El precandidato a intendente de Quilmes, Fernando Pérez, visitó la Sociedad de Fomento El Socorro y el club infantil Los rojos quilmeños, en Quilmes Oeste.
Pérez valoró la forma en que fue recibido, con un mate y se puso a disposición para conocer las inquietudes de las entidades.
"La obra de Calchaquí es muy importante pero uno se pregunta por qué esta gestión no es capaz de hacer sin que los costos para los vecinos, en algunos casos, irrecuperables. Hay pequeños comercios que no podrán reabrir nunca más. El barrio está como todos: inseguro y sucio.
Agregó que en la charla con los vecinos se lanzaron algunas ideas particularizadas para la zona y sobre todo, de las ganas de salir adelante. "Les quedó claro mi concepto de lo que es ser intendente. Trabajo, oído, y la premisa de integrar a los vecinos al proyecto".
En la visita a Los rojos quilmeños, en Laprida y Blas Parera, el precandidato a intendente sostuvo que "estos clubes son un reservorio de esperanzas para muchos pibes y la tranquilidad de sus padres. Abandonarlos es suicida y torpe.
Y destacó que "el deporte tiene una función social irremplazable. En su propia geografía. Sirve de poco un enorme polideportivo. Hay que cuidar a los clubes de barrio que es lo que los chicos tienen en sus lugares".
Pérez valoró la forma en que fue recibido, con un mate y se puso a disposición para conocer las inquietudes de las entidades.
"La obra de Calchaquí es muy importante pero uno se pregunta por qué esta gestión no es capaz de hacer sin que los costos para los vecinos, en algunos casos, irrecuperables. Hay pequeños comercios que no podrán reabrir nunca más. El barrio está como todos: inseguro y sucio.
Agregó que en la charla con los vecinos se lanzaron algunas ideas particularizadas para la zona y sobre todo, de las ganas de salir adelante. "Les quedó claro mi concepto de lo que es ser intendente. Trabajo, oído, y la premisa de integrar a los vecinos al proyecto".
En la visita a Los rojos quilmeños, en Laprida y Blas Parera, el precandidato a intendente sostuvo que "estos clubes son un reservorio de esperanzas para muchos pibes y la tranquilidad de sus padres. Abandonarlos es suicida y torpe.
Y destacó que "el deporte tiene una función social irremplazable. En su propia geografía. Sirve de poco un enorme polideportivo. Hay que cuidar a los clubes de barrio que es lo que los chicos tienen en sus lugares".
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