POETANGOS, CON NORBERTO FERRANDO


El viernes 14 a las 20 en la Casa de la Cultura, Rivadavia y Sarmiento, se presenta el espectáculo Poetangos, con el actor y recitador Norberto Ferrando. La entrada es libre y gratuita.
Poetangos, donde la voz del excelente actor y recitador Norberto Ferrando permite ver la poesía en cuerpo y alma.
Un espectáculo que emociona y llega directo al corazón.
Dirección de Alejandro Casagrande, que siempre asombra con la belleza y profesionalidad de sus producciones.
Poetangos es un espectáculo que todos merecemos. Con una clara y sensible música de fondo, se escucha a Dino Saluzzi, el Tata Cedrón, Astor Piazzolla, Rodolfo Mederos, Juan José Mosalini tal vez y algo de temas musicales de películas como La lista de Schindler y La vida es bella, para acompañar los versos que van llegando y fluyen como un río. Y cómo acompaña la poesía ese bandoneón amigo que nació para hacer unta con los versos.
Norberto Ferrando, caminador como el Juancito de la historia, camina el escenario y nos capta con la belleza del poema.
Allí cobran vida Rául González Tuñón, Armando Discépolo, Belisario Roldán, Mauricio Kartún. González Tuñón se pasea recitando Arrabal de niebla, El barrio, Poetango de la Belle Epoque y el hermoso Lluvia, que tal vez sea el más profundo y bello de los poemas de amor, entre otros.
Llegarán también al escenario, sentado en una mesa que quizás sea de un bar, o de una casa de inmigrantes, que sufren el paso de la vida y la lejanía de las tierras que dejaron atrás, un Stéfano, tal cual es, tal cual siente, tal cual lo escribió Armando Discépolo, con la misma nostalgia, con la misma carnadura. Vendrá también Belisario Roldán desde El rosal delas ruinas, con un fragmento bello que tal vez sea bello como un brote de ese rosal florido.
Kartún hará lo suyo: traerá un fragmento de su obra El Partener. Y para terminar un Poema para un niño que habla con las cosas, también en la voz de Ferrando, también en el alma de Rául González Tuñón.
Bello, muy bello es el poema cuando se escapa de los libros y vuela en el cuerpo y el alma del recitador, como es el caso del excelente trabajo de Norberto Ferrando.
Algo especial protagonista del presente se emocionó sobre el final, y alguna lágrima cayó. La poesía huyó de los libros y llegó a nosotros, porque estaba escrita para nosotros. Solo debía tomar cuerpo, forma y voz.

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