La directora Mónica Driollet, de la obra El cerco de Leningrado, de José Sanchis Sinisterra -se presenta en Casa de Arte Doña Rosa, Colón 279, Quilmes el sábado a las 21 y el domingo a las 20-, se refirió al teatro independiente en el país y expresó que "hoy más que nunca, por la profunda crisis que atraviesa, se constituye naturalmente en la trinchera desde la creación no solo resiste, sobrevive y crece.
Agrega que "estamos a 20 kilómetros de Buenos Aires (capital), somos un pueblo y una ciudad y esa dualidad nos da una identidad de la cual el arte local da cuenta y este proyecto demuestra.
Señala que se ha propuesto "armar un mecanismo teatral que se encuentra amenazado y reacciona en su defensa. He trabajado con el método de la improvisación guiada y una predisposición actoral a la investigación teatral, por parte de las actrices, Patricia Santi y Sandra Amoroso, versátiles, intensas y conmovedoras, fundamentales en la construcción de la puesta en escena.
El dispositivo escénico se despliega desde el vacío del escenario (como último reducto para vivir y resistir) a la escritura actoral a través de objetos y vestuarios.
Es una propuesta intimista que observa la profunda relación entre estas dos mujeres entre sí y con el teatro en términos físicos y metafóricos y que a la luz de una mirada actual, intensifica y por qué no reivindica la energía femenina, como motor en las luchas y el sostenimiento de las utopías.
Agrega que "estamos a 20 kilómetros de Buenos Aires (capital), somos un pueblo y una ciudad y esa dualidad nos da una identidad de la cual el arte local da cuenta y este proyecto demuestra.
Señala que se ha propuesto "armar un mecanismo teatral que se encuentra amenazado y reacciona en su defensa. He trabajado con el método de la improvisación guiada y una predisposición actoral a la investigación teatral, por parte de las actrices, Patricia Santi y Sandra Amoroso, versátiles, intensas y conmovedoras, fundamentales en la construcción de la puesta en escena.
El dispositivo escénico se despliega desde el vacío del escenario (como último reducto para vivir y resistir) a la escritura actoral a través de objetos y vestuarios.
Es una propuesta intimista que observa la profunda relación entre estas dos mujeres entre sí y con el teatro en términos físicos y metafóricos y que a la luz de una mirada actual, intensifica y por qué no reivindica la energía femenina, como motor en las luchas y el sostenimiento de las utopías.
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