FIN DE AÑO: APOSTANDO A LA ESPERANZA

En minutos nomás el año 2018 dirá adiós, como lo está haciendo en todo el mundo, y desde las 24 será en nuestro país.
A la hora de hablar del año que termina, la realidad, que es la única verdad, muestra una gran cantidad de dificultades que pasan por falta de empleo, desocupación, alto índice de inflación, pérdida del poder adquisitivo del salario, jubilaciones magras, descenso del crecimiento, incremento de la deuda externa... etcétera, etcétera.
En fin, un combo explosivo que justifica los rostros de desazón, incertidumbre, descreimiento....
De todas maneras cuando a las doce de la noche se levanten las copas en familia habrá que brindar por un año 2019 que mejore ostensiblemente todas estas pálidas.
Y como el 19 es un año electoral -habrá comicios desde marzo de todo el país- está abierta la posibilidad de evaluar las propuestas y decidirse por la más sostenible.
Ojalá los que se postulen lo hagan con ideas y propuestas, y que dejen de lado grietas, acusaciones, chicanas.
La democracia, el mejor de los sistemas de gobierno, tiene sus falencias y solo se curan esas heridas con más democracia.
Y en cuanto al periodismo, que es el aire que respiramos quienes cultivamos esta página, vale la pena brindar para que siga siendo ese tábano que pica en el poder para reflejar a la comunidad lo que realmente pasa y no lo que algunos pretenden que se diga, aunque no pase.
La apuesta está dirigida a la esperanza, palabra tantas veces bastardeada, que merece ser expuesta en su verdadera dimensión.
FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!

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