El jueves 13 de diciembre a las 20 será presentado el libro Los mártires de La Rioja, del presbítero Pablo Pastrone, en la catedral de Quilmes, Rivadavia 355.
"Con motivo de la beatificación de Enrique Angelelli, Carlos Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera, el padre Pablo Pastrone pone en diálogo el contexto histórico general en que vivieron los mártires riojanos, propone una sencilla contemplación de la obra de Dios en ellos y a la vez nos ayuda a rezar desde las Bienaventuranzas con frases de nuestros mártires y con hermosos textos de monseñor Angelelli en donde desbordaba su mirada de pastor bueno, comprometido con la vida de su pueblo.
Si poner un oído en el Evangelio y el otro en el pueblo era el camino necesario que nos indicaba monseñor Angelelli con su vida y su palabra, esta pequeña obra nos pide poner un o`´ido en el corazón de los cuatro mártires para dejar que Dios nos hable en sus latidos fuertes, serenos, valientes, fieles... que al modo de la caja riojana vibran expresando vida: vida en abundancia, justicia y paz".
El autor es sacerdote de la arquidiócesis de La Plata, doctor en teología por la Universidad Católica Argentina, docente, director del Archivo Histórico arquidiocesano de La Plata y miembro de la junta de Historia Eclesiástica Argentina por la provincia de Buenos Aires.
La invitación a la presentación del libro está abierta a todo el público.
Vale agregar que monseñor Enrique Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976 en punta de los llanos, cuando regresaba del Chamical, donde había estado investigando los asesinatos de dos sacerdotes: los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y que el laico Wenceslao Pedernera fue asesinado días después.
Era pleno desarrollo de la dictadura del proceso de reorganización nacional y el obispo de La Rioja, el querido Pelado Angelelli, molestaba al régimen porque se había atrevido a investigar la muerte de los citados sacerdotes. Y Pedernera era un militante, al que también fue sacado de su domicilio brutalmente, que terminó con su muerte.
Los cuatro están en proceso de beatificación en el Vaticano.
También debe recordarse que el asesinato de Angelelli pretendió ser presentado como un accidente del vehículo en el que regresaba el obispo. El tiempo puso las cosas en su lugar, porque la investigación que se realizó llegó a determinar que fue un asesinato pergeñado por el proceso, a través del comodoro Estrella y el general Menéndez, quienes fueron condenados por ese crimen.
"Con motivo de la beatificación de Enrique Angelelli, Carlos Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera, el padre Pablo Pastrone pone en diálogo el contexto histórico general en que vivieron los mártires riojanos, propone una sencilla contemplación de la obra de Dios en ellos y a la vez nos ayuda a rezar desde las Bienaventuranzas con frases de nuestros mártires y con hermosos textos de monseñor Angelelli en donde desbordaba su mirada de pastor bueno, comprometido con la vida de su pueblo.
Si poner un oído en el Evangelio y el otro en el pueblo era el camino necesario que nos indicaba monseñor Angelelli con su vida y su palabra, esta pequeña obra nos pide poner un o`´ido en el corazón de los cuatro mártires para dejar que Dios nos hable en sus latidos fuertes, serenos, valientes, fieles... que al modo de la caja riojana vibran expresando vida: vida en abundancia, justicia y paz".
El autor es sacerdote de la arquidiócesis de La Plata, doctor en teología por la Universidad Católica Argentina, docente, director del Archivo Histórico arquidiocesano de La Plata y miembro de la junta de Historia Eclesiástica Argentina por la provincia de Buenos Aires.
La invitación a la presentación del libro está abierta a todo el público.
Vale agregar que monseñor Enrique Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976 en punta de los llanos, cuando regresaba del Chamical, donde había estado investigando los asesinatos de dos sacerdotes: los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y que el laico Wenceslao Pedernera fue asesinado días después.
Era pleno desarrollo de la dictadura del proceso de reorganización nacional y el obispo de La Rioja, el querido Pelado Angelelli, molestaba al régimen porque se había atrevido a investigar la muerte de los citados sacerdotes. Y Pedernera era un militante, al que también fue sacado de su domicilio brutalmente, que terminó con su muerte.
Los cuatro están en proceso de beatificación en el Vaticano.
También debe recordarse que el asesinato de Angelelli pretendió ser presentado como un accidente del vehículo en el que regresaba el obispo. El tiempo puso las cosas en su lugar, porque la investigación que se realizó llegó a determinar que fue un asesinato pergeñado por el proceso, a través del comodoro Estrella y el general Menéndez, quienes fueron condenados por ese crimen.
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