En el Centenario, Quilmes empató 1 a 1 con el lobo mendocino, Gimnasia. Abrió la cuenta Cucchi para el visitante de penal a los 27´ del primer tiempo. En el segundo, también a los 27´ igualó Juan Imbert.
Para Quilmes fue una película: Nazareno, por el árbitro (Arasa), fue Cruz, porque un error del arquero Bilbao -tuvo alguna que otra falla más, haciendo pensar que en una de esas se puede recurrir al joven Marcos Ledesma, que espera su oportunidad- derivó en la jugada en que el árbitro, Nazareno Arasa, sancionó penal (una acción que dejó buenas dudas) y que Cucchi se encargó de concretar.
Gimnasia de Mendoza se aferró a la victoria primero y mucho más cuando quedó con 10 por la expulsión de Brundo -había entrado por Bazán-.
El ingreso de Verón Lupi le dio algo más de dinámica al Cervecero, y a los pocos minutos, de cabeza dio el pase para que también de cabeza empatara Juan Imbert.
De todas maneras el Cervecero dejó bastante que desear. No encontró nunca el juego, y así lo reconoció el propio técnico Marcelo Fuentes tras el partido.
"Nos faltó volumen de juego" sentenció, resaltando que lo buscaban con Juan Imbert y con Mauro Bellone, pero nunca lograron producirlo y por el equipo apareció bastante partido y desorientado.
Los cambios del entretiempo -Blanco por Larrea- y durante el segundo tiempo -ingresaron Verón Lupi y Bruera por un intrascendente Anselmo- no llegaron a conformar el propósito del técnico de encontrar volumen de juego. Sin embargo alcanzaron para generar pocas situaciones, una de las que derivó en el gol de Imbert.
Quilmes quedó en deuda con su gente. El técnico Fuentes señaló que seguirá buscando variantes para hallar ese volumen de juego que le falta al equipo. Para eso, ahora tendrá tiempo de trabajo porque recién el Cervecero visitará Villa Dálmine en Campana en el fin de semana del 19 al 22 de octubre.
Gimnasia de Mendoza, con un técnico mañero y experimentado, como el Chaucha Bianco supo aprovechar la oportunidad que le brindó el rival y comprometió la suerte quilmeña, que si bien llegó al empate, mostró falencias a la hora de llegar al arco del lobo mendocino.
Con un hombre de menos todo el segundo tiempo el visitante, que ganaba 1 a 0, se encargó de hacer tiempo continuamente y contó con un árbitro que, como dijo el técnico de Quilmes, generó irritabilidad en ambos elencos con sus fallos.
No impuso autoridad, sacó amarillas que no correspondían e ignoró otras, dio la impresión de circular por la fina cornisa de que el partido podía irse de las manos y dejó mucho que desear. Incluso en el penal que cobró, que dejó bastantes dudas y hasta en el jugador expulsado, Brundo, porque dio la sensación que la tarjeta debió ser para Cucci, quien puso de manifiesto un show personal interesante, con buen juego -en Mendoza hablan de "la joyita"- pero también con muchas mañas que a veces irritan o exasperan.
Por eso el hincha quilmeño se fue con un gusto amargo. El punto al final se celebra porque en el último minuto un tiro de Bauza dio en el palo, hubiera sido derrota injusta pero derrota al fin. Tampoco era justo que el visitante se fuera con las manos vacías, ya que Quilmes insinuó más de lo que produjo.
En síntesis, buscamos el título de una película de Leonardo Favio, jugamos con las palabras, y dejamos picando la idea de Nazareno, por el árbitro y sus incongruencias, Cruz, por el error de Bilbao que llevó a un penal discutible... y el Lobo, apodo con el que se conoce a todos los Gimnasia, en este caso el de Mendoza, que se fue festejando el punto como si fuera una victoria.
LOS EQUIPOS
QUILMES (1): Bilbao; Lozano, López, Ortiz, Lluy; Max, Larrea, Bellone, Imbert; Ramírez y Anselmo. DT Marcelo Fuentes. Suplentes: Ledesma, Mieres, Cardozo, Verón Lupi, Zabala, Blanco y Bruera.
GIMNASIA DE MENDOZA (1): Marchiori; Gabriel Fernández, Lucas Fernández, Márquez, Aguirre; Velázquez, García, Cortizo, Bazan; Cucchi y Morales. DT José María Bianco. Suplentes: Lugo, Brundo, Castillo, Oga, Bauz, López y Espinosa.
Arbitro: Nazareno Arasa.
Goles: PT, 27` Cucchi (G) y ST, 27´ Imbert (Q).
