El resultado de Rácing 1, Independiente 0 puso nuevamente sobre el tapete el tema del periodismo deportivo y sus comentarios frente a los hechos.
Antes del partido, el Diablo era el favorito... porque venía de golear en forma contundente a Central.
Y Rácing estaba en decadencia por sus últimos resultados.
Sin embargo, después del partido, muchos se dieron vuelta y se olvidaron de lo que habían dicho antes.
Ahora se habla del papelón de Independiente, de los problemas que afectan al club Rojo, de los Moyano - políticamente aparece hoy Pablo vanagloriando al presidente Maduro, del mundo bolivariano chavista- etcétera.
Debe entenderse que este clásico de Avellaneda tuvo sabor a película de suspenso, con una puesta en escena digna del mayor suspenso.
Rácing dominaba y era muy superior a su rival. Incluso había generado dos situaciones claras de gol, y de pronto un pase atrás de un jugador albiceleste generó la situación que terminó con la expulsión del arquero Arias.
Con 10, Rácing no cambió y en realidad faltaba muy poco para el final de la primera etapa.
Se llegó a la segunda y a poco de iniciada, vino la expulsión de Sigali.
11 contra 9 imaginaban que el Diablo se transformaría en el protagonista, aprovechando esa ventaja en el campo de juego.
Dominó el Rojo, tuvo situaciones pero chocó con un Javier García, convertido en el gran salvador de su valla.
Y en ese momento, con Independiente impotente y Rácing agrandado, llegó el gol de Marcelo Díaz, con tres hombres en el área Roja, e incluso dejando de lado la eventual mano de Cvitanik en la jugada, que tanto marcó el comentarista Diego Latorre en televisión.
Marcelo Díaz, el chileno, pasó a ser el héroe del Cilindro, y el público racinguista vivió el final de la película con el papel protagónico.
Este tipo de partidos se da muy de vez en cuando. Tuvo todos los condimentos de un filme: con suspenso, emoción, alegría por el lado local, desazón en el visitante...
Pero no es más ni menos que un partido de fútbol, que fue más que nunca Dinámica de lo Impensado.
El fútbol sigue y habrá que ver si Rácing repite en Santa Fe o si Independiente se desquita el jueves cuando juegue por la Copa Sudamericana o el lunes cuando reciba a Arsenal.
Sería importante que el periodismo deportivo analice las situaciones con fundamentos y no se deje llevar por un instante, olvidándose de lo que dijo anteriormente.
Equilibrio es lo que se pide...
Antes del partido, el Diablo era el favorito... porque venía de golear en forma contundente a Central.
Y Rácing estaba en decadencia por sus últimos resultados.
Sin embargo, después del partido, muchos se dieron vuelta y se olvidaron de lo que habían dicho antes.
Ahora se habla del papelón de Independiente, de los problemas que afectan al club Rojo, de los Moyano - políticamente aparece hoy Pablo vanagloriando al presidente Maduro, del mundo bolivariano chavista- etcétera.
Debe entenderse que este clásico de Avellaneda tuvo sabor a película de suspenso, con una puesta en escena digna del mayor suspenso.
Rácing dominaba y era muy superior a su rival. Incluso había generado dos situaciones claras de gol, y de pronto un pase atrás de un jugador albiceleste generó la situación que terminó con la expulsión del arquero Arias.
Con 10, Rácing no cambió y en realidad faltaba muy poco para el final de la primera etapa.
Se llegó a la segunda y a poco de iniciada, vino la expulsión de Sigali.
11 contra 9 imaginaban que el Diablo se transformaría en el protagonista, aprovechando esa ventaja en el campo de juego.
Dominó el Rojo, tuvo situaciones pero chocó con un Javier García, convertido en el gran salvador de su valla.
Y en ese momento, con Independiente impotente y Rácing agrandado, llegó el gol de Marcelo Díaz, con tres hombres en el área Roja, e incluso dejando de lado la eventual mano de Cvitanik en la jugada, que tanto marcó el comentarista Diego Latorre en televisión.
Marcelo Díaz, el chileno, pasó a ser el héroe del Cilindro, y el público racinguista vivió el final de la película con el papel protagónico.
Este tipo de partidos se da muy de vez en cuando. Tuvo todos los condimentos de un filme: con suspenso, emoción, alegría por el lado local, desazón en el visitante...
Pero no es más ni menos que un partido de fútbol, que fue más que nunca Dinámica de lo Impensado.
El fútbol sigue y habrá que ver si Rácing repite en Santa Fe o si Independiente se desquita el jueves cuando juegue por la Copa Sudamericana o el lunes cuando reciba a Arsenal.
Sería importante que el periodismo deportivo analice las situaciones con fundamentos y no se deje llevar por un instante, olvidándose de lo que dijo anteriormente.
Equilibrio es lo que se pide...
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