Desde la Vicaría de Solidaridad de la diócesis de Quilmes se emitió un comunicado en solidaridad con los trabajadores de la empresa ANSABO.
"Una vez más quedamos consternados y una profunda preocupación nos interpela frente a la terrible situación de injusticia a la que se encuentran sometidos los trabajadores de la empresa ANSABO y sus familias. Luego de más de dos meses de incertidumbre y ante la declaración de una dudosa quiebra, escuchamos y nos hacemos eco del reclamo de los trabajadores ante la indiferencia del Estado, que no asume la defensa de los derechos básicos de los trabajadores y sus familias.
Reclamamos con firmeza que el Estado en sus distintos niveles, nacional, provincial y municipal, instrumente las medidas necesarias para garantizar la subsistencia de las familias y el puesto de trabajo de los trabajadores. Reclamamos medidas urgentes para proteger cada fuente de trabajo y la dignidad de las personas. No es posible seguir expulsando familias enteras al hambre y a la exclusión.
Rogamos a Dios se puedan encontrar caminos de superación en este duro momento que viven los damnificados, apelando a un diálogo honesto y sincero de todas las partes".
Se recuerda una frase del papa Francisco: El trabajo se encuentra en el corazón de la vocación que ha otorgado Dios al hombre para prolongar su acción creativa y realizar, a través de su libre iniciativa y su juicio, un dominio sobre las otras criaturas que no se traduce en una esclavitud despótica, sino en armonía y respeto".
"Una vez más quedamos consternados y una profunda preocupación nos interpela frente a la terrible situación de injusticia a la que se encuentran sometidos los trabajadores de la empresa ANSABO y sus familias. Luego de más de dos meses de incertidumbre y ante la declaración de una dudosa quiebra, escuchamos y nos hacemos eco del reclamo de los trabajadores ante la indiferencia del Estado, que no asume la defensa de los derechos básicos de los trabajadores y sus familias.
Reclamamos con firmeza que el Estado en sus distintos niveles, nacional, provincial y municipal, instrumente las medidas necesarias para garantizar la subsistencia de las familias y el puesto de trabajo de los trabajadores. Reclamamos medidas urgentes para proteger cada fuente de trabajo y la dignidad de las personas. No es posible seguir expulsando familias enteras al hambre y a la exclusión.
Rogamos a Dios se puedan encontrar caminos de superación en este duro momento que viven los damnificados, apelando a un diálogo honesto y sincero de todas las partes".
Se recuerda una frase del papa Francisco: El trabajo se encuentra en el corazón de la vocación que ha otorgado Dios al hombre para prolongar su acción creativa y realizar, a través de su libre iniciativa y su juicio, un dominio sobre las otras criaturas que no se traduce en una esclavitud despótica, sino en armonía y respeto".
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