Nicole Nau y Luis Pereyra presentan el espectáculo Se dice de mí. Será el 25 y 26 de setiembre en Frankfurt Hoechst, Alemania.
Y las publicaciones periodísticas del país germano siguen contando la historia de la pareja y de este espectáculo que en Europa cada vez mueve y conmueve.
He aquí una de las notas.
Hace exactamente treinta años una mujer, nacida al lado del Rhin, estaba sentada en el Deutsche Teatro de Munich, fascinada por el espectáculo Tango Argentino. Es hoy en día un pilar en la historia del entusiasmo del tango argentino, no solamente en Alemania.
Nicole Nau, diseñadora gráfica de Dusseldorf, había tomado alguna clase de tango, lo que antes era posible, antes de la globalización.
Discos de pasta, un par de personas, quienes habían tomado clase con los verdaderos bailarines de tango.
Es que la investigación por Internet no existía.
Después de ese espectáculo, ella decide que necesita ir a Buenos Aires para aprender lo que vio.
A la vez, el tango en su hogar casi estaba muerto. Ella aprendió. Era duro. Ha trabajado con mucha entrega.
Treinta años más tarde parte hacia Alemania. Rodea la delgada figura como reina del tango argentino.
El estado saca sellos postales con su imagen.
Más adelante dice Nicole: "Muchas veces nos sentimos como los últimos mohicanos, queriendo salvar una danza, que se alimente desde la raíz, que viví del concepto de la danza, espacio, movimiento, tiempo. Una danza que se basta a sí misma y completamente puede abstenerse y renunciar todo tipo de caprichos"..
Esa escuela antigua de cual está formado Luis Pereyra, esa escuela que el se entrega a todos aquellos quienes trabajan con el.
Hace mucho que ellos ya no solo están fascinados y trabajando en el tango. Tratan de entregar toda la historia de la danza y de la música argentina a un público, que muchas veces ni siquiera en su propio país sabe algo o mucho de sus danzas del norte de Argentina, de la tradiciones nativas y de las tradiciones indígenas que mucho tiejpo fue reprimida.
La charera, el gato, la zamba, los bailes inspirada en la tierra de los gauchos, donde bailarines se transforman con la boleadoras en balas de percusión, la poesía de Atahualpa Yupanqui, todo eso ha marcado mucho a Luis Pereyra quien mismo lleva sangre de indígena.
Ahora mismo, directamente después de la premier mundial, el estreno absoluto de Se dice de mi, la compañía llega a Frankfurt Hoeschst.
Se trata de la historia de Pereyra y de la de Nau-Pereyra, o, mejor dicho, de lo que se puede contar en bailes y música.
"Esta vez todo trata de la carrera de Luis, de su trayectoria, de lo que vivió. Cómo llega al baile, en vez de cómo estaba previsto, estrenarlo como arquero en un equipo de fútbol profesional" explica Nau.
Pero hubiese sido una pena enorme, porque ese niño pródigo de una familia humilde del noroeste de Argentina, allí de esa provincia Santiago, que ha estudiado ballet, danza moderna, folklore y tango, ha subido al escenario muy joven -el tango, cual debutó a los diez años frente a público, los dos lo ponen ahora como apertura del espectáculo.
De allí siguen hacia la profundidad de las tradiciones, a cuales se dedica desde hace mucho como bailarín, pero también como músico, y autor, porque les dio música a poesías de Yupanqui, por ejemplo, como cantor y autor.
Y cuando Nau Pereyra bailan con los pañuelos de los gauchos, se ve cuánto logrado puede ser una relación de vida y de la danza, no solamente en el tango impactan como unión, cuando bailan. Una unión cual Nau siempre y otra y otra vez evoca, implora y afirma. Sin embargo, vuelan los trapos, como se dice en alemán, cuando dos artistas, dos orígenes socioculturales están puestos en un nuevo equilibro.
Su propia niñez traumática, con una madre enferma de alcoholismo, y su camino lo escribe Nau en su libro Baila tango con la vida.
