El quilmeño Jorge Bravo, director del Cuerpo de Taquígrafos del Senado de la Nación, se encuentra en el programa de Radio Mitre, Ni se te ocurra contarlo, que conduce Marcela Labarca.
En la oportunidad dio una detallada información sobre el Cuerpo de Taquígrafos parlamenarios y la taquigrafía, como una herramienta para ser ojos y oídos de las sesiones del Parlamento.
Hizo historia, contando cómo surgió la taquigrafía hace milenios con los discursos del emperador Cicerón.
Y fue relatando que ese puntapié de partida fue el paso inicial para desarrollar la historia de la taquígrafía, el arte de escribir a la velocidad del que habla.
Refirió que están los taquígrafos tradicionales, que escriben con lápiz o birome, con rasgos y también los que lo hacen a máquina, la estenotipia.
Dos sistemas totalmente diferentes, pero que hacen al desarrollo de la función lo mejor posible.
Relató que el taquígrafo es un escribano porque da fe de lo que ocurre en el recinto, con las versiones taquígráficas que cuentan con total fidelidad las sesiones del plenario.
En estos días precisamente en que hubo dos extensas e intensas sesiones en Diputados y el Senado el trabajo de los taquígrafos fue enorme, porque han sido muchísimas horas de tomar versión de los discursos de diputados y senadores.
Y contó que también hay que registrar hechos puntuales como puede ser interrupciones, cambios de presidentes, situaciones especiales -se mencionó concretamente aquella sesión en que se despidió el presidente de la Cámara, el diputado Monzó, con la emoción a flor de pie después de las generosas palabras de despedida de la diputada Graciela Camaño- como para que el lector tenga una idea acabada de lo que ha sucedido en el recinto.
"La taquigrafía se escribe siempre fonéticamente" resaltó Jorge Bravo, aclarando que los rasgos no distinguen letras que se pronuncian igual, aunque sean diferentes consonantes por ejemplo, por eso la ese o la zeta o la equis, se escriben igual.
La conductora fue hurgando en la charla los distintos escollos que puede encontrar el taquígrafo en su función, con nombres, frases en otros idiomas, etcétera. Y Jorge destacó que hoy la tecnología ayuda muchísimo, porque se puede recurrir al auxilio de google.
LOS TURNOS
"El taquígrafo tiene que pasar totalmente desapercibido. El legislador no tiene que darse cuenta de los cambios" señaló Jorge.
Para referir el tema turnos, que son las parejas o en algunos casos individuales que van tomando la sesión durante cinco minutos o diez, explicando que cada cinco o diez minutos cambian las parejas.
Y detalló que hay oradores que pueden hablar a 150 ó más palabras por minutos.
"La sesión puede durar tres horas o veinte. Los taquígrafos acompañan la sesión desde el comienzo al final" agregó Jorge Bravo.
INTERSTENO
Jorge habló de la Asociación de Taquígrafos Parlamentarios y también a nivel internacional de Intersteno, una entidad a nivel internacional, que en este momento cuenta con un cordobés como representante del país.
Como ejercico final, Marcela Labarca decidió comuniar un texto y Jorge puso al taquígrafo en marcha, apelando al recurso de la versión, con el sistema de rasgos. Y sorprendió a la conductora al traducir "al tiro" como dicen los chilenos todo lo que había dicho.
Y luego Jorge le señaló que fueron taquígrafos el autor del Martín Fierro, José Hernández, el escritor Fedor Dostoiesvsky, el poeta uruguayo Mario Benedetti, entre otros.
Habló asimismo del programa que conduce en la Radio de la Biblioteca del Congreso -Palabras Dibujados- y contó el sistema del histórico taquígrafo Palant, con los frutos que el propio creador de un sistema especial dejó para la posteridad.
En síntesis, vale la pena destacar este reportaje de Marcela Labarca con este quilmeño que desde hace años conduce a los taquígrafos del Senado, y que pudo dar una idea bastante acabada de esta profesión que generalmente está detrás de las cámaras, o en el caso del Parlamento, en las bambalinas de Diputados y Senado, pero que ofrece siempre una detallada muestra de una sesión parlamentaria.
