Los obispos de Quilmes, Carlos Tissera y Marcelo Julián Margni, enviaron un saludo a los diáconos con motivo de la fiesta de San Lorenzo mártir.
"Llegamos a todos ustedes en la fiesta del diácono y mártir, San Lorenzo. Queremos agradecerles en nombre de toda la comunidad de la diócesis por acompañarnos en nuestro ministerio al servicio de esta porción de iglesia, que el Señor nos pide servir.
Sabemos que muchos de ustedes están viviendo situaciones particularmente difíciles, dificultades de salud, de falta de trabajo, problemas familiares y comunitarios, les aseguramos nuestras oraciones cotidianas, pidiendo al Señor los fortalezca en estos momentos de la vida.
Cómo no agradecer inmensamente a sus familias, que generosamente acompañan el llamado que recibieron de Dios, recuerden que ellos son sus primeros prójimos a los que tienen que servir.
Tenemos presente también en este día a los hermanos diáconos que han llegado a la Casa del Padre, que sus vidas entregadas sean motivo de acción de gracias.
Hoy con sus familias y las comunidades renovamos junto a ustedes el servicio, no dejen de buscar ese Jesús que se muestra en los más pobres y olvidados.
Los animamos a caminar hacia el Tercer Sínodo diocesano, a participar de las convocatorias, a ser protagonistas en primera persona de este regalo de Dios para nuestra Iglesia particular.
La Virgen Inmaculada, patrona de nuestra diócesis, los acompañe y cuide en el ministerio al que fueron llamados.
!Dios los bendiga!".
"Llegamos a todos ustedes en la fiesta del diácono y mártir, San Lorenzo. Queremos agradecerles en nombre de toda la comunidad de la diócesis por acompañarnos en nuestro ministerio al servicio de esta porción de iglesia, que el Señor nos pide servir.
Sabemos que muchos de ustedes están viviendo situaciones particularmente difíciles, dificultades de salud, de falta de trabajo, problemas familiares y comunitarios, les aseguramos nuestras oraciones cotidianas, pidiendo al Señor los fortalezca en estos momentos de la vida.
Cómo no agradecer inmensamente a sus familias, que generosamente acompañan el llamado que recibieron de Dios, recuerden que ellos son sus primeros prójimos a los que tienen que servir.
Tenemos presente también en este día a los hermanos diáconos que han llegado a la Casa del Padre, que sus vidas entregadas sean motivo de acción de gracias.
Hoy con sus familias y las comunidades renovamos junto a ustedes el servicio, no dejen de buscar ese Jesús que se muestra en los más pobres y olvidados.
Los animamos a caminar hacia el Tercer Sínodo diocesano, a participar de las convocatorias, a ser protagonistas en primera persona de este regalo de Dios para nuestra Iglesia particular.
La Virgen Inmaculada, patrona de nuestra diócesis, los acompañe y cuide en el ministerio al que fueron llamados.
!Dios los bendiga!".
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