Se realizó la misa por los educadores de la diócesis de Quilmes y la entrega de las menciones Padre obispo Jorge Novak al educador en la catedral de Quilmes con la presencia del padre obispo Carlos José Tissera y docentes de las escuelas de Florencio Varela, Berazategui y Quilmes.
El padre obispo Tissera rezó la misa junto con sacerdotes y diáconos de la diócesis, y a su finalización, junto con el director de la Junta Regional de Educación Católica de Quilmes, Julio Balquinta, entregó las menciones a los educadores de las comunidades de la diócesis que encarnan en su práctica los valores que promovió el padre obispo Novak.
Durante la misa, la imagen de la Virgen de Luján que peregrinó por los colegios de la diócesis de Quilmes ingresó en procesión, y se recordó a los educadores que ya no están entre nosotros y que han anunciado el reino de Dios en cada colegio.
Monseñor Tissera agradeció "la vocación que abraza cada educador que da lo mejor de sí para sembrar en los corazones de los chicos y chicas".
Además retomó las palabras del Papa Francisco en la necesidad de recuperar el pacto educativo que hoy está roto entre familia, escuela y Estado, con una complicidad solidaria, y de educar en un estilo de vida con actitud de cuidado de la casa común.
El obispo de Quilmes dijo también: "El sol nunca se apaga, a veces se esconde; el docente es como el sol, pues muchos no ven su trabajo constante pero siempre irradian su luz".
Y afirmó que "la educación es el mejor servicio que se le puede prestar a la sociedad, y es la base de toda transformación".
Sobre el final de la misa, el obispo Tissera regaló tres árboles a los profesorados Manuel Belgrano de Berazategui, Santa Lucía de Florencio Varela, y Perpetuo Socorro, que fueron llevados en procesión desde la tumba de Novak, y que simbolizan que sus raíces sigan presentes en los lugares de formación de los docentes.
El padre obispo Tissera rezó la misa junto con sacerdotes y diáconos de la diócesis, y a su finalización, junto con el director de la Junta Regional de Educación Católica de Quilmes, Julio Balquinta, entregó las menciones a los educadores de las comunidades de la diócesis que encarnan en su práctica los valores que promovió el padre obispo Novak.
Durante la misa, la imagen de la Virgen de Luján que peregrinó por los colegios de la diócesis de Quilmes ingresó en procesión, y se recordó a los educadores que ya no están entre nosotros y que han anunciado el reino de Dios en cada colegio.
Monseñor Tissera agradeció "la vocación que abraza cada educador que da lo mejor de sí para sembrar en los corazones de los chicos y chicas".
Además retomó las palabras del Papa Francisco en la necesidad de recuperar el pacto educativo que hoy está roto entre familia, escuela y Estado, con una complicidad solidaria, y de educar en un estilo de vida con actitud de cuidado de la casa común.
El obispo de Quilmes dijo también: "El sol nunca se apaga, a veces se esconde; el docente es como el sol, pues muchos no ven su trabajo constante pero siempre irradian su luz".
Y afirmó que "la educación es el mejor servicio que se le puede prestar a la sociedad, y es la base de toda transformación".
Sobre el final de la misa, el obispo Tissera regaló tres árboles a los profesorados Manuel Belgrano de Berazategui, Santa Lucía de Florencio Varela, y Perpetuo Socorro, que fueron llevados en procesión desde la tumba de Novak, y que simbolizan que sus raíces sigan presentes en los lugares de formación de los docentes.
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