SUPERCLASICO: LA LLUVIA DIJO NO...

Decíamos esta mañana, teniendo en cuenta la persistente lluvia, que "se necesitaba tanta agua para apagar tanto fuego". Y el agua caída en cantidades industriales terminó por "apagar" la posibilidad de que el Superclásico, primera final de la Libertadores, se juegue esta tarde.
Al principio, a la hora 13, se postergó la decisión, o por lo menos se pensó que se podía jugar si dejaba de llover. Eso no pasó y hace minutos se decidió, desde la Conmebol, la suspensión, en principio para mañana domingo a las 16.
El pronóstico metereológico dice que seguirá la lluvia, habrá que ver si con la misma intensidad o no.
Claro que la postergación trasladó la ansiedad y toda la parafernalia que genera el Superclásico un día más.
Hoy la tapa del diario deportivo Olé fue color naranja, y con un pedido de disculpas: no estamos capacitados para hacer esta tapa, mañana tendremos revancha".
En principio "esa revancha" será el anuncio de la postergación para este domingo, si Dios y San Pedro lo permiten.
Por cierto, se complican las cosas en materia de seguridad, teniendo en cuenta que mañana hay partidos de la Superliga. Hoy solo juegan, en Santa Fe, Colón y Estudiantes de La Plata.
Mañana, por ejemplo, el líder Rácing visita a Gimnasia en el bosque platense. En principìo a las 15.30. No se alterarían las cosas, excepto el interés, porque se juega en la ciudad de las diagonales.
Antes, a las 11, Huracán recibe a Godoy Cruz, y a las 13.15, en Avellaneda, Independiente es anfitrión de Belgrano . A las 17.45 está programado el clásico del sur, en Bánfield, el taladro y Lanús. Y a las 20, debían jugar Vélez-San Lorenzo, pero ya se adelantó que fue postergado.
En todo caso habrá que estar atentos porque algunas especies aseguran que hay reuniones en el ámbito de la Superliga para decidir los pasos a seguir, incluso la suspensión de los partidos de mañana o de algunos.

LA VENGANZA
SERA TERRIBLE

En nota del colega Sebastián Díaz al periodista, escritor y animador, Alejandro Dolina, manifiesto hincha de River, el entrevistado asegura que "nadie quiere jugar" el Superclásico. Y asegura que el que gana vive la gloria, y el que pierde no saca más de encima la derrota.
En otro momento dice que "cuando termine este asunto, va a haber mucha gente infeliz... Nunca ocurrió que un partido de mano a mano ponga en juego tantas cosas. Llega esta final en un punto en el que la rivalidad está muy alta, con un país con dificultades y que no es tan tranquilo. El clásico, en este momento, no ayuda. En el fondo, nadie quiere jugar este partido".

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