El obispo de Quilmes, Carlos Tissera, con motivo del día de la Madre envió este saludo, señalando que "queremos hacernos eco de las palabras del siervo de Dios, el padre obispo Jorge Novak.
La imagen de la Madre sintetiza altísimos valores culturales, morales y espirituales. Valores culturales, porque la maternidad asumida y realizada impregna las relaciones sociales de energías de tolerancia y aceptabilidad superiores a las fuerzas que contraponen y tienden a disgregar la comunidad. Valores morales, porque el amor de una madre es todo donación, todo servicio, todo entrega sin límites y colabora en construir un mundo solidario. Valores espirituales porque la madre está animada de un espíritu de fe, esperanza y caridad que inyecta en la historia la capacidad para el heroísmo.
Y alegrarnos de la felicidad de las mamás que pueden disfrutar del cariño y gratitud de sus seres queridos. El padre obispo Jorge decía que "!lo tienen bien merecido por la vida que engendraron, por la educación que impartieron, por el ejemplo que dejaron grabado en la memoria del corazón de sus hijos!".
Deseamos que nuestro saludo afectuoso llegue a todas las mujeres, las biológicas y del corazón, y a aquellas mujeres que tienen el intenso deseo de ser madres. Y de un modo particular a las mamás que sufren dolencias físicas o espirituales, que están en soledad, que están viviendo dificultades. A todas les aseguramos nuestra oración confiada al Señor.
También queremos recordar a las madres que están gozando de la vida eterna, que permanecen bien presentes en el recuerdo cariñoso de sus hijos y en las enseñanzas que han regalado.
Que la Santísima Virgen María, Madre de Jesús y Madre nuestra cuide con ternura a sus hijas promotoras de vida, pilares fundamentales de la familia. !Dios las bendiga!".
Firman el obispo Tissera y el obispo auxiliar, Marcelo Julián (Maxi) Margni.
La imagen de la Madre sintetiza altísimos valores culturales, morales y espirituales. Valores culturales, porque la maternidad asumida y realizada impregna las relaciones sociales de energías de tolerancia y aceptabilidad superiores a las fuerzas que contraponen y tienden a disgregar la comunidad. Valores morales, porque el amor de una madre es todo donación, todo servicio, todo entrega sin límites y colabora en construir un mundo solidario. Valores espirituales porque la madre está animada de un espíritu de fe, esperanza y caridad que inyecta en la historia la capacidad para el heroísmo.
Y alegrarnos de la felicidad de las mamás que pueden disfrutar del cariño y gratitud de sus seres queridos. El padre obispo Jorge decía que "!lo tienen bien merecido por la vida que engendraron, por la educación que impartieron, por el ejemplo que dejaron grabado en la memoria del corazón de sus hijos!".
Deseamos que nuestro saludo afectuoso llegue a todas las mujeres, las biológicas y del corazón, y a aquellas mujeres que tienen el intenso deseo de ser madres. Y de un modo particular a las mamás que sufren dolencias físicas o espirituales, que están en soledad, que están viviendo dificultades. A todas les aseguramos nuestra oración confiada al Señor.
También queremos recordar a las madres que están gozando de la vida eterna, que permanecen bien presentes en el recuerdo cariñoso de sus hijos y en las enseñanzas que han regalado.
Que la Santísima Virgen María, Madre de Jesús y Madre nuestra cuide con ternura a sus hijas promotoras de vida, pilares fundamentales de la familia. !Dios las bendiga!".
Firman el obispo Tissera y el obispo auxiliar, Marcelo Julián (Maxi) Margni.
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