Concluyó una nueva edición del Festival de teatro Estesur y se entregaron los premios. Fue ganadora la obra Tríptico, el mar que habito, de Marcelo Rotman. Dirección de Leonardo del Castillo.
El segundo lugar fue para El cerco de Leningrado, de José Sanchis Sinisterra, con Sandra Amoroso y Patricia Santi. Direcciónd e Mónica Driollet.
Tercera quedó La peste, un bien común, de Antonio Arturino. Dirección de Francisco Beber. Compañía Sintonía Clown..
La obra Mosquita muerta, de Aienstein, Rodríguez, Vidal, recibió el premio de los compañeros teatrales.
Dirección de Vanina Vidal. Compañía Casona Teatro Quilmes.
También participaron del festival No hay que llorar, de Roberto Cossa. Dirección de Lorena D´Amico, con el elenco estable de Artenpié.
Se me murió entre los brazos, de Alberto Drago. Dirección de Daniel Di Rubba. Actrices: Carolina Schworer y Silvina Sastre.
Superposiciones, con la dirección de María José Mihaljevic. Compañía Calavera no chilla.
La penúltima oportunidad, de Rafael Bruza. Dirección de Nora Camún y Juan Vitale.
Obra suplente: Anita Garibaldi, de Héctor Rodríguez Brussa.
Dirección de José Luis Sorol.
El Festival reúne a salas, elencos, artistas, estudiantes de teatro y público en general del Conurbano Sudeste para poder disfrutar de las producciones realizadas hasta febrero de este año.
La labor de los actores fue evaluada por un jurado encargado de resaltar los trabajos individuales.
Los ganadores se llevaron un premio realizado por artesanos de Avellaneda. Precisamente, el municipio de Avellaneda auspició el acontecimiento.
Todos los espectáculos fueron a la gorra.
Marisol Vecchi, referente del Multicultural Don Bosco, de Bernal, destacó que el festival nació hace más de cuatro años cuando junto a Alejandro Pepe y Claudio De Pirro, advirtiendo el potencial que había en Quilmes y alrededores, procuraron unir voluntades.
El segundo lugar fue para El cerco de Leningrado, de José Sanchis Sinisterra, con Sandra Amoroso y Patricia Santi. Direcciónd e Mónica Driollet.
Tercera quedó La peste, un bien común, de Antonio Arturino. Dirección de Francisco Beber. Compañía Sintonía Clown..
La obra Mosquita muerta, de Aienstein, Rodríguez, Vidal, recibió el premio de los compañeros teatrales.
Dirección de Vanina Vidal. Compañía Casona Teatro Quilmes.
También participaron del festival No hay que llorar, de Roberto Cossa. Dirección de Lorena D´Amico, con el elenco estable de Artenpié.
Se me murió entre los brazos, de Alberto Drago. Dirección de Daniel Di Rubba. Actrices: Carolina Schworer y Silvina Sastre.
Superposiciones, con la dirección de María José Mihaljevic. Compañía Calavera no chilla.
La penúltima oportunidad, de Rafael Bruza. Dirección de Nora Camún y Juan Vitale.
Obra suplente: Anita Garibaldi, de Héctor Rodríguez Brussa.
Dirección de José Luis Sorol.
El Festival reúne a salas, elencos, artistas, estudiantes de teatro y público en general del Conurbano Sudeste para poder disfrutar de las producciones realizadas hasta febrero de este año.
La labor de los actores fue evaluada por un jurado encargado de resaltar los trabajos individuales.
Los ganadores se llevaron un premio realizado por artesanos de Avellaneda. Precisamente, el municipio de Avellaneda auspició el acontecimiento.
Todos los espectáculos fueron a la gorra.
Marisol Vecchi, referente del Multicultural Don Bosco, de Bernal, destacó que el festival nació hace más de cuatro años cuando junto a Alejandro Pepe y Claudio De Pirro, advirtiendo el potencial que había en Quilmes y alrededores, procuraron unir voluntades.
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