En la oportunidad dio una detallada información sobre el Cuerpo de Taquígrafos parlamenarios y la taquigrafía, como una herramienta para ser ojos y oídos de las sesiones del Parlamento.
Hizo historia, contando cómo surgió la taquigrafía hace milenios con los discursos del emperador Cicerón.
Y fue relatando que ese puntapié de partida fue el paso inicial para desarrollar la historia de la taquígrafía, el arte de escribir a la velocidad del que habla.
Refirió que están los taquígrafos tradicionales, que escriben con lápiz o birome, con rasgos y también los que lo hacen a máquina, la estenotipia.
Dos sistemas totalmente diferentes, pero que hacen al desarrollo de la función lo mejor posible.
Relató que el taquígrafo es un escribano porque da fe de lo que ocurre en el recinto, con las versiones taquígráficas que cuentan con total fidelidad las sesiones del plenario.
En estos días precisamente en que hubo dos extensas e intensas sesiones en Diputados y el Senado el trabajo de los taquígrafos fue enorme, porque han sido muchísimas horas de tomar versión de los discursos de diputados y senadores.
Y contó que también hay que registrar hechos puntuales como puede ser interrupciones, cambios de presidentes, situaciones especiales -se mencionó concretamente aquella sesión en que se despidió el presidente de la Cámara, el diputado Monzó, con la emoción a flor de pie después de las generosas palabras de despedida de la diputada Graciela Camaño- como para que el lector tenga una idea acabada de lo que ha sucedido en el recinto.
"La taquigrafía se escribe siempre fonéticamente" resaltó Jorge Bravo, aclarando que los rasgos no distinguen letras que se pronuncian igual, aunque sean diferentes consonantes por ejemplo, por eso la ese o la zeta o la equis, se escriben igual.
La conductora fue hurgando en la charla los distintos escollos que puede encontrar el taquígrafo en su función, con nombres, frases en otros idiomas, etcétera. Y Jorge destacó que hoy la tecnología ayuda muchísimo, porque se puede recurrir al auxilio de google.
LOS TURNOS
"El taquígrafo tiene que pasar totalmente desapercibido. El legislador no tiene que darse cuenta de los cambios" señaló Jorge.
Para referir el tema turnos, que son las parejas o en algunos casos individuales que van tomando la sesión durante cinco minutos o diez, explicando que cada cinco o diez minutos cambian las parejas.
Y detalló que hay oradores que pueden hablar a 150 ó más palabras por minutos.
"La sesión puede durar tres horas o veinte. Los taquígrafos acompañan la sesión desde el comienzo al final" agregó Jorge Bravo.
INTERSTENO
Jorge habló de la Asociación de Taquígrafos Parlamentarios y también a nivel internacional de Intersteno, una entidad a nivel internacional, que en este momento cuenta con un cordobés como representante del país.
Como ejercico final, Marcela Labarca decidió comuniar un texto y Jorge puso al taquígrafo en marcha, apelando al recurso de la versión, con el sistema de rasgos. Y sorprendió a la conductora al traducir "al tiro" como dicen los chilenos todo lo que había dicho.
Y luego Jorge le señaló que fueron taquígrafos el autor del Martín Fierro, José Hernández, el escritor Fedor Dostoiesvsky, el poeta uruguayo Mario Benedetti, entre otros.
Habló asimismo del programa que conduce en la Radio de la Biblioteca del Congreso -Palabras Dibujados- y contó el sistema del histórico taquígrafo Palant, con los frutos que el propio creador de un sistema especial dejó para la posteridad.
En síntesis, vale la pena destacar este reportaje de Marcela Labarca con este quilmeño que desde hace años conduce a los taquígrafos del Senado, y que pudo dar una idea bastante acabada de esta profesión que generalmente está detrás de las cámaras, o en el caso del Parlamento, en las bambalinas de Diputados y Senado, pero que ofrece siempre una detallada muestra de una sesión parlamentaria.
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