La Vicaría de Solidaridad de la diócesis de Quilmes emitió un comunicado sobre la información que apareció en los medios en el sentido de que se presentará un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante para que el municipio "adhiera al Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo, queremos recordar y adherir a la posición reflejada en el comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina el 4 de junio de 2018.
Se agrega: "Como cristianos comprometidos en la defensa de la vida nos preocupa la situación de tantas mujeres que sufren exclusión y violencia. Nos duele particularmente el drama que puede significar para una mujer llevar adelante un embarazo fruto de una violación o cuando peligra su vida o su salud (ambas situaciones contempladas en el protocolo).
Como reconocía san Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium vitae, sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana, "en muchas ocasiones la opción del aborto tiene para la madre un carácter dramático y doloroso (...). No se toma por razones puramente egoístas o de conveniencia sino porque se quisieran preservar algunos bienes importantes, como la propia salud" (EV 58).
"Ante esta problemática nuestros obispos nos invitan a "buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a aun aborto".
"Reconociendo que el Concejo Deliberante es el espacio natural donde debe tratarse la cuestión de la adhesión al protocolo, instamos a nuestros representantes a que se haga en un clima de diálogo y de respeto por las distintas posiciones que surjan en el debate.
Auguramos que sea una oportunidad para encontrarnos como hermanos y hermanas, y que la honestidad en la discusión nos ayude a crecer en una fraternidad y sororidad abierta y responsable.
Que Dios, defensor del derecho y la justicia, nos guíe de construir juntos una sociedad más justa e igualitaria".
Se agrega: "Como cristianos comprometidos en la defensa de la vida nos preocupa la situación de tantas mujeres que sufren exclusión y violencia. Nos duele particularmente el drama que puede significar para una mujer llevar adelante un embarazo fruto de una violación o cuando peligra su vida o su salud (ambas situaciones contempladas en el protocolo).
Como reconocía san Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium vitae, sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana, "en muchas ocasiones la opción del aborto tiene para la madre un carácter dramático y doloroso (...). No se toma por razones puramente egoístas o de conveniencia sino porque se quisieran preservar algunos bienes importantes, como la propia salud" (EV 58).
"Ante esta problemática nuestros obispos nos invitan a "buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a aun aborto".
"Reconociendo que el Concejo Deliberante es el espacio natural donde debe tratarse la cuestión de la adhesión al protocolo, instamos a nuestros representantes a que se haga en un clima de diálogo y de respeto por las distintas posiciones que surjan en el debate.
Auguramos que sea una oportunidad para encontrarnos como hermanos y hermanas, y que la honestidad en la discusión nos ayude a crecer en una fraternidad y sororidad abierta y responsable.
Que Dios, defensor del derecho y la justicia, nos guíe de construir juntos una sociedad más justa e igualitaria".
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