TRIPODI SE ATAJO CON MUNICION GRUESA


Emanuel Trípodi dejó Quilmes -la carrera del arquero seguirá en Agropecuario de Carlos Casares- pero antes dejó munición gruesa para la dirigencia, con el agregado de asegurar que si todos hubieran estado en el mismo barco, tirando para adelante, hasta se podría haber ascendido.
"La dirigencia puede quedarse tranquila: ya no tiene más al villano en el club" le dijo el guardavallas a los periodistas que siguen al Cervecero siempre.
Y agregó que lo mejor que podía hacer es dar el paso al costado. "Me molestó mucho lo que se dijo en los últimos días, en los últimos meses. La situación se fue desgastando, y la palabra, algo fundamental, dejó de tener valor. El grupo siempre priorizó lo deportivo, pero es muy difícil cuando del otro lado hay desidia y falta de respeto".
El capitán Cervecero mostró en sus palabras el enojo y criticó a la dirigencia, señalando que "en junio nos subimos al barco con Miguel (Caneo) y Chirola (Sebastián Romero) y ellos se bajaron todos. En los momentos más difíciles no había nadie, estábamos solos... Y las cosas se tienen que decir de frente, no mandar a un amigo, a un periodista o al representante para que te digan: che, te quieren limpiar... No sigo por un montón de cuestiones. El grupo nunca hizo una declaración por el tema económico, pero igualmente atentaron contra la estabilidad del plantel".
Trípodi siguió su perorata con los mismos términos duros y críticos. Incluso subrayó que lo habían expuesto como problemático y quilombero. "Eso no me gusta. Siempre lo hablamos con Marcelo (por el presidente Calello) y la relación con la dirigencia se rompió cuando no cumplieron lo que dijeron, ya que el respeto se gana con credibilidad. Hay que decir la verdad a la gente y cuando tenían que agarrar el timón no quedó nadie.
Trípido siguió abriendo el ventilador y confesó que se había equivocado si pensaba que había un vestuario serio. "No había un vestuario hermético".
No quiso referirse a la designación de Diego Colotto como asesor futbolístico o secretario técnico, un eufemismo por manager. Pero dejó picando el balón: "Entre el sentido de pertenencia que teníamos los tres (por Caneo, Chirola y él) y el otro camino, la dirigencia eligió el otro camino. Nos expusieron y nos usaron. Nos subieron al barco y nos dijeron: nos vemos en junio. Nos dejaron solos. Sentí que nos trajeron para tapar el descenso. Si salía bien, estaba bárbaro, pero salió mal y... sos un camarillero, un conflictivo. Yo no voy a ser la piedra del zapato, pero nos conocemos todos y ellos, a los técnicos con los que hablaron les dijeron que no contaran con Trípodi. Tengo bien claro que no me querían más en el club".
Por último reconoció que para Quilmes se viene un año duro. "Estoy convencido de que la posta en el próximo plantel la tiene que tomar Caneo, no puede ser otro".
Evidentemente, declaraciones fuertes del ex arquero de Quilmes, como para que algún directivo, empezando por el presidente, recoja el guante y le responda.
Incluso Trípodi reconoció que se había equivocado al dar una piña a la pared del vestuario después de aquel primer tiempo con Flandria, que incluso le costó el segundo gol en el complemento. 
En fin, el Quilmes AC, decano del fútbol argentino sigue siendo el que tiene "más problemas que los Pérez García". 
El próximo viernes 1 de junio se cumplen 27 años de uno de los tantos ascensos del club que más ascensos y descensos tiene en el fútbol argentino, la gran mayoría en los últimos 40 ó 50 años. Todo como para que alguna vez gobierne el sentido común, para muchos el menos común de los sentidos.

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