HUGO FATTORUSO EN EL CCK

El viernes 15, en sala Argentina, y el sábado 16 de junio en sala Sinfónica, en ambos casos a las 20, en el Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se presenta Hugo Fattoruso.
El viernes se presenta Fattoruso, la película y el sábado será el concierto de piano solo del artista uruguayo.
Hugo Fattoruso es uno de los mayores íconos de la música uruguaya, admirado por artistas de todos los géneros alrededor del mundo, estará presente en junio en el CCK en dos formatos. El viernes, con la proyección del filme, de Santiago Bednari -filme estrenado en Montevideo el año pasado- mientras que el sábado el artista uruguayo ofrecerá un concierto de piano solo.
Ambas movidas son con entrada gratuita.
En cuanto a la película, se apoya en material inédito y en numerosas entrevistas a músicos de la talla de Djavan, Jaime Ross, Fito Páez, Litto Nebbia, Fernando Cabrera, Chico Buarque, León Gieco, Rubén Rada, Milton Nascimento, Hermeto Pascoal, Joao Bosco y Jorge Galemire.
Fattoruso es tal vez el mejor retrato de un artista inclasificable, omnipresente en buena parte de la música popular americana: en el inicio del rock rioplatense con Los Shakers, el jazz rock de OPA, la música de raíz con Rey Tambor, sus discos de jazz con el Trío Fattoruso, sus colaboraciones en el Brasil con Milton, Djavan o Chico Buarque y un etcétera tan extenso y ecléctico que llega hasta nuestros días.
Dice Hugo Fattoruso: "no me gusta mucho verme en la pantalla, pero en lugar de verme a mí miro todo lo que sucede en la película, las personas maravillosas que aparecen. Miro ensayos, actuaciones y un montón de cosas que ni yo conocía, pero me omito. Ese que aparece en la pantalla es otra persona que tiene mi mismo nombre. Lo veo y lo reconozco y mi memoria lo tiene guardado , sí, pero yo estoy esperando a que termine la película porque tengo que tocar, tengo cosas para hacer. Cuando miro para atrás solo puedo agradecer. Todo lo que pasé me permitió estar en contacto con la música y poder sobrevivir con ella. En otros momentos tuve que trabajar como mecánico de motos y aprendiz de mecánico de coches: las cajas de cambios, los motores, las transmisiones... Trabajé como fotógrafo, como mandadero con mi moto. Me la tuve que rebuscar y se pudo pagar el alquiler, así que tá".
Hugo Fattoruso tiene 74 años y vive en Montevideo con su padre Josefina de 95, en la misma casa donde se crió. En su habitación de techos altos y deteriorados se alojan un piano, sus tambores y estanterías repletas de discos. Es allí donde ensaya, medita, estudia y compone.
Durante su extensa carrera como músico cosechó fama y el respeto de sus colegas. Lideró Los Shakers en los años 60, banda fundacional del movimiento del rock en el Río de la Plata.
En los 70 en Nueva York se convirtió en un músico de culto con su grupo OPA y llegó a ser considerado uno de los mejores tecladistas del mundo.
Sin embargo, su esencia bondadosa y desprendida lo llevó a pasar momentos económicos difíciles la mayor parte de su vida, y la música, que tantas felicidades le dio, lo hizo luchar entre el amor hacia su familia y su pasión por el arte.
Luego de varios años viviendo en Brasil con su esposa María de Fátima y dos de sus cuatro hijos, Francisco y Luanda, logra cierta estabilidad económica gracias a sus trabajos con músicos como Djavan, Chico Buarque o Milton Nascimento. Pero en 1989 Hugo decidió regresar a Uruguay, sus deseos de volver a sus raíces e intentar vivir de su propia música fueron más fuertes que el rédito económico.
Con la humildad que lo caracteriza, Hugo camina por los barrios de Montevideo con su vieja campera de cuero y saluda a los vecinos que lo ven pasar. La pérdida de Osvaldo, su hermano y compañero musical en el 2012 hace que hoy más que nunca aproveche cada momento cerca de su madre y ella se convirtió en su mayor preocupación.
Su actividad musical no ha decaído, en la actualidad graba varios discos al mismo tiempo, prepara shows con diferentes formaciones y participa de la obra de innumerables músicos, sin importar si hay dinero o no de por medio
De esta manera logró que su sonido de teclado se arraigue a las raíces musicales de Uruguay.
Esta es una historia de amor hacia la música y hacia la vida misma, develando una filosofía de vida particular, la filosofía de vida de Hugo Fattoruso.

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