LA MUERTE DE MONSEÑOR MIGUEL HESAYNE

El obispo de Quilmes, Carlos José Tissera y el obispo auxiliar, Marcelo Julián (Maxi) Margni han compartido el fallecimiento de monseñor Miguel Esteban Hesayne, obispo emérito de Viedma.
El padre obispo Hesayne nació en Azul el 26 de diciembre de 1922 y fue ordenado sacerdote el 12 de diciembre de 1948 en el seminario San José de La Plata por monseñor Tomás Solari, arzobispo de La Plata.
Fue elegido obispo de Viedma el 5 de abril de 1975 por el papa Pablo VI, ordenado obispo el 4 de junio de 1975 en la catedral de Azul por monseñor Manuel Marengo, obispo de Azul (los obispos coconsagrantes fueron Eduardo Francisco Pironio, obispo de Mar del Plata y el salesiano Miguel Angel Alemán, obispo de Río Gallegoss.
Tomó posesión e inició su ministerio pastoral como tercer obispo de Viedma el 8 de julio de 1975.
Renunció por edad el 28 de junio de 1995. Su lema episcopal fue Para servir y dar la vida.
El padre Armando Dessy, canciller de la diócesis de Quilmes, recordó que monseñor Miguel Hesayne decía sobre el primer obispo de Quilmes, Jorge Novak, buen pastor y profeta. Profesta es el que habla en nombre de Dios. Profeta es el que contesta y proclama la Palabra. Profeta es el que protege y consuela a su pueblo (Del libro del padre Liberti: Jorge Novak, testigo y sembrador de esperanza).
El padre Armando sugiere que lo que Hesayne dijo de Novak, lo podemos aplicar nosotros a él, a lo que fue su vida y ministerio de pastor.
Los obispos de Quilmes han dado gracias a Dios por la vida de pastor del obispo Hesayne e invitan a rezar por su eterno descanso.

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