Francia le ganó a Croacia 4 a 2 -el árbitro argentino Néstor Pitana dio cinco minutos de tiempo adicional- y se está consagrando campeón mundial de fútbol por segunda vez en la historia (hace veinte años logró su primer título).
En un partido intenso, de alternativas cambiantes, el pragmatismo de Francia pudo más que el corazón de los croatas.
Llegó el primer gol francés, en un cabezazo desafortunado de un croata, pero Croacia no se amilanó y fue a buscar su suerte, logrando el merecido empate.
Luego, sobre el cierre de la primera etapa llegó una jugada polémica. Fue mano de un croata dentro del área, Pitana no la vio pero fue advertido y se recurrió al VAR, que llevó al árbitro a decretar el penal, que convirtió Griesman.
En la segunda etapa Croacia estuvo a un tiro del empate, y Francia apeló al contraataque que fue letal, porque en pocos minutos se puso 4 a 1. El descuento de Croacia, tras una desafortunada acción de su arquero, solo le dio un poco más de suspenso al final.
Francia terminó justificando el título en la efectividad de sus contras. Croacia, que por primera vez jugó una final mundial -en su tercer mundial- dejó el alma y el corazón, pero no le alcanzó. De todas maneras el logro es destacadísimo, como para echar por tierra aquella definición de que el segundo puesto no sirve. Sí, sirve, sobre todo cuando se termina el partido habiendo dejado todo en el campo de juego.
A la hora de hacer un balance de este mundial, en el que hubo juego, goles, sorpresas, debe destacarse sin duda el buen juego del tercero, Bélgica, que solo perdió con el campeón pero que se ganó el reconocimiento de todo el mundo del fútbol.
No se sabe quién será proclamado el futbolista del mundial, pero Bélgico lo tiene en su número 10, Hazard, que ayer ante Inglaterra demostró merecer la designación.
¿Se terminará decidiendo por algún jugador del campeón mundial, como Griezman o Fpappé...?
PD: No hay que olvidar que el pragmatismo del campeón mundial afloró en aquel partido que le ganó a una Argentina, que pagó caro sus desaguisados estructurales y que ahora está despidiendo al técnico Sampaoli.
En un partido intenso, de alternativas cambiantes, el pragmatismo de Francia pudo más que el corazón de los croatas.
Llegó el primer gol francés, en un cabezazo desafortunado de un croata, pero Croacia no se amilanó y fue a buscar su suerte, logrando el merecido empate.
Luego, sobre el cierre de la primera etapa llegó una jugada polémica. Fue mano de un croata dentro del área, Pitana no la vio pero fue advertido y se recurrió al VAR, que llevó al árbitro a decretar el penal, que convirtió Griesman.
En la segunda etapa Croacia estuvo a un tiro del empate, y Francia apeló al contraataque que fue letal, porque en pocos minutos se puso 4 a 1. El descuento de Croacia, tras una desafortunada acción de su arquero, solo le dio un poco más de suspenso al final.
Francia terminó justificando el título en la efectividad de sus contras. Croacia, que por primera vez jugó una final mundial -en su tercer mundial- dejó el alma y el corazón, pero no le alcanzó. De todas maneras el logro es destacadísimo, como para echar por tierra aquella definición de que el segundo puesto no sirve. Sí, sirve, sobre todo cuando se termina el partido habiendo dejado todo en el campo de juego.
A la hora de hacer un balance de este mundial, en el que hubo juego, goles, sorpresas, debe destacarse sin duda el buen juego del tercero, Bélgica, que solo perdió con el campeón pero que se ganó el reconocimiento de todo el mundo del fútbol.
No se sabe quién será proclamado el futbolista del mundial, pero Bélgico lo tiene en su número 10, Hazard, que ayer ante Inglaterra demostró merecer la designación.
¿Se terminará decidiendo por algún jugador del campeón mundial, como Griezman o Fpappé...?
PD: No hay que olvidar que el pragmatismo del campeón mundial afloró en aquel partido que le ganó a una Argentina, que pagó caro sus desaguisados estructurales y que ahora está despidiendo al técnico Sampaoli.
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