VICARIA DE SOLIDARIDAD: DOLOR POR CHILE

Desde la vicaría de solidaridad de la Diócesis de Quilmes se emitió un comunicado expresando el dolor por lo que está ocurriendo en Chile.
Se recuerda que durante la dictadura de Pinochet, iniciada en 1973, la vicaría de solidaridad de la iglesia chilena fue un símbolo de la lucha por los derechos humanos. Levantó su voz contra la tortura, reclamó por los presos políticos, ayudó en la búsqueda de los desaparecidos, denunció la represión en todas sus formas, advirtió sobre la pérdida de las fuentes laborales y la creciente precarización del trabajo.
"Nos sentimos herederos de aquel valiente testimonio. Desde la vicaría de solidaridad de la diócesis de Quilmes nos hacemos cercanos al pueblo, en estos momentos tan angustiantes.
Chile nos duele. Como fruto de la desigualdad y la concentración económica la sociedad chilena ha visto profundizar la brecha entre unos pocos que acumulan y una multitud que va siendo empobrecida.
Es la fórmula neoliberal que se quiere imponer en la patria grande, crecimiento económico con injusta distribución de la riqueza.
El resultado ya lo conocemos: la violencia que impacta en el tejido social. Se responde con la represión al pedido de justicia del pueblo sencillo. Se golpea nuevamente la esperanza y la dignidad de nuestros pueblos. La muerte se hace presente y el desconcierto es brutal. Pobres se enfrentan a pobres. La represión estatal solo logra que grupos minúsculos sumen el caos y el pueblo vuelve a ser víctima sin que se escuchen sus legítimos reclamos.
Trabajemos para que en nuestros pueblos cese la violencia de la injusticia y nos unimos desde aquí, este conurbano, que es hoy el hogar de muchos hermanos chilenos que en distintas épocas llegaron como tantos otros, en busca de paz, pan y trabajo. Con ellos desde aquí en oración.
Nunca más violencia en Chile ni en ningún rincón de esta casa común".

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