LA PALABRA DEL PADRE PABLO EN CULTIVOS DE QUILMES


Hoy, el programa Cultivos de Quilmes, que se emite todos los viernes de 14 a 16 por Radio Quilmes (106.5), con la conducción de Mauro y Eduardo Menescaldi, Camila García en la operación técnica, destacó la presencia del sacerdote de Bilbao, Pablo Laguna Llano.
Durante todo el programa el invitado contò su historia, desde que salió de Bilbao, muy joven por cierto, viajando en barco -el Cabo San Roque- durante 14 días hasta Buenos Aires.
Sus comienzos en la parroquia La Sagrada Familia de Bánfield y el destino, Monte Chingolo, en la parroquia San Juan María Vianney (el santo cura de Ars), precisamente el próximo domingo en esa parroquia se celebrará el medio siglo de existencia, desde su apertura en 1969.
Pablo estuvo una década en Monte Chingolo, partido de Lanús, y explicó todo lo realizado en esa década, transformando a una feligresía, donde la pobreza echaba reales, en una comunidad esperanzadas, y tratando de aliviar espiritual y económicamente a un pueblo pleno de necesidades.
Porque, como dice Pablo, se puede hablar de Dios, pero si el estómago está vacío eso se deja un poco de lado, buscando los medios para paliar esa situación.
En esos diez años mucho pasó por Monte Chingolo, y el padre Pablo se ganó el afecto de la comunidad. Muchas cosas pasaron en ese lapso, entre ellas el ataque al regimiento Viejobueno en vísperas de Navidad, con muchos muertos, en un enfrentamiento de militares y guerrilleros.
Pablo Laguna habló también de su destino en el pueblo de Lampa, en Perú, la conocida ciudad rosada del país incaico. Ahí también fueron diez años, en medio del altiplano, con todas las características de los pueblos indígenas y los efectos de la altura, que en algunos lugares orilla los 4000 metros.
Habló asimismo de sus charlas y clases educativas en Miami, la comunidad latinoamericana en esa ciudad del país del Norte, los viajes reiterados entre Europa y América, con muchísimas horas de vuelo.
El recuerdo de Monte Chingolo se solidificó con la charla con la antropóloga y arqueóloga Isabel Caparelli, quien era una jovencita en aquellos tiempos en que el padre Pablo era el párroco de la iglesia San Juan María Vianney.

CURAS DEL TERCER MUNDO

Pablo integró el colectivo del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, un grupo de curas que después del concilio Vaticano II, a fines de los 60, puso el dedo en la llaga, tomando la voz de los sin voz, la voz de los pobres, de los oprimidos.
En ese sentido se recordó que el Movimiento tuvo como pieza fundamental al obispo de Goya, Corrientes, monseñor Ramondetti y en el grupo hubo muchos curas, algunas más mediáticos que otros como el padre Carlos Mugica, asesinado a la salida de la parroquia de San Patricio en mayo de 1974. Pablo dijo que Carlos tenía el karma de provenir de una familia oligarca y eso le pesaba en el pensamiento y la militancia, lo que lo llevó a meterse más que otros, lo que finalmente le costó la vida, pese a las advertencias de sus compañeros en que evitara politizar la cuestión.
Ese movimiento, con curas obreros, que no cobraban los servicios eclesiásticos y que optaban por un trabajo -Pablo fue mecánico de máquinas de escribir, después se dedicó a la enseñanza- produjo una auténtica revolución en el país y sufrió las consecuencias de la persecución militar. Incluso el Movimiento comenzó a disolverse con la llegada de la dictadura del 76.
Una foto de aquellos tiempos lo muestra a Pablo al lado del general Perón, en la época de la tercera presidencia del general, junto al doctor Héctor Cámpora, el propio padre Mugica y otros sacerdotes del Movimiento.
La charla fue extensa e intensa. Pablo habló del Papa argentino, Francisco, y reconoció que más allá de algunas definiciones políticas, tenía la sensación de que no era tan reconocido en nuestro país. Asimismo, que sus intenciones de modificar la política de la Iglesia, chocaban con los sectores más conservadores que le ponían palos en la rueda.
Pablo también habló del momento actual, del futuro de la humanidad, la preocupación por la globalización que endurece el corazón de los seres de la tierra, con una brecha cada vez más amplia entre los que más tienen y los que menos tienen, una Europa sesgada, que no ve al otro como el prójimo sino en cuanto le sirve para sus intereses.
En fin, Pablo Laguna Llano, sacerdote, periodista, historiador, escritor, actor, viajero del mundo y amante de la Argentina como nadie, incluso al punto de sentir al país como el del corazón por más que haya nacido en Bilbao y que siempre vuelva al país vasco, dejó una impronta que seguramente hizo del programa de hoy, diferente a los demás y habituales de Cultivos de Quilmes, inefable, es decir, difícil de explicar con palabras.
Hubo tiempo, eso sí, para hablar de fútbol, el presente de Quilmes, que se prepara para debutar en la Primera Nacional a mediados de agosto visitando a Tigre, y de Argentino de Quilmes, que recién debuta en la segunda fecha de la Primera B Metropolitana, recibiendo a Flandria.
Los dos jugarán amistosos mañana: Quilmes en el Centenario ante San Telmo y el Mate, de visitante frente a Brown de Adrogué.

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