CONFERENCIA EPISCOPAL: LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

La Conferencia Episcopal Argentina dio a conocer un documento sobre los movimientos sociales y su compromiso por una patria para todos.
"Si queremos trabajar por la paz social, tenemos que reconocer en primer lugar el valor del otro en cuanto otro y su aporte al bien común. En esta perspectiva, quisiéramos destacar algunos de los aportes de los movimientos sociales. Lo creemos conveniente porque a veces se escuchan distintas voces que los descalifican. Estos movimientos están integrados mayoritariamente por personas humildes y pobres. Y todo lo que de alguna manera fomente el rechazo a los pobres duele en el alma.
Los movimientos sociales, con distintas acciones, han contribuido a que salga la ley de emergencia social, proceso que ha sido muy valioso porque ha logrado visibilizar al pueblo pobre trabajador. Los trabajadores y trabajadoras que luchan diariamente por sobrevivir y lo hacen en el marco de la economía popular. El salario social complementario que reciben estos trabajadores y trabajadoras va rápidamente a la economía real: se invierte en alimentos, en algo de ropa para su familia o en algunos ladrillos para mejorar la propia casa. Obviamente, no se especula con ese poco dinero, ni se deja de pensar primero en el pan para los hijos. El deseo de la inmensa mayoría es tener acceso a un mejor trabajo, por ejemplo en la obra pública o en el ingreso en alguna pyme -que son las que mayoritariamente dan más puestos de trabajo-.
Por otro lado, han posibilitado con su compromiso la ley de integración socio urbana. Es decir, han relevado en un trabajo coordinado con el Estado, junto a otras organizaciones -como Cáritas-, las villas y barrios precarios de nuestra patria. Los ha movilizado esa sabiduría popular que sabe que la tierra es nuestra casa común. Y que toda familia tiene derecho a un pedazo de tierra. Y en ese terreno, tener su techo, ya que familia y vivienda van de la mano. Pero, además, un techo, para que sea hogar, debe tener una dimensión comunitaria, y esta es la preocupación por el barrio.
En estos barrios relevados, en perspectiva histórica, prácticamente no hubo presencia del Estado, y en muchos de ellos se instaló el narcotráfico. Los vecinos y vecinas son los primeros en padecer las consecuencias, en aquello más sagrado que tienen, en sus hijos e hijas. Eso los ha empujado a organizarse y a pensar no solo en sus hijos sino en los de los vecinos. Al encontrar un espacio de participación comunitaria en distintos movimientos sociales, empezaron los caminos de prevención y de asistencia directa.
Donde la mano invisible del mercado con su teoría del derrame nunca termina llegando, porque la copa siempre necesita ofrecer más, donde el Estado a duras penas hace pie y a veces le falta inteligencia para resolver temas concretos. Son muchas veces los movimientos sociales, a través de sus integrantes, los que terminan tendiendo la mano en situaciones de la vida diaria y fortalecen con su presencia el tejido social.
Es imprescindible valorar todo lo que el pueblo pobre trabajador realiza para vivir con dignidad. Su no bajar los brazos, su no renunciar al bien posible en medio de grandes dificultades. Esto merece nuestro compromiso de construir puentes de projimidad, apostando por la cultura del encuentro.
Que la Virgen de Luján nos inspire los caminos para cuidar a nuestra Patria, empezando por los más pobres".

Equipo de sacerdotes de villas de Capital y provincia
Monseñor Gustavo Carrara, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Vicario para la pastoral en villas de CABA.
Padre José María Di Paola, Villa La Cárcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín.
Padre Lorenzo de Vedia, padre Carlos Olivero, padre Gastón Colombres. Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Guillermo Torre, padre José Luis Lozzia, padre Marco Espínola. Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Juan Isasmendi, padre Eduardo Casabal., padre Ignacio Bagattini. Villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Sebastián Sury, padre Damián Reynoso. Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Domingo Rehin. Villa Lanzone. Diócesis de San Martín.
Padre Basílicio Britez. Villa Palaito. Diócesis de San Justo.
Padre Nicolás Angellotti, Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo.
Carlos Morena, Mario Romanín, Alejandro León, Juan Carlos Romanín, Salesianos, Don Bosco. Cecilia Lee, misionera franciscana. Bea Gmiltrowicz. Diócesis de Quilmes.
Padre Rodrigo Valdez. Villa Playón de Chacarita. Arquidiócesis de Buenos Aires..
Padre Martín Carroza. Villa Cildañez. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Pedro Baya Casal, padre Adrián Bennardis. Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Juan Ignacio Pandolfini. Villa La Cava. Diócesis de San Isidro.
Padre Juan Manuel Ortiz de Rozas. San Fernando. Diócesis de San Isidro.
Padre Joquín Giangreco. Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.
Padre Nibaldo Leal. Villa Hidalgo. Diócesis de San Martín.
Padre Franco Punturo. Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Alejandro Seijo. Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Andrés Tocalini. Villa Los Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires.
Padre Omar Mazza. Villa Inta. Arquidiócesis de Buenos Aires.

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