El 30 de setiembre hace recordar a otros tiempos en el Congreso Nacional. Antes de la reforma constitucional, por la convención de Santa Fe de 1994, un día como hoy era el del cierre del período ordinario de sesiones.
Por tal motivo ambas Cámaras legislativas -Senado y Diputados- tenían una intensa labor hasta la hora 24 en que finalizaba el período y donde todos los legisladores intentaban aprobar lo más dentro de lo posible, para evitar tener que esperar un año más.
Porque después del período ordinario solo había que esperar que el Ejecutivo llame a extraordinarias, aunque en este caso era simplemente para tratar los temas que le interesaban al presidente de turno. O de lo contrario, soñar con la prórroga de las sesiones ordinarias, para lograr la aprobación de algún proyecto.
Los taquígrafos del Congreso nacional, fundamentalmente los que están en el Cuerpo desde antes del 94, recuerdan de una manera especial un día como hoy, 30 de setiembre.
Por tal motivo ambas Cámaras legislativas -Senado y Diputados- tenían una intensa labor hasta la hora 24 en que finalizaba el período y donde todos los legisladores intentaban aprobar lo más dentro de lo posible, para evitar tener que esperar un año más.
Porque después del período ordinario solo había que esperar que el Ejecutivo llame a extraordinarias, aunque en este caso era simplemente para tratar los temas que le interesaban al presidente de turno. O de lo contrario, soñar con la prórroga de las sesiones ordinarias, para lograr la aprobación de algún proyecto.
Los taquígrafos del Congreso nacional, fundamentalmente los que están en el Cuerpo desde antes del 94, recuerdan de una manera especial un día como hoy, 30 de setiembre.
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