EL RECUERDO DE MONSEÑOR JORGE NOVAK


Ayer en el marco del Encuentro Nacionala de Ecumenismo y Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones, se celebró en la catedral de Quilmes una misa abierta para toda la comunidad en la que se recordó al siervo de Dios, Jorge Novak, primer obispo de Quilmes, quien hizo del ecumenismo un fundamento de su diócesis.
La misa estuvo presidida por el obispo de Quilmes, Carlos José Tissera, acompañado por el presidente de la Comisión Episcopal de Ecumenismo y obispo auxiliar de Córdoba, monseñor Pedro Torres, los obispos miembros de la Comisión, el arzobispo de Córdoba, Carlos José Ñañez, el Eparca para los Maronitas Habib Chamieh, y el obispo de Venado Tuerto, Gustavo Arturo Help, y los obispos eméritos de Quilmes, Luis Teodorico Stcokler y de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín.
También participaron de la celebración Mónica Tompkis, pastora de la Iglesia Anglicana de Quilmes y Arturo Blastesky, pastor de la Iglesia Evangélica Luterana. Y el pastor Gerardo Oberman, presidente de Iglesias Reformadas, se hizo presente con un saludo.
Monseñor Tissera también hizo memoria del padre obispo Jorge Novak en su homilía y agradeció a la Comisión Episcopal que hayan decidido venir a esta catedral para hacer memoria del querido primer pastor de la diócesis de Quilmes. Un cristiano que no solo habló de ecumenismo sino que su vida fue una entrega constante por la unidad de los creyentes. Nadie como él enseñó que el ecumenismo se demuestra andando.
En su homilía, monseñor Tissera recordó que este año el papa Francisco, en su visita pastoral a Bulgaria, en un discurso pronunciado ante el patriarca Neófito, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, citó los tres tipos de ecumenismo sobre los que construir las relaciones entre las diversas iglesias cristianas: ecumenismo de sangre, ecumenismo del pobre y ecumenismo de la misiosns.s
Allí el papa dijo que es importante que, respetando las respectivas tradiciones y peculiariedades, nos ayudemos y encontremos modos para transmitir la fe con el lenguaje y las formas que permitan a los jóvenes experimentar la alegría de un Dios que los ama y los llama. De lo contrario se sentirán tentados a confiar en tantas sirenas engañosas de la sociedad de consumO.
Agregó monseñor Tissera que el padre obispo Jorge Novak, apenas iniciado su ministerio episcopal en Quilmes, aprendió el ecumenismo uniéndose a pastores de distintas iglesias cristianas en la defensa de los derechos humanos. En la escucha de los corazones desgarrados de tantas madres con sus hijos desaparecidoss, en las arriesgadas declaraciones que emitieron, fueron intensificando la fraternidad, sanando las hondas heridas que causaba en la sociedad el régimen represivo que enlutó a nuestro país por esos años tremendos.
El padre obispo Jorge fue uno de los pocos obispos que desde el primer momento manifestó que monseñor Enrique Angelelli, el padre Carlos Murias, el padre Gabriel Longeville y el catequista Wenceslao Pedernera habían sido asesinados. Fue quien profetizó, casi en soledad, la gloriosa beatificación de los mártires riojanos.
Novak ya preludiaba las expresiones que el papa Francisco dijo en Bulgaria: si ponemos juntos las manos sobre esas heridas y confesamos que Jesús ha resucitado, y lo proclamamos como nuestro Señor y nuestro Dios, si al reconocer nuestras faltas nos sumergimos en sus heridas de amor, tal vez podamos volver a encontrar la alegría del perdón y pregustar el día en que, con la ayuda de Dios, podremos celebrar el misterio pascual en el mismo altar.
Sobre el ecumenismo del pobre, el papa Francisco destacó que estamos llamados a caminar y a actuar juntos para dar testimonio del Señor, sirviendo especialmente a los hermanos más pobres y olvidados, en los que El está presente.
Novak fue un amigo de los pobres. Estaba convencido de que la opción preferencial por los pobres era la opción de Jesucristo. El decía que el camino del ecumenismo debe ser confirmado por el testimonio de la propia vida. 
La misión fue la gran pasión de nuestro padre obispo Novak. De pequeño soñó ser misionero ad gentes. Ingresó y se consagró en la Congregación de los Sacerdotes del Verbo Divino. Los caminos del seguiimiento lo llevaron a la cátedra de historia, a la formación de misioneros, pero nunca en una misión como la que soñaba. Pero Dios tenía reservado para él el ministerio apostólico. Obispo de la recién creada diócesis de Quilmes. Fue ordenado en este templo el 19 de setiembre de 1976.
El ecumenismo de la misión. La llamada a la misión nos ayudará a achicar las distancias, a sanar las heridas, a experimentar la mirada de Jesús, que como a Mateo nos cautiva y nos atrae con fuerza misteriosa diciéndonos: SIGUEME.
Finalizó la homilía con palabras del padre obispo Jorge, en el marco del triste año 1982, guerra de las Malvians, encarando el ecumenismo con los anglicanos: El ecumenismo es impulsado por hechos salvíficos. No son los libros doctos, a los que les resto su importancia relativa, los que marcarán el ritmo del movimiento ecuménico. Son las acciones concretas de la historia, las que compartidas con espíritu de reconciliación y purificadas por la presencia santificadora del Espíritu Santo, acelerarán los pasos convergentes de las Confesiones cristianas.
Son las diócesis las que deben asumir su exclusiva responsabilidad. El Señor Jesús habla por los acontecimientos a su Iglesia. Pero esta arraiga, toma un rostro definido, resuena con el eco de una vez inconfundible en cada diócesis. Si estas, una por una, no asumen su responsabilidad, no habría renovación, no podría articularse ningún movimiento renovador, como el ecumenismo. Todo quedaría en teoría pura, en una bella doctrina.

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