En la Universidad Nacional de Quilmes se realizó la jornada Por una economía popular y comunitaria transformadora.
El momento culminante fue cuando el obispo auxiliar de Quilmes, Marcelo Julián Margni, el rector de la UNQ, Alejandro Villar y el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, se prestaron a un panel que moderó el director del departamento de Economía y Administración de la UNQ (DEyA) Rodolfo Pastore en la que se expresaron en el tema que el Papa Francisco presentará en Asís, Italia, el año próximo "hacia una economía para los pueblos".
El obispo Margni presentó la figura de Francisco desde el origen de su papado. Recordó que como jesuita se bautizó con el nombre del fundador de otra congregación (San Francisco de Asís) y en Asís el año próximo realizará un encuentro que propone el trabajo con las economías alternativas.
Además explicó a la audiencia quién era San Francisco de Asís: "un joven de familia acomodada, que experimentó una conversión y se rebeló a la iglesia de ese momento, que era opulenta, y estaba desdibujada por la riqueza, para volver al origen, a la figura de Jesús, de un Dios pobre".
Margni también retomó la propuesta del Papa en la encíclica Laudato Si de salir al encuentro de los clamores de Dios. Y presentó el clamor del planeta y el clamor de los pobres. Allí, por un lado, manifestó la preocupación "por una economía que destroza la naturaleza, que mata y que excluye", y por otro, recordó al padre Luis Farinello cuando en un programa de televisión interpelaba a los presentes y se preguntaba: "¿Quéhacemos con los pobres?".
En este sentido también expresó que "Francisco no es un improvisado, el alza la voz al mundo de un camino hecho en las comunidades latinoamericanas. Camino de trabajo, de compromiso, de sangre".
Para cerrar la presentación, compartió que "Dios no actúa en la historia con magia. Dios responde a los clamores de la historia con personas. Cada uno de nosotros también somos respuesta de Dios" e invitó a escuchar a los jóvenes y a estar atentos a ellos.
Antes que el obispo habló el rector de la UNQ, quien dijo que "es imperdonable que haya hambre en Argentina" y se mostró satisfecho con la gestión de la Casa de altos estudios porque dijo "hemos cumplido los objetivos de una universidad: educar, hacer ciencias y vinculamos. Y lo logramos con la economía social y solidaria". Y cerró la exposición Grabois que habló de la importancia de las tres T, Tierra, Techo y Trabajo, y aclaró que "no hay política alimentaria mejor que el trabajo" y denunció que "además de haber superado los límites de la desigualdad y la justicia social, hay un límite que no podemos sobrepasar y nos estamos acercando: el límite del planeta... Si no se cambia de manera estructural no habrá futuro".
Durante la tarde los presentes pudieron participar de los talleres de educación y cuidado desde el desarrollo comunitario y del taller de acceso a la alimentación saludable y sostenible desde la economía popular y los territorios, que fueron animados por Cáritas Quilmes, la DEyA y la CTEP.
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