Anoche el Teatro Municipal, ante gran concurrencia, se presentó el unipersonal de Hugo Ponce, Un tango para Bach, con la asistencia de Ana Ruhl y la dirección de Alejandro Casagrande.
Hugo Ponce movió y conmovió al público con esta propuesta, que imaginó un sueño especial del gran músico Johann Sebastián Bach, quien despierta en un conventillo de la Boca el día en que murió Gardel en Medellín (24 de junio de 1935).
Con la ayuda de una musa inspiradora (la voz de Florencia Suárez) que le va contando la historia a Bach, el músico -un Hugo Ponce sensacional- va relatando la experiencia de vivir el tango, el lunfardo, y hacer el parangón con su música barroca.
La idea de Hugo es francamente revolucionaria, porque pretende demostrar -y lo logra con creces- que entre Bach, su Alemania, su infancia, su entorno, su familia, no hay por qué descartar una relación empática con el Buenos Aires de los 30, el lunfardo -vale repetirlo- el Río de la Plata, el Riachuelo...
Resulta destacable el aporte de los títeres que acompañan al personaje de Bach, que le dan al espectáculo una emotividad especial y particular.
Desde Doña Pierina (la imaginación de Hugo hace "VER" a la dama italiana de Cremona en vivo y en directo, como también al pebete que charla con Bach y le pide una serenata para una novia ideal...
La misma Musa tanguera...
La misma Musa tanguera...
Hugo Ponce pone todo su talento al servicio del espectáculo. Vale disfrutar de sus interpretaciones en alemán y en italiano -con traducción incluida- y de los tangos más queridos y más emblemáticos como paisajes de época. Y la milonga irónica, como la que recita las desventuras de un muerto en un festival de amantes del alcohol etílico...
CENTRO CULTURAL RAICES
Hugo Ponce anunció que este espectáculo se presentará tres sábados de abril en el Centro Cultural Raíces, Agrelo 3045. Quienes no lo pudieron presenciar tienen la invitación para acercarse y disfrutar de una pieza fenomenal. Quilmes ha tenido la posibilidad anoche de disfrutar de un espectáculo que jerarquiza y que seguramente recibirá el aplauso y el reconocimiento en cualquier parte del mundo.
El año pasado Un tango para Bach fue presentadoa en gira por España y Alemania, con gran repercusión.
Conviene repetir que la idea de Hugo, vestido de Bach, convence que en el final de su vida Johann Sebastián Bach recibe en sueños la visita de una Musa tanguera -un títere de tamaño natural- que lo lleva en vuelo onírico a un conventillo en el Buenos Aires de los años 30, más precisamente el 24 de junio de 1935, el día en que murió Gardel.
El universo del tango, sus quimeras y arquetipos envuelven al Kantor de Leipzig y lo subyugan.
Bach reconoce giros tangueros en las melodías de algunas de sus suites y cantatas, y por momentos no sabe si lo que observa a lo lejos es el WeiBe Elster o el Río de la Plata.
En su pequeña habitación de alquiler, el viejo maestro abraza un bandoneón, canta tangos de Gardel, Di Sarli, Discépolo y Piazzolla, que mezcla con arias y recitativos de sus propias cantatas y pasiones.
Se observa a si mismo interpretando tangos cuyos textos encuentra a la vez antagónicos y similares a la moral cristiana y al rigor luterano, y se sorprende cuando descubre en la elocuencia del lunfardo uno de los canales retóricos para el discurso de alguno de sus recitativos barrocos.
Al fin, cual arrabalera alegoría de la Totentanz medieval -la danza de la muerte- la Musa acude a la habitación de un Bach repentinamente rejuvenecido y lo invita a bailar una danza tradicional de su Eisenach natal que gradualmente se irá convirtiendo en un tango.
AGRADECIMIENTOS
Ana Ruhl y Hugo Ponce pusieron en las redes sociales el agradecimiento a todos los que acompañaron en este proyecto: Alejandro Casagrande (el director), Bárbara Metzger, Juliana Freckles, Enrique Prémoli, Jorge Moltedo, Adriana Sileoni, María Alejandra Scalabroni, Patricia Laratro y José Luis, Patricia Fraga, Javier Roncoli, Florencia Suárez (la MUSA), Oscar Mario Pérez y esposa, Esther Alias, Susana Jullien, Liliana de la Torre, Alfonso García Vallano, Eduardo Menescaldi, Rosa García y Julio, Eugenia y Andrés de Disparate Títeres -sin duda los Títeres son magníficos y terminan convirtiéndose en personajes entrañables-, Noe Mi (Estela) y Enrique, Gabriela Seraino y sumamá, Perniles Aldevar, González Edith Delpuerto, Viviana Novelli, Susana Cattani Sanzin, Zulma Benítez y Cristian, Lidia Barrientos y su esposo, Víctor Nocelli, Claudio Algozino, Javier Vanchio, Nora Camún, Mónica Dargains, Jorge Graffigna (director del teatro Municipal) y muchos amigos y conocidos más.
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