El doctor Jorge Enrique Caruso, uno de los directores del Hospital Fiorito de Avellaneda, publicó en las redes el trabajo y la abnegación con que el equipo médico se prepara para afrontar al coronavirus. Y destaca a la jefa de guardia, la doctora Miriam Cobos Arte y su equipo.
"Se acerca algo desconocido, destructor, tal vez mortal. Estamos a la espera, muchos en sus casas, guardando la obligatoria cuarentena.
Otros desconociendo las reglas mínimas de solidaridad se van de vacaciones a exhibir su detestable "Meimportauncarajoelotro".
En un hospital del conurbano, alejado de la tecnología y los presupuestos acordes a la gravedad del momento, un grupo de abnegadas personas encabezadas por la jefa de guardia, la doctora Myriam Cobos, trabaja contrarreloj utilizando imaginación, garra, entrega y pasión para poder armar casi desde la nada un lugar más, para enfrentar el aluvión.
Me conmueve la vocación, el sentido de pertenencia y la solidaridad de esta mujer, junto a sus jóvenes residentes de emergentología. Por eso quiero publicarlo: para que todos veamos cómo, en momentos de crisis, no todos actúan de la misma forma.
Esto debe romper cualquier tipo de vanidad, grieta o egoísmo.
Es un ejemplo superador.
Va aquí mi respeto y admiración.
Ojalá se contagie mucho más que el virus y mañana cuando haya terminado la pandemia, nos sirva como guía para edificar una historia diferente, una historia mejor.
Hay personas que pueden marcar el inicio: la doctora Cobos es una de ellas".
"Se acerca algo desconocido, destructor, tal vez mortal. Estamos a la espera, muchos en sus casas, guardando la obligatoria cuarentena.
Otros desconociendo las reglas mínimas de solidaridad se van de vacaciones a exhibir su detestable "Meimportauncarajoelotro".
En un hospital del conurbano, alejado de la tecnología y los presupuestos acordes a la gravedad del momento, un grupo de abnegadas personas encabezadas por la jefa de guardia, la doctora Myriam Cobos, trabaja contrarreloj utilizando imaginación, garra, entrega y pasión para poder armar casi desde la nada un lugar más, para enfrentar el aluvión.
Me conmueve la vocación, el sentido de pertenencia y la solidaridad de esta mujer, junto a sus jóvenes residentes de emergentología. Por eso quiero publicarlo: para que todos veamos cómo, en momentos de crisis, no todos actúan de la misma forma.
Esto debe romper cualquier tipo de vanidad, grieta o egoísmo.
Es un ejemplo superador.
Va aquí mi respeto y admiración.
Ojalá se contagie mucho más que el virus y mañana cuando haya terminado la pandemia, nos sirva como guía para edificar una historia diferente, una historia mejor.
Hay personas que pueden marcar el inicio: la doctora Cobos es una de ellas".
Comentarios