ONCE DE ENERO: A 27 AÑOS DE LA IDA DE HUGO GARCIA

Este once de enero se cumplen 27 años de la trágica muerte de Hugo Manuel García, recordado técnico del Quilmes AC, que el 1 de junio de 1991 había logrado el sueño del hincha -porque Hugo era fana Cervecero- de salir campeón con el equipo de su corazón y ascenderlo a la primera división.
Era Hugo, el Chueco, el Gallego, un tipo cascarrabias y entrañable.
Dirigió a Quilmes en tres oportunidades, la mejor por supuesto la temporada 90/91 que culminó con el ascenso aquel sábado de junio del 91, en el viejo estadio Cervecero, el de Guido y Sarmiento. Hugo vivía ahí nomás, en Sarmiento 1122 y desde su casa iba caminando al entrenamiento.
Ese 1 de junio fue llevado en andas en la sede de Guido, en un sábado lluvioso.
Junto a Hugo festejaba su cuñado, el también inolvidable Juan Carlos Kerle, ayudante de campo y técnico de la reserva, que se consagró campeona.
Hugo era hincha de Quilmes en serio y ocupar el banco de su club era un sueño hecho realidad. Y si a eso se sumaba el título, el círculo era altamente virtuoso.
Quilmes venía de perder ascensos ante Huracán y Lanús, primero con el técnico Hugo Tocalli, después con el propio Hugo.

EN SANTA FE

En aquel trágico verano del 93, Hugo era técnico de Colón de Santa Fe y aquel 11 de enero iba en el Renault 21 0 Km. junto al profesor Daguerre rumbó a la capital provincial para iniciar la pretemporada con el Sabalero. Ese coche se lo había dado el club santafesino como parte de pago de una deuda.
El accidente ocurrió en las cercanías de San Pedro. Daguerre salvó su vida, Hugo no.
Estuvo muy poco tiempo en Colón, pero ya sentía el cariño del hincha Sabalero.
Vale mencionar que Hugo ascendió a Quilmes pero fue echado rápidamente en primera división, después de la quinta fecha, con un equipo muy juvenil que pagaba el derecho de piso. Lo dejaron solo y en La Paternal, tras perder con el Bicho, presentó la renuncia porque sentía que los dirigentes quilmeños no lo respaldaban.
En Colón había ganado el clásico ante Unión, que era dirigido por otro conocido de los quilmeños: Humberto Zuccarelli.
Colón no ganaba un clásico desde hacía doce años y esa vez lo logró 2 a 1 con goles de Cincunegui y Marini, Magnín para el Tatengue.

EL ACCIDENTE

El periodista santafesino Darío Pignata recuerda que estaba de vacaciones en ese verano del 93 y lo llamaron para que fuera a San Pedro donde había ocurrido el accidente. "Fue uno de mis trabajos más tristes en el diario (El Litoral). Tenía una relación muy especial con Hugo. Cuando llegamos al Hospital, el profe Daguerre había salvado su vida de milagro. El nos dijo: cierro los ojos y lo veo tirado sangrando. Fue uno de los golpes más duros en la vida sabalera. Siempre lo es una muerte, pero la de Hugo mucho más. Su poco tiempo en Colón fue intenso".

EL CERVECERO

Cuando se trata de recordar a Hugo en el corazón de los Cerveceros, se lo pinta charlando de fútbol en algún boliche o jugando al billar, donde decía que era el mejor.
El Chueco García, El Gallego o el Fastidioso, así se lo conocía.
En el bar Amancay se sentaba a contar cómo iba a jugar su querido Quilmes en ese histórico torneo del 91, con un equipo de chicos que se habían formado en la cantera Cervecera.
Y el título fue el máximo festejo, después de aquel gol de tiro libre de Mario Tortuga Gomez ante el arquero Golinowsky.
27 años han pasado. Su nombre sigue brillando en el cielo cervecero. La Escuela de Técnicos lleva su nombre, escuela que fue fundada por Juan Carlos Kerle y Walter Barraza.
Hoy Sebastián, hijo de Kerle y sobrino de Hugo, lleva difundiendo el fútbol Cervecero desde hace muchísimos años, tal vez como el mejor homenaje al Gallego, el Chueco, el Fastidioso, el inolvidable Hugo Manuel García.

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