En estos días en el teatro Municipal de Quilmes se vienen desarrollando las muestras de fin de año de los distintos talleres barriales.
Ayer fue el momento de la comedia musical, que conducen Juan Pablo Ragonese, Nicolás Marini, Nicolás Repetto y Sergio Cirigliano.
Un impresionante equipo de bailarines -chicos, chicas y adultos- dieron una muestra acaba del enorme trabajo que se realizó a lo largo del año y que derivó en esta muestra extraordinaria.
Cecilia París, directora de los talleres barriales, destacó la labor realizada por los profesores y los alumnos.
Precisamente el gran acierto de este año fue haber comenzado la tarea apuntando a la muestra de fin de año, lo que hizo que se llegara a un ensamble perfecto, que se pudo apreciar en el escenario, con los aplausos de la multitud que colmó el Municipal.
Hubo un cuadro de La novicia rebelde (el histórico Do, Re, Mi), también fragmentos de Hairspray (El No es No) y de A chorus line, la gran comedia musical de todos los tiempos.
Bailes, canto, actuación, todo pudo disfrutarse con un escenario que se colmó de talento y de ganas.
Fundamentalmente el mensaje estuvo dirigido a fatigar sueños para llegar a concretarlos, el crecimiento de los chicos también en búsqueda de los sueños, a veces chocando con el mandato paterno o de la sociedad.
El sí se puede estuvo presente, dando a entender que en comedia musical los talleres barriales, que con estos profesores llevan varios años de vigencia, están en lo más alto y merecen seguir desarrollándose el año próximo, como todos los años, más allá del cambio de gobierno municipal.
A los talleres barriales en general y a la comedia musical en particular, vale sacarse el sombrero y aplaudir de pie la síntesis de un año más que exitoso.
Ayer fue el momento de la comedia musical, que conducen Juan Pablo Ragonese, Nicolás Marini, Nicolás Repetto y Sergio Cirigliano.
Un impresionante equipo de bailarines -chicos, chicas y adultos- dieron una muestra acaba del enorme trabajo que se realizó a lo largo del año y que derivó en esta muestra extraordinaria.
Cecilia París, directora de los talleres barriales, destacó la labor realizada por los profesores y los alumnos.
Precisamente el gran acierto de este año fue haber comenzado la tarea apuntando a la muestra de fin de año, lo que hizo que se llegara a un ensamble perfecto, que se pudo apreciar en el escenario, con los aplausos de la multitud que colmó el Municipal.
Hubo un cuadro de La novicia rebelde (el histórico Do, Re, Mi), también fragmentos de Hairspray (El No es No) y de A chorus line, la gran comedia musical de todos los tiempos.
Bailes, canto, actuación, todo pudo disfrutarse con un escenario que se colmó de talento y de ganas.
Fundamentalmente el mensaje estuvo dirigido a fatigar sueños para llegar a concretarlos, el crecimiento de los chicos también en búsqueda de los sueños, a veces chocando con el mandato paterno o de la sociedad.
El sí se puede estuvo presente, dando a entender que en comedia musical los talleres barriales, que con estos profesores llevan varios años de vigencia, están en lo más alto y merecen seguir desarrollándose el año próximo, como todos los años, más allá del cambio de gobierno municipal.
A los talleres barriales en general y a la comedia musical en particular, vale sacarse el sombrero y aplaudir de pie la síntesis de un año más que exitoso.
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