Hugo Ponce adelantó que su obra Un tango para Bach será presentada en el teatro Municipal de Quilmes, Mitre 721, el viernes 2 de noviembre, y los sábados 3 y 10 de ese mismo mes en el Centro Cultural Raíces, Agrelo 3041, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En su página de las redes sociales el autor también adelantó el primer parlamento de ese unipersonal, que hace aterrizar a Bach en Buenos Aires el día de la muerte de Gardel.
Dice así: MUSA: Sebastian, Sebastian, soy yo, tu Musa tanguera, vengo para llevarte a Buenos Aires, al Río de la Plata (Sebastian, ciego, intenta unos movimientos vacilantes): No, no te despertés, todo será un sueño. Te bato la posta: hoy no vas a amanecer en tu casa de Liepzig, sino en un conventillo de La Boca, y no estaremos en este año de 1750, ya muy cerca de tu muerte, sino en 1935.
Shhh, no te rechiflés, Sebastian, vas a tener un órgano en la piecita del convento, o un bandoneón, y partituras y letras de tangos...
Ya vas a ver lo que es el tango, y cómo suena un bandoneón.
Vas a componer mirando el Riachuelo. Si, ya sé que estás ciego, pero acá vas a oder ver como cuando eras un purrete, un chico, ein kind, y no vas a sufrir el dolor de esa brutal operación de cataratas. ¿Qué es el Riachuelo? Ya lo vas a conocer. Vos dejame a mí que en este sueño mando yo.
Tranquilo, Sebastian, tranquilo, seguí torrando un poquito más, tranquilo.. (musita el arrorró).
Arrorroó, Sebastian, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón (comienza a sonar el tango Arrorró de Francisco Lomuto. Sebastian despierta en una pieza de conventillo. Sorprendido se da cuenta de que puede ver. Un poco desconcertado comienza a reconocer el lugar, saluda a doña Pierina, inquilina del conventillo)...
Esto es apenas un poco de lo que viene. Sin duda la propuesta del unipersonal de Hugo Ponce es magnífica y atrapante por donde se la mire. Un tango para Bach, sueño barroco de bulín y conventillo. Unipersonal de Hugo Ponce, con tangos, milongas, arias y títeres arrabaleros.
En su página de las redes sociales el autor también adelantó el primer parlamento de ese unipersonal, que hace aterrizar a Bach en Buenos Aires el día de la muerte de Gardel.
Dice así: MUSA: Sebastian, Sebastian, soy yo, tu Musa tanguera, vengo para llevarte a Buenos Aires, al Río de la Plata (Sebastian, ciego, intenta unos movimientos vacilantes): No, no te despertés, todo será un sueño. Te bato la posta: hoy no vas a amanecer en tu casa de Liepzig, sino en un conventillo de La Boca, y no estaremos en este año de 1750, ya muy cerca de tu muerte, sino en 1935.
Shhh, no te rechiflés, Sebastian, vas a tener un órgano en la piecita del convento, o un bandoneón, y partituras y letras de tangos...
Ya vas a ver lo que es el tango, y cómo suena un bandoneón.
Vas a componer mirando el Riachuelo. Si, ya sé que estás ciego, pero acá vas a oder ver como cuando eras un purrete, un chico, ein kind, y no vas a sufrir el dolor de esa brutal operación de cataratas. ¿Qué es el Riachuelo? Ya lo vas a conocer. Vos dejame a mí que en este sueño mando yo.
Tranquilo, Sebastian, tranquilo, seguí torrando un poquito más, tranquilo.. (musita el arrorró).
Arrorroó, Sebastian, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón (comienza a sonar el tango Arrorró de Francisco Lomuto. Sebastian despierta en una pieza de conventillo. Sorprendido se da cuenta de que puede ver. Un poco desconcertado comienza a reconocer el lugar, saluda a doña Pierina, inquilina del conventillo)...
Esto es apenas un poco de lo que viene. Sin duda la propuesta del unipersonal de Hugo Ponce es magnífica y atrapante por donde se la mire. Un tango para Bach, sueño barroco de bulín y conventillo. Unipersonal de Hugo Ponce, con tangos, milongas, arias y títeres arrabaleros.
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