...
En el subsuelo se puede conocer la historia de distintas familias judías de toda Europa, que sufrieron este exterminio.
Se habla de ghettos, los trenes de la muerte, los campos de concentración... Y entre las familia, cuyos nombres anotamos se puede citar a los Hoffman, Dreyfuss, cuyas historias como tantas otras son conmovedoras. En el Museo, en la sala de las familias, son quince las familias con sus biografías. Fotos y documentos reflejan la variedad del judaísmo europeo antes del holocausto e informan sobre el exterminio, la expulsión y el asesinato de estas personas.
Y en la sala de los nombres se pueden oír nombres y breves biografías de judíos asesinados y desaparecidos de toda Europa. La lectura de estas biografías de todas las víctimas duraría así unos seis años, siete meses y 27 días.
Se trata de una sala que se va ampliando con la ayuda financiera de la Asociación de apoyo al Monumento de los Judíos Asesinados en Europa, asociación registrada.
EL RECORRIDO
El ingreso al Museo del Holocausto comienza con una información general sobre la política del terror nacionalsocialista desde 1933 a 1945. A través de textos e imágenes se presenta la persecución y asesinato de judíos europeos. Seis retratos en formato grande representan a los casi seis millones de víctimas.
La primera sala temática ofrece artículos de periódicos, cartas y las últimas notas que tuvieron lugar durante la persecución. Este área personal se complementa con una cinta alrededor, que menciona el número de víctimas afectadas en las fronteras europeas durante el año 1937.
En la sala de los lugares se muestra el holocausto extendido geográficamente por toda Europa. El tema central pasa por ubicar los crímenes en Europa central y oriental.
Material histórico audiovisual y fotográfico muestra 220 lugares de persecución y exterminio.
Si se quiere tener más información hay que acceder al sitio www.memorialmuseums.org.
PLAN EXTERMINADOR
El Holocausto fue un programa planificado de exterminio ideado por Adolf Hitler y otros jerarcas nazis que apelaron al asesinato industrializado y sistematizado de ciertos grupos sociales.
No solo sufrieron las consecuencias los judíos sino que también fueron perseguidos los gitanos, los homosexuales y los discapacitados.
El plan lo ejecutó Hitler pero previamente fue creado y diseñado por el comandante en jefe de las SS (organización militar, policial y de seguridad de la Alemania nazi) Heinrich Himmler, quien luego sería ministro del Interior y estableció una forma metódica de eliminación de grupos sociales, que según su entender impedían crear la famosa raza aria para dar solidez, poder y superioridad a la nación germana.
Toda una locura que el Museo recuerda y pone en evidencia para que nunca más se repita.
Aunque parezca mentira, hay quienes ponen en duda la existencia del Holocausto. La visita al Mueo, los testimonios, las imágenes del horror son prueba elocuente de esta barbarie, que humilló a la raza humana.
Dejar el Museo y caminar por las calles de Berlín, entre bicicletas, autos de alta gama, industrias, buese, y todas las imágenes del primer mundo significa salir del infierno para abrazar la inefable sensación de estar vivos.
Hoy más que nunca ante la pandemia del coronavirus, que a muchos incomoda y trastorna, recordar el Holocausto y toda su cuota de horror sirve para repetir la emoción de estar vivos y soñar con que una vez que pase podremos disfrutar del maravilloso bien de la libertad.
PD: Puntualmente hoy lo que se memora es el levantamiento del gh|etto de Varsovia.
Murieron 6 millones de judíos en guettos y campos de concentración y exterminio, algunos en las cámaras de gas, otros por la desnutrición y el trabajo forzado.
Hoy es el día 27 del Nisan, el primer mes del calendario hebreo, que empieza a partir de la liberación de los hebreos de la esclavitud de los egipcios. Según el calendario gregoriano este año se conmemora el 21 de abril.
Este año, como es lógico, no habrá celebraciones por la pandemia por el coronavirus.
Vale acompañar este recuerdo con el viaje que tuve oportunidad de realizar a mediados de 2017 a Alemania, y pude visitar en Berlín el museo del Holocausto, una muestra sangrienta y escalofriante del horror de los años de la guerra y el maltrato a los judíos, hacinados en los campos de concentración. He aquí la crónica escrita en aquel momento.
"Si algo sacude al visitante en Berlín y lo conmueve hasta lo más profundo es la visita al Museo del Holocausto. El monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa está en el centro d ela ciudad y es el más importante del país.
La visita mueve y conmueve, ya sean los 2711 cubos de hormigón ubicados en superficie, con angostos pasillos como el subsuelo donde se vive con intensidad aquellos años de la segunda guerra mundial en que los nazis persiguieron, torturaron, masacraron y exterminaron a millones de judíos.
