TRUMP-XI JINPING: UNA CENA PARA EL MUNDO

Una cena a la hora del crepúsculo en Buenos Aires tiene en vilo al mundo. Porque en estos momentos participan de la tenida el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y su par de China, Xi Jinping.
Se encuentran en el salón Cristal del Palacio Duhau, y se espera que del encuentro surjan definiciones que podrían cambiar las relaciones de fuerza entre ambas potencias y por ende, el resto del mundo.
Se dio a conocer el menú, que no será el televisivo de la señora Mirtha Legrand, pero que sí atrae porque se difunde a todo el mundo: el primer plato, ensalada de vegetales de estación con una mayonesa de albahaca y una emulsión de parmesano; el plato principal de solomillo grillado con cebollas moradas, ricota de cabra y dátiles, y un postre de panqueques de caramelo con chocolate crocante y crema fresca. Una mesaza, diría Mirtha.
La información que rodea a estos dos líderes habla de una política proteccionista del presidente norteamericano y de un pensamiento liberal por parte del chino (curiosidades de un mundo globalizado, inquietante y apasionante).
Trump dice que China logra más provecho que Estados Unidos de los intercambios comerciales entre ambas naciones. Por eso, Trump impuso tarifas a las importaciones chinas, y ahí estalló, era de imaginar, la guerra comercial.
La respuesta china fue contundente y buscó una alianza con la Unión Europea, e incrementó la política de comercio con Latinoamérica.
Ayer se conoció que la vocero de Estados Unidos, al referirse al encuentro de Trump con el presidente argentino Mauricio Macri, sostuvo que hablaron de la "actividad económica depredadora" de China.
Eso fue desmentido por la comitiva argentina y el propio Macri dijo que había escuchado que iba a tener que elegir entre Estados Unidos y China, y que no era así. "Argentina demostró que podemos tener relaciones con todos los países". Y agregó que la relación es excelente con Estados Unidos y China.

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