No habrá amistoso para Quilmes: porque se iba a jugar mañana con Los Andes y fue suspendido, y también se suspendió el amistoso con Nueva Chicago que se iba a realizar el sábado.
Quilmes debutará el fin de semana del 25 de agosto cuando se largue el torneo de la primera B Nacional, visitando a Atlético de Rafaela. El primer partido de local será precisamente con Los Andes en el estadio Centenario.
Según lo que marcó el fixture, el Cervecero tendrá que viajar bastante: dos veces a Santiago del Estero, para jugar con Central Córdoba y Mitre; a Jujuy para enfrentar a Gimnasia; a Córdoba para cotejar con Instituto; a Madryn para visitar a Almirante Brown de la ciudad patagónica.
Hay quienes se quejan por los viajes, pero se supone que en el caso de Santiago del Estero y Jujuy al menos serán por avión, máxime cuando ahora hay pasajes de low cost.
Es cierto que no fue beneficioso el fixture, por los partidos de visitante, pero la realidad, que es la única verdad, dice que el torneo hay que jugarlo y que solo habrá un descenso por línea, es decir uno entre los metropolitanos y otro entre los del interior, y por promedio.
Si entre 13 ó 14 elencos directamente afiliados se termina en el último lugar, entonces habrá que entender que el descenso es inevitable y se ganó ese lamentable derecho u obligación.
Será importante entonces sumar de a tres en casa, y tratar de atrapar lo más dentro de lo posible cada vez que se juegue en el interior, con lo que eso significa, una multitud en contra, árbitros a veces algo localistas, etcétera.
Pero este es el fútbol del principal torneo del Ascenso argentino, un certamen que hasta hace muy poco no iba a tener descensos, según lo aseguraban los principales referentes de la categoría y el propio titular de AFA, Chiqui Tapia, que también es dirigente del ascenso (presidente de Barracas Central).
Quilmes debutará el fin de semana del 25 de agosto cuando se largue el torneo de la primera B Nacional, visitando a Atlético de Rafaela. El primer partido de local será precisamente con Los Andes en el estadio Centenario.
Según lo que marcó el fixture, el Cervecero tendrá que viajar bastante: dos veces a Santiago del Estero, para jugar con Central Córdoba y Mitre; a Jujuy para enfrentar a Gimnasia; a Córdoba para cotejar con Instituto; a Madryn para visitar a Almirante Brown de la ciudad patagónica.
Hay quienes se quejan por los viajes, pero se supone que en el caso de Santiago del Estero y Jujuy al menos serán por avión, máxime cuando ahora hay pasajes de low cost.
Es cierto que no fue beneficioso el fixture, por los partidos de visitante, pero la realidad, que es la única verdad, dice que el torneo hay que jugarlo y que solo habrá un descenso por línea, es decir uno entre los metropolitanos y otro entre los del interior, y por promedio.
Si entre 13 ó 14 elencos directamente afiliados se termina en el último lugar, entonces habrá que entender que el descenso es inevitable y se ganó ese lamentable derecho u obligación.
Será importante entonces sumar de a tres en casa, y tratar de atrapar lo más dentro de lo posible cada vez que se juegue en el interior, con lo que eso significa, una multitud en contra, árbitros a veces algo localistas, etcétera.
Pero este es el fútbol del principal torneo del Ascenso argentino, un certamen que hasta hace muy poco no iba a tener descensos, según lo aseguraban los principales referentes de la categoría y el propio titular de AFA, Chiqui Tapia, que también es dirigente del ascenso (presidente de Barracas Central).
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