La historia dice que a finesd e 1980 nació la iniciativa del monumento, alimentada por la periodista Lea Rosh y el historiador Eberhard Jackel.
El 25 de junio de 1999, el Parlamento alemán aprobó la propuesta en base al proyecto de Peter Eisenman, creándose una fundación federal para su mantenimiento.
La construcción empezó el 1 de abril de 2003 y se inauguró al público el 12 de mayo de 2005.
El monumento consta de un campo de estelas de 19 mil metros cuadrados con 2711 cubos de hormigón y un centro de información.
El diseño de la exposición sobre persecución y exterminio de los judíos de Europa, y también los lugares históricos del crimen fueron idea de Dagmar von Wilcken.
El lugar recibe alrededor de medio millón de visitantes por año, lógicamente hoy paradas esas visitas por la pandemia.
Después de la modificación de la ley del 3 de julio de 2009, la fundación del Monumento en Memoria de los Judíos Asesinados de Europa se encargó igualmente del Monumento por los Homosexuales Perseguidos y del Monumento para los Sinti y Roma asesinados en Europa.
Fueron más de 5,8 millones los judíos exterminados: entre judíos polacos, rumanos, búlgaros, franceses, alemanes (160 mil), belgas...
En el subsuelo se puede conocer la historia de distintas familias judías de toda Europa, que sufrieron este exterminio.
Se habla de ghettos, los trenes de la muerte, los campos de concentración... Y entre las familia, cuyos nombres anotamos se puede citar a los Hoffman, Dreyfuss, cuyas historias como tantas otras son conmovedoras. En el Museo, en la sala de las familias, son quince las familias con sus biografías. Fotos y documentos reflejan la variedad del judaísmo europeo antes del holocausto e informan sobre el exterminio, la expulsión y el asesinato de estas personas.
Y en la sala de los nombres se pueden oír nombres y breves biografías de judíos asesinados y desaparecidos de toda Europa. La lectura de estas biografías de todas las víctimas duraría así unos seis años, siete meses y 27 días.
Se trata de una sala que se va ampliando con la ayuda financiera de la Asociación de apoyo al Monumento de los Judíos Asesinados en Europa, asociación registrada.
EL RECORRIDO
El ingreso al Museo del Holocausto comienza con una información general sobre la política del terror nacionalsocialista desde 1933 a 1945. A través de textos e imágenes se presenta la persecución y asesinato de judíos europeos. Seis retratos en formato grande representan a los casi seis millones de víctimas.
La primera sala temática ofrece artículos de periódicos, cartas y las últimas notas que tuvieron lugar durante la persecución. Este área personal se complementa con una cinta alrededor, que menciona el número de víctimas afectadas en las fronteras europeas durante el año 1937.
En la sala de los lugares se muestra el holocausto extendido geográficamente por toda Europa. El tema central pasa por ubicar los crímenes en Europa central y oriental.
Material histórico audiovisual y fotográfico muestra 220 lugares de persecución y exterminio.
Si se quiere tener más información hay que acceder al sitio www.memorialmuseums.org.
PLAN EXTERMINADOR
El Holocausto fue un programa planificado de exterminio ideado por Adolf Hitler y otros jerarcas nazis que apelaron al asesinato industrializado y sistematizado de ciertos grupos sociales.
No solo sufrieron las consecuencias los judíos sino que también fueron perseguidos los gitanos, los homosexuales y los discapacitados.
El plan lo ejecutó Hitler pero previamente fue creado y diseñado por el comandante en jefe de las SS (organización militar, policial y de seguridad de la Alemania nazi) Heinrich Himmler, quien luego sería ministro del Interior y estableció una forma metódica de eliminación de grupos sociales, que según su entender impedían crear la famosa raza aria para dar solidez, poder y superioridad a la nación germana.
Toda una locura que el Museo recuerda y pone en evidencia para que nunca más se repita.
Aunque parezca mentira, hay quienes ponen en duda la existencia del Holocausto. La visita al Mueo, los testimonios, las imágenes del horror son prueba elocuente de esta barbarie, que humilló a la raza humana.
Dejar el Museo y caminar por las calles de Berlín, entre bicicletas, autos de alta gama, industrias, buese, y todas las imágenes del primer mundo significa salir del infierno para abrazar la inefable sensación de estar vivos.
Hoy más que nunca ante la pandemia del coronavirus, que a muchos incomoda y trastorna, recordar el Holocausto y toda su cuota de horror sirve para repetir la emoción de estar vivos y soñar con que una vez que pase podremos disfrutar del maravilloso bien de la libertad.
PD: Puntualmente hoy lo que se memora es el levantamiento del gh|etto de Varsovia.
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