Ahora habla en Se dice de mi, quizás más Pereyra, pero en realidad siempre es un nosotros.
Y las publicaciones periodísticas del país germano siguen contando la historia de la pareja y de este espectáculo que en Europa cada vez mueve y conmueve.
He aquí una de las notas.
Hace exactamente treinta años una mujer, nacida al lado del Rhin, estaba sentada en el Deutsche Teatro de Munich, fascinada por el espectáculo Tango Argentino. Es hoy en día un pilar en la historia del entusiasmo del tango argentino, no solamente en Alemania.
Nicole Nau, diseñadora gráfica de Dusseldorf, había tomado alguna clase de tango, lo que antes era posible, antes de la globalización.
Discos de pasta, un par de personas, quienes habían tomado clase con los verdaderos bailarines de tango.
Es que la investigación por Internet no existía.
Después de ese espectáculo, ella decide que necesita ir a Buenos Aires para aprender lo que vio.
A la vez, el tango en su hogar casi estaba muerto. Ella aprendió. Era duro. Ha trabajado con mucha entrega.
Treinta años más tarde parte hacia Alemania. Rodea la delgada figura como reina del tango argentino.
El estado saca sellos postales con su imagen.
Más adelante dice Nicole: "Muchas veces nos sentimos como los últimos mohicanos, queriendo salvar una danza, que se alimente desde la raíz, que viví del concepto de la danza, espacio, movimiento, tiempo. Una danza que se basta a sí misma y completamente puede abstenerse y renunciar todo tipo de caprichos"..
Esa escuela antigua de cual está formado Luis Pereyra, esa escuela que el se entrega a todos aquellos quienes trabajan con el.
Hace mucho que ellos ya no solo están fascinados y trabajando en el tango. Tratan de entregar toda la historia de la danza y de la música argentina a un público, que muchas veces ni siquiera en su propio país sabe algo o mucho de sus danzas del norte de Argentina, de la tradiciones nativas y de las tradiciones indígenas que mucho tiejpo fue reprimida.
La charera, el gato, la zamba, los bailes inspirada en la tierra de los gauchos, donde bailarines se transforman con la boleadoras en balas de percusión, la poesía de Atahualpa Yupanqui, todo eso ha marcado mucho a Luis Pereyra quien mismo lleva sangre de indígena.
Ahora mismo, directamente después de la premier mundial, el estreno absoluto de Se dice de mi, la compañía llega a Frankfurt Hoeschst.
Se trata de la historia de Pereyra y de la de Nau-Pereyra, o, mejor dicho, de lo que se puede contar en bailes y música.
"Esta vez todo trata de la carrera de Luis, de su trayectoria, de lo que vivió. Cómo llega al baile, en vez de cómo estaba previsto, estrenarlo como arquero en un equipo de fútbol profesional" explica Nau.
Pero hubiese sido una pena enorme, porque ese niño pródigo de una familia humilde del noroeste de Argentina, allí de esa provincia Santiago, que ha estudiado ballet, danza moderna, folklore y tango, ha subido al escenario muy joven -el tango, cual debutó a los diez años frente a público, los dos lo ponen ahora como apertura del espectáculo.
De allí siguen hacia la profundidad de las tradiciones, a cuales se dedica desde hace mucho como bailarín, pero también como músico, y autor, porque les dio música a poesías de Yupanqui, por ejemplo, como cantor y autor.
Y cuando Nau Pereyra bailan con los pañuelos de los gauchos, se ve cuánto logrado puede ser una relación de vida y de la danza, no solamente en el tango impactan como unión, cuando bailan. Una unión cual Nau siempre y otra y otra vez evoca, implora y afirma. Sin embargo, vuelan los trapos, como se dice en alemán, cuando dos artistas, dos orígenes socioculturales están puestos en un nuevo equilibro.
Su propia niñez traumática, con una madre enferma de alcoholismo, y su camino lo escribe Nau en su libro Baila tango con la vida.
Ahora habla en Se dice de mi, quizás más Pereyra, pero en realidad siempre es un nosotros.
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