QUILMES: LA AGONIA Y EL EXTASIS...

Quilmes logró ela ansiada y merecida permanencia en la primera B Nacional al ganarle a Olimpo de Bahía Blanca 3 a 1, con goles de Mauro Bellone, Federico Anselmo y Braian Lluy.
Con esta victoria y con la caída de Los Andes 3 a 0 ante Morón, el Cervecero seguirá en este torneo, después de haber sufrido el fantasma del descenso durante buena parte del certamen y fundamentalmente en los últimos tramos.
Antes del partido pensaba en cuántas finales vividas con el Cervecero, por el ascenso, para evitar el descenso o simplemente logrando el ascenso o padeciendo el descenso.
Bastaba ver las caras de los Cerveceros antes del partido y había una mezcla de angustia, adrenalina, tensión, esperanza.
El primer tiempo fue parejo, con poco volumen de juego y Quilmes sacó ventaja en una jugada particular -había dos pelotas en el campo de juego- el árbitro Penel lo ignoró y finalmente el cabezazo de Bellone venció al arquero Viola.
La segunda etapa, como días atrás en el mismo escenario, fue lo mejor del Cervecero. Que aumentó las cifras con el cabezazo de Anselmo, tras centro perfecto de Tomás Blanco y con la arremetida de Brian Lluy -de gran partido- quien resolvió un centro rasante de Blanco que no pudo conectar Anselmo.
El descuento de Olimpo solo sirvió para la estadística. A esta altura ganaba Quilmes, perdía Los Andes y nada importaba a la multitud -calculamos unas quince mil personas- que acompañó al decano del fútbol argentino.
Quilmes se queda en la categoría, no habrá clásico con el Mate, a pesar de que Argentino está cada vez más cerca del ascenso a la primera B Metropolitana, y la alegría del hincha del Quilmes AC sirvió para reflexionar y pensar que de aquí en más habrá que sacar conclusiones, evaluar lo realizado, buscar un plan más adecuado y suponer un equipo que en el próximo torneo -falta mucho porque recién empieza en agosto- cumpla una mejor performance.
Esta vez se pudo con esfuerzo, sacrificio, sudor, temor, todos los condimentos para el momento.
Queda como saldo un importante cupo de futbolistas de la cantera que son base para el futuro.
No hay que olvidar que a mediados de año debe haber elecciones y la nueva comisión directiva tendrá que afrontar la deuda que se validó en el concurso de acreedores.
Hoy todo es alegría. Se vivió sin duda la agonía... y el final fue puro éxtasis.

LOS EQUIPOS

QUILMES; Ledesma; Lluy, Alegre, Mieres, Noble; Obregón, Max, Bellone, Imbert, Max; Blanco y Anselmo.
DT Leonardo Lemos. Suplentes: Bilbao, Larrea, Drocco, Machado, Giani, Niell y Bruera.
OLIMPO; Viola; Lazo, Díaz, Sánchez, Llambay; Lacunza, De Iriondo, Coacci; Vega, Gallegos y Rodríguez. DT Marcelo Broggi. Suplentes: Villar, Cattáneo, Orozco, Graciani, Lefiñir, Mayer y Arguello.
Arbitro: Ariel Penel.
Goles: PT, 30´ Bellone (Q). ST 21´Anselmo (Q), 30´ Lluy (Q) y 39´ Graciani (O).
Cambios: en Quilmes, Larrea por Noble, Drocco por Bellone y Bruera por Imbert. En Olimpo,
Graciani por Llambay, Arguello por Coacci.

LOS FUTBOLISTAS

Quilmes se apoyó en el gran momento de su arquero, que si bien no tuvo demasiado trabajo al principio del segundo tiempo tapó en dos tiempos lo que pudo haber sido el empate parcial.
En defensa, aunque parezca mentira, la temprana lesión de Noble, le permitió al técnico ordenar la defensa, sobre todo los laterales. Lluy, que había empezado por la derecha, pasó a la izquierda y cerró su gran actuación con el tercer gol.Larrea, que sobre el final del primer tiempo tuvo una chilena magnífica,  y el travesaño le negó el gol, estuvo en la derecha.
Alegre y Mierez, en la zaga central, se pudieron acomodar y prácticamente no sufrieron sobresaltos.
En el medio los intentos de Juan Imbert, la prodigalidad de Augusto Max y de Mauro Bellone, quien terminó extenuado y fue reemplazado, más el aporte de Obregón.
En ataque se destacó el pibe de la cantera, Tomás Blanco, con un futuro enorme y la experencia de Anselmo, que con 9 goles fue el goleador del equipo. En el segundo gol, Blanco y Anselmo hicieron el ensamble perfecto.
El ingreso de Drocco le dio mayor fluidez al medio juego y en los últimos minutos Bruera hizo lo suyo, por lo menos para que la pelota estuviera en el campo del rival.
Hoy no estuvo el chico Lozano, con cinco amarillas, una de las grandes apariciones fruto de las inferiores, la gran apuesta de esta comisión, más allá de las críticas, que se vio obligada por el tema económico y la situación financiera.
Quilmes vivió el éxtasis, después de tanta agonía. Fue un sábado de Gloria y con el espíritu del gran presidente Raúl Alfonsín, y sin eufemismos, se puede decir que en lo futbolístico la casa está en orden.
Habrá que planificar las cosas, encarar el futuro torneo con alma de protagonista, pensando que la lucha debe ser por un ascenso y no por un descenso.
Por eso, la multitud tras el partido y en algún momento cantó aquello de que este club se merece la primera división... Ojalá los directivos que ganen las próximas elecciones lo entiendan y seguramente la multitud que hoy llenó el Centenario se repetirá cada vez que Quilmes juegue en casa.

CHAPUCEANDO

Uno de los hechos destacados de esta instancia Cervecera fue la presencia anoche del Chapu Braña en  la concentración, acompañando a los futbolistas en esta instancia decisiva.
Como dijo después el técnico Leonardo Lemos, quien resaltó el alivio que significó zafar, vale destacar el apoyo de ex Cerveceros, como el Máquina Giampietri, Gustavo Sever, el propio Chapu.
Lemos habló con el relator Adrián Di Blasi y el comentarista Rubén Durán de lo que padecidó en estos últimos tiempos con el drama del equipo en la tabla de los promedios.
Reconoció que faltando cuatro partidos pudo haber renunciado, así se lo comentó a los drectivos y al manager Colotto, pero con el respaldo de la dirigencia y de los futbolistas decidió seguir para terminar de la mejor manera.
En cuanto al futuro habrá entrenamientos en los próximos días, luego se vendrá el receso y habrá que planificar lo que viene. Pero falta... hoy festejos con cerveza -entre paréntesis la Cervecería y Maltería Quilmes anunció esponsoreo "eterno" en el decano, como muestra de fidelidad- y good show, como diría Tato Bores.

EDUARDO LUIS MENESCALDI

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