Cambios: en Quilmes, Blanco por Larrea, Verón Lupi por Ramírez y Bruera por Anselmo. En Gimnasia de Mendoza, Brundo por Bazan, Castillo por Morales y Bauza por García.
Para Quilmes fue una película: Nazareno, por el árbitro (Arasa), fue Cruz, porque un error del arquero Bilbao -tuvo alguna que otra falla más, haciendo pensar que en una de esas se puede recurrir al joven Marcos Ledesma, que espera su oportunidad- derivó en la jugada en que el árbitro, Nazareno Arasa, sancionó penal (una acción que dejó buenas dudas) y que Cucchi se encargó de concretar.
Gimnasia de Mendoza se aferró a la victoria primero y mucho más cuando quedó con 10 por la expulsión de Brundo -había entrado por Bazán-.
El ingreso de Verón Lupi le dio algo más de dinámica al Cervecero, y a los pocos minutos, de cabeza dio el pase para que también de cabeza empatara Juan Imbert.
De todas maneras el Cervecero dejó bastante que desear. No encontró nunca el juego, y así lo reconoció el propio técnico Marcelo Fuentes tras el partido.
"Nos faltó volumen de juego" sentenció, resaltando que lo buscaban con Juan Imbert y con Mauro Bellone, pero nunca lograron producirlo y por el equipo apareció bastante partido y desorientado.
Los cambios del entretiempo -Blanco por Larrea- y durante el segundo tiempo -ingresaron Verón Lupi y Bruera por un intrascendente Anselmo- no llegaron a conformar el propósito del técnico de encontrar volumen de juego. Sin embargo alcanzaron para generar pocas situaciones, una de las que derivó en el gol de Imbert.
Quilmes quedó en deuda con su gente. El técnico Fuentes señaló que seguirá buscando variantes para hallar ese volumen de juego que le falta al equipo. Para eso, ahora tendrá tiempo de trabajo porque recién el Cervecero visitará Villa Dálmine en Campana en el fin de semana del 19 al 22 de octubre.
Gimnasia de Mendoza, con un técnico mañero y experimentado, como el Chaucha Bianco supo aprovechar la oportunidad que le brindó el rival y comprometió la suerte quilmeña, que si bien llegó al empate, mostró falencias a la hora de llegar al arco del lobo mendocino.
Con un hombre de menos todo el segundo tiempo el visitante, que ganaba 1 a 0, se encargó de hacer tiempo continuamente y contó con un árbitro que, como dijo el técnico de Quilmes, generó irritabilidad en ambos elencos con sus fallos.
No impuso autoridad, sacó amarillas que no correspondían e ignoró otras, dio la impresión de circular por la fina cornisa de que el partido podía irse de las manos y dejó mucho que desear. Incluso en el penal que cobró, que dejó bastantes dudas y hasta en el jugador expulsado, Brundo, porque dio la sensación que la tarjeta debió ser para Cucci, quien puso de manifiesto un show personal interesante, con buen juego -en Mendoza hablan de "la joyita"- pero también con muchas mañas que a veces irritan o exasperan.
Por eso el hincha quilmeño se fue con un gusto amargo. El punto al final se celebra porque en el último minuto un tiro de Bauza dio en el palo, hubiera sido derrota injusta pero derrota al fin. Tampoco era justo que el visitante se fuera con las manos vacías, ya que Quilmes insinuó más de lo que produjo.
En síntesis, buscamos el título de una película de Leonardo Favio, jugamos con las palabras, y dejamos picando la idea de Nazareno, por el árbitro y sus incongruencias, Cruz, por el error de Bilbao que llevó a un penal discutible... y el Lobo, apodo con el que se conoce a todos los Gimnasia, en este caso el de Mendoza, que se fue festejando el punto como si fuera una victoria.
LOS EQUIPOS
QUILMES (1): Bilbao; Lozano, López, Ortiz, Lluy; Max, Larrea, Bellone, Imbert; Ramírez y Anselmo. DT Marcelo Fuentes. Suplentes: Ledesma, Mieres, Cardozo, Verón Lupi, Zabala, Blanco y Bruera.
GIMNASIA DE MENDOZA (1): Marchiori; Gabriel Fernández, Lucas Fernández, Márquez, Aguirre; Velázquez, García, Cortizo, Bazan; Cucchi y Morales. DT José María Bianco. Suplentes: Lugo, Brundo, Castillo, Oga, Bauz, López y Espinosa.
Arbitro: Nazareno Arasa.
Goles: PT, 27` Cucchi (G) y ST, 27´ Imbert (Q).
Cambios: en Quilmes, Blanco por Larrea, Verón Lupi por Ramírez y Bruera por Anselmo. En Gimnasia de Mendoza, Brundo por Bazan, Castillo por Morales y Bauza por García.
Comentarios