JULIETA LANTERI, EN LA LINEA H DEL SUBTE

Desde hoy la línea H del subte llega a la estación Facultad de Derecho, que recuerda el nombre de la prestigiosa médica Julieta Lanteri, nacida en Italia pero radicada con su familia en nuestro país desde muy chica.
De la inauguración participó el presidente de la Nación, Mauricio Macri y el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Pero resulta importante recordar quién fue la doctora Lanteri en la historia argentina. Y para ello basta recurrir al libro "Paloma blanca", de la periodista quilmeña, Ana María de Mena.
La doctora Lanteri fue una de las primeras médicas recibidas en la Argentina, a principios del siglo XX.
En 1909, recuerda Ana María de Mena, la doctora pidió ser adscripta a la cátedra de Enfermedades mentales, pero le fue negada la posibilidad por "ser italiana y no reunir el requisito de ser argentina que fijaban las disposiciones vigentes"
Al año siguiente, quizás alentada por el caso de Mariana Chertkoff, primera esposa de Juan B. Justo, a quien se le concedió la carta de ciudadanía poco más de una década antes, Julieta inició el trámite para obtener la suya en el Juzgado Nro. 4, Secretaría Nro. 8 de Capital Federal.
El trámite fue largo hasta que el fiscal de Cámara, doctor Horacio Rodríguez Larreta, basándose en que ni la Constitución Nacional ni otra ley vigente limitaban el derecho a la naturalización a causa del sexo, se pronunció a favor del pedido. Recibio la carta de ciudadanía el 15 de julio de 1911. Se convirtió en la segunda mujer que la obtuvo en la Argentina.

DERECHOS DE LA MUJER

Julieta fue pionera en la lucha por los derechos de la mujer. Fue la gran impulsora del Congreso Femenino Internacional, realizado en el marco de los festejos de los cien años de la Revolución de Mayo.
La doctora Alicia Moreau, en la revista Humanidad Nueva,se refirió a ese Congreso, señalando que fue el primero en América Latina "y de todas las manifestaciones que dio lugar el centenario, una de las más simpáticas".
Se inauguró precisamente un 18 de mayo -mañana se cumplen 108 años- en el Operai Italiano y siguió en la Escuela Presidente Roca.
Fueron entusiastas animadoras del Congreso las doctoras Elvira Rawson de Dellepiane, Cecilia Grierson, Julieta Lanteri, Sara Justo, Carolina Muzzili, Irma Vertúa de Santoro, María Angélica Barreda, Leonor y María Teresa Martínez Bisso, Ada Elflein y Fenia Chertkoff de Repetto.
Entre las ponencias del Congreso, sobresalieron dos trabajos meritorios de la doctora Lanteri: La educación social de la mujer y La acción de los gobiernos contra la trata de blancas".

LA TRANSGRESORA

Dice Ana María de