QUILMES, EN DESCENSO DIRECTO...¿Y AHORA QUE?


Faltan cuatro fechas solamente y Quilmes sufre como nunca la permanencia en la primera B Nacional.
Y esto ha transformado, como tantas veces en tantos años, al decano del fútbol argentino en un campo de Agramante.
Soplan vientos huracanados y todo se sintetiza en las críticas por doquier.
El plantel, no es sorpresa, es austero por excelencia. De todas maneras la realidad, que es la única verdad, dice hoy más que nunca que el técnico camina por una cornisa preocupante.
Los resultados no se dan. El volumen de juego no aparece. Y para colmo, en el partido de anoche no se concretaron las pocas ocasiones que se crearon en el segundo tiempo, y quedó para la discusión el gol anulado a Bellone, porque el juez de línea cobró posición adelantada.
En un torneo estos hechos puntuales son intrascendentes, pero pasan a ser fundamentales cuando cada punto que se consigue vale oro.
Se sabe que el rojo del descenso es un karma que mueve y conmueve.
Quilmes -el hincha lo sabe más que nadie- ha vivido experiencias como la actual en muchísimas oportunidades. Por algo es el que veces descendió y ascendió, con todo el folklore que la situación provoca.
Eso justifica el porqué hoy directivos fueron a hablar con el cuerpo técnico, y si no fueron a pedirle la renuncia, al menos dejaron esa sensación, con todos los riesgos que eso supone.
El periodista que sigue a Quilmes sabe siempre que tarde o temprano tendrá que averiguar si después de una derrota o de una actuación preocupante, cuando la guadaña del descenso acecha, continúa el cuerpo técnico.
Otra semana de inquietud permanente, en la antesala de un partido clave como el del domingo en Caballito. Si pierde con Ferro -cosa que no sería sorprendente por las campañas de ambos-¿podrán seguir Lemos y compañía..?
En fin, una vez más Quilmes padece en un torneo y sigue aferrado a la calculadora, soñando con un milagro...¿Será....?

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