El presidente de Quilmes, Marcelo Calello, habló con El Sol para dar su lectura de la ida del técnico Cervecero, Mario Sciacqua.
El titular del decano del fútbol argentino había adelantado que Sciacqua iba a seguir. Eso fue cuando terminó el torneo para Quilmes, quedándose en la primera B Nacional y según decía, en base a las expresiones del propio técnico.
Sin embargo, Sciacqua se fue a su ciudad natal, Berabebu, Santa Fe, y sostuvo que iba a evaluar la decisión.
Eso alteró un poco los planes y cuando el propio técnico dijo que no seguía, el presidente Calello reconoció que no se mostró sorprendido por la decisión, aunque confiaba en la continuidad.
Calello agregó que el técnico le había dicho que había vivido meses intensos en Quilmes, que quería asumir el desafío de dirigir a un equipo grande como Quilmes pero teniendo en cuenta que le tocó pelear y bailar con la más fe, el desgaste sufrido lo habían llevado a decidir no seguir.
Calello volvió a lo que había dicho en un principio -que el técnico iba a seguir- y afirmó: "Cuando los periodistas me preguntaron por ahí me expresé mal y declaré con entusiasmo. En verdad no sabía qué pasaba, porque Sciacqua recién volvía del partido con Boca Unidos. Me preguntaron y dije: Sciacqua sigue, porque tenía contrato. Hablamos de juntarnos en la semana siguiente porque no iban a entrenar más. Pero en ese momento era el técnico del QAC, porque tenía contrato. Mario se fue a Santa Fe, estuvo con su gente, hablaron y llegó la reunión para charlar sobre el futuro. Y él vino con una decisión tomada".
Se le preguntó al presidente por lo que viene. "En todo orden de la vida para tomar decisiones hay que tener la mayor cantidad de elementos posibles. Todavía no terminó el campeonato de la Superliga ni el de la B Nacional e incluso tampoco se definió toda la B Metropolitana. Aun no sabemos cómo va a ser el campeoanto que viene y tampoco sabemos cuál va a ser el presupuesto. Hay un montón de situaciones, y con el Mundial en medio".
Calello recordó que el próximo torneo empieza en agosto -es decir hay más de tres meses de tiempo- y señaló que hay tiempo para pensar "mucho más que en otras oportunidades, como ocurre cuando se va un técnico y hay que diagramar refuerzos, pretemporada y otras cosas. Ahora hay que estar tranquilos e ir pensando y consensuando internamente un montón de situaciones".
Por último afirmó que "tenemos un club que necesita ser protagonista en la B Nacional. No es lo mismo Quilmes que otros clubes. Si en la tercera fecha no ganás, te putean todos. Acá insultaron hasta a Rodrigo Braña. Me parece que hay que lograr un equilibrio entre lo que se quiere y lo que se puede. No siempre lo que se quiere es lo que se puede".
La nota de Calello con el colega Sebastián Kerle es contundente. Hoy es tiempo de poner la pelota contra el piso, mirar el panorama y tratar de decidir lo mejor dentro de lo posible. No hay que olvidar que el club está en convocatoria de acreedores -aunque la deuda recién comenzará a saldarse dentro de casi tres años y en cuotas, al menos los 80 millones con AFA, o sea, un tema para la próxima directiva-, los recursos con que se cuentan no son muchos y los que hay habrá que utilizarlos lo mejor posible.
Hay quienes piensan que en estas condiciones habría que apostar a lo que hay en casa, o sea, el técnico de la exitosa tercera, Leonardo Lemos, para que de una vez por todas tenga su oportunidad. Lógicamente eso tendrá que consensuarlo el departamento de fútbol. Se sabe que algunas de las agrupaciones están a favor de dar esa oportunidad a Lemos, otros apuestan a un técnico de mayor experiencia, con los riesgos que eso siempre significa en Quilmes. En fin, el tiempo que viene será de mucha evaluación, búsqueda de consenso y decisión que satisfaga las aspiraciones de la mayoría.
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