El obispo auxiliar de Quilmes, monseñor Marcelo Julián (Maxi) Margni visitó a la familia del adolescente fallecido el miércoles 17 de abril en el Hospital Muñiz de la ciudad de Buenos Aires con un cuadro de tuberculosis, y llevó los saludos y la cercanía de la diócesis de Quilmes, junto con el profesor David Brandán, secretario de asuntos pedagógicos y de gestión de la vicaría de educación de la diócesis.
El obispo, también vicario episcopal de educación de la diócesis, compartió la consternación de toda la comunidad educativa del colegio Santa Teresita del Niño Jesús de Ezpeleta, lugar del que era alumno el joven. "Me uno al dolor de la familia, compañeros, docentes, amigos, por la pérdida de esta vida joven que indudablemente genera angustia, con la convicción de que Jesús, el Dios de la vida, lo recibe en su casa y la virgen María, quien estuvo a los pies de la cruz llorando por su hijo, lo abraza con ternura".
Del mismo modo, el obispo auxiliar acompañó a las familias de la escuela que sufren junto a los seres queridos del muchacho que encontró la muerte de manera temprana (que para los cristianos, en especial en este tiempo, es la Pascua eterna) y agradece la labor del representante legal y de todos los directivos, docentes y personal del colegio que contienen y asisten a los compañeros y amigos de este chico, en particular, en el difícil duelo.
El padre Maxi ha invitado a todo el pueblo de la Iglesia de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela a rezar por este adolescente que ya goza de la vida eterna y por la fortaleza de su familia, compañeros y amigos en este momento de dolor".
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