El artista quilmeño Hugo Ponce difundió por las redes un fragmento de su obra Un tango para Bach, con la gran colaboración de Ana Ruhl y la dirección de Alejandro Casagrande.
Hugo adelantó que en el mes de abril se volverá a dar esta muestra, desde su domicilio de Barrio Naval, en Quilmes, a beneficio de los comedores en el tiempos de pandemia, coronavirus y pobreza.
Un tango para Bach se emitió por las redes en ocasión del homenaje a Johann Sebastian Bach, al cumplirse un nuevo aniversario de su natalicio (según el calendario gregoriano, según el juliano fue el 21 de marzo).
La obra habla de una visión onírica que lleva al gran músico de Liepzig a un conventillo de la Boca en la fecha del 24 de junio de 1935, el día en que moría Carlos Gardel en Medellín, Colombia.
Allí se mezcla el lunfardo, el tango, el Abasto y una musa que lleva al músico a ese lugar tan especial del ambiente porteño.
Junto a Bach aparecen Arlequino y Colombina, dos títeres que compaten con Johann ese viaje tan especial, que se nutre de la música del país de Bach y del tango de la tierra del Morocho del Abasto.
Una enorme obra unipersonal, que Hugo Ponce presenta con una gran jerarquía artística, y que en estos tiempos de coronavirus, pandemia y aislamiento constituye una caricia para el alma.
Y vale acotar que sigue todas las noches deleitándonos desde el balcón de su casa con distintos temas, con lírica, ópera, María Elena Walsh, tango, clásicos... un festival que todas las noches recibe el aplauso de vecinos y seguidores en las redes. Grande Hugo!
Hugo adelantó que en el mes de abril se volverá a dar esta muestra, desde su domicilio de Barrio Naval, en Quilmes, a beneficio de los comedores en el tiempos de pandemia, coronavirus y pobreza.
Un tango para Bach se emitió por las redes en ocasión del homenaje a Johann Sebastian Bach, al cumplirse un nuevo aniversario de su natalicio (según el calendario gregoriano, según el juliano fue el 21 de marzo).
La obra habla de una visión onírica que lleva al gran músico de Liepzig a un conventillo de la Boca en la fecha del 24 de junio de 1935, el día en que moría Carlos Gardel en Medellín, Colombia.
Allí se mezcla el lunfardo, el tango, el Abasto y una musa que lleva al músico a ese lugar tan especial del ambiente porteño.
Junto a Bach aparecen Arlequino y Colombina, dos títeres que compaten con Johann ese viaje tan especial, que se nutre de la música del país de Bach y del tango de la tierra del Morocho del Abasto.
Una enorme obra unipersonal, que Hugo Ponce presenta con una gran jerarquía artística, y que en estos tiempos de coronavirus, pandemia y aislamiento constituye una caricia para el alma.
Y vale acotar que sigue todas las noches deleitándonos desde el balcón de su casa con distintos temas, con lírica, ópera, María Elena Walsh, tango, clásicos... un festival que todas las noches recibe el aplauso de vecinos y seguidores en las redes. Grande Hugo!
Comentarios