No pudo ser. La Argentina acaba de perder 4 a 3 con el poderoso Francia y quedó afuera del Mundial de Rusia 2018.
En un partido de alternativas cambiantes, la selección del técnico Jorge Sampaoli volvió a mostrar falencias defensivas que terminaron por costarle la eliminación.
En el partido de las paradojas, Argentina comenzó perdiendo a los 13´ por penal -innecesario por cierto- cometido por Rojo.
La pasó mal el elenco albiceleste después de esa situación pero sobre el final del primer tiempo un bombazo de Di María estableció el transitorio empate.
Curiosamente apenas iniciado el complemento llegó el segundo gol argentino, con una excelente jugada de Di María, que terminó en falta en el costado izquierdo del ataque nacional. De esa pelota parada llegó una buena jugada de Messi, remate y Gabriel Mercado desvió el balón descolocando al arquero francés.
2 a 1 para Argentina, que sonaba a milagro. Y fue Francia el que se encargó de demostrarlo rápidamente, con veloces contraataques -la mejor fórmula con jóvenes delanteros ante una defensa débil- para estirar las cifras a un increíble 4 a 2.
Cuando la suerte estaba echada, se jugaban minutos de descuento, llegó un gran centro de Messi y el cabezazo de Aguero, que ingresó en la segunda etapa por Enzo Pérez, para poner el definitivo 4 a 3. No había tiempo para más, aunque Argentina se mandó a los ponchazos y provocó algo de zozobra en el arco rival.
No alcanzó ni hubiera sido justo el empate. Francia justificó la victoria en el ensamble de equipo. Argentina fue un manojo de individualidades que no supieron ni pudieron mantener el resultado a favor cuando eso se dio.
La experiencia y los años de nuestra selección sucumbieron ante la juventud y la enjundia de un equipo galo que jugó como tal, y tuvo en sus principales arietes la razón para ser justos ganadores de esta eliminatoria.
Argentina se va de Rusia, en todo caso una fecha más de la prevista en un principio.
Se terminó un ciclo, habrá que barajar y dar de nuevo y comenzar a pensar en los juveniles para que dentro de cuatro años en Qatar pueda aparecer un equipo en todo el sentido de la palabra.
El periodismo deportivo -los que sigan en Rusia- tendrán que bancarse a la selección afuera, y olvidarse un poco de los intereses económicos que se juegan en cada mundial.
Un relator sostuvo que el de hoy fue el peor partido de Argentina. Curiosa reflexión de alguien que parece responder a los mandatos de arriba, quizás enojado por los contratos que se firman a nivel selección, AFA y medios.
Se ha terminado un ciclo, de eso no queda ninguna duda. Hay mucho tiempo para evaluar las causas de este final anunciado.
Alguna vez se recurrirá a la planificación, al sentido común, a dar importancia a los juveniles pensando en el largo plazo, como en un momento lo hizo el hoy técnico de Colombia, José Pekerman.
AFA, la selección, el fútbol argentino necesita urgentes cambios de política futbolística. La era Grondona ya fue, se acabaron los padrinos y los amigos del poder.
En un país futbolero como el nuestro -dicen que había más de 20 mil argentinos hoy en Kazán- la principal materia nacional, esa que a todos nos une, mucho más que la política, la economía, lo social, etcétera, exige hoy más que nunca sentido común... Claro, ese que sigue siendo el menos común de los sentidos.
En un partido de alternativas cambiantes, la selección del técnico Jorge Sampaoli volvió a mostrar falencias defensivas que terminaron por costarle la eliminación.
En el partido de las paradojas, Argentina comenzó perdiendo a los 13´ por penal -innecesario por cierto- cometido por Rojo.
La pasó mal el elenco albiceleste después de esa situación pero sobre el final del primer tiempo un bombazo de Di María estableció el transitorio empate.
Curiosamente apenas iniciado el complemento llegó el segundo gol argentino, con una excelente jugada de Di María, que terminó en falta en el costado izquierdo del ataque nacional. De esa pelota parada llegó una buena jugada de Messi, remate y Gabriel Mercado desvió el balón descolocando al arquero francés.
2 a 1 para Argentina, que sonaba a milagro. Y fue Francia el que se encargó de demostrarlo rápidamente, con veloces contraataques -la mejor fórmula con jóvenes delanteros ante una defensa débil- para estirar las cifras a un increíble 4 a 2.
Cuando la suerte estaba echada, se jugaban minutos de descuento, llegó un gran centro de Messi y el cabezazo de Aguero, que ingresó en la segunda etapa por Enzo Pérez, para poner el definitivo 4 a 3. No había tiempo para más, aunque Argentina se mandó a los ponchazos y provocó algo de zozobra en el arco rival.
No alcanzó ni hubiera sido justo el empate. Francia justificó la victoria en el ensamble de equipo. Argentina fue un manojo de individualidades que no supieron ni pudieron mantener el resultado a favor cuando eso se dio.
La experiencia y los años de nuestra selección sucumbieron ante la juventud y la enjundia de un equipo galo que jugó como tal, y tuvo en sus principales arietes la razón para ser justos ganadores de esta eliminatoria.
Argentina se va de Rusia, en todo caso una fecha más de la prevista en un principio.
Se terminó un ciclo, habrá que barajar y dar de nuevo y comenzar a pensar en los juveniles para que dentro de cuatro años en Qatar pueda aparecer un equipo en todo el sentido de la palabra.
El periodismo deportivo -los que sigan en Rusia- tendrán que bancarse a la selección afuera, y olvidarse un poco de los intereses económicos que se juegan en cada mundial.
Un relator sostuvo que el de hoy fue el peor partido de Argentina. Curiosa reflexión de alguien que parece responder a los mandatos de arriba, quizás enojado por los contratos que se firman a nivel selección, AFA y medios.
Se ha terminado un ciclo, de eso no queda ninguna duda. Hay mucho tiempo para evaluar las causas de este final anunciado.
Alguna vez se recurrirá a la planificación, al sentido común, a dar importancia a los juveniles pensando en el largo plazo, como en un momento lo hizo el hoy técnico de Colombia, José Pekerman.
AFA, la selección, el fútbol argentino necesita urgentes cambios de política futbolística. La era Grondona ya fue, se acabaron los padrinos y los amigos del poder.
En un país futbolero como el nuestro -dicen que había más de 20 mil argentinos hoy en Kazán- la principal materia nacional, esa que a todos nos une, mucho más que la política, la economía, lo social, etcétera, exige hoy más que nunca sentido común... Claro, ese que sigue siendo el menos común de los sentidos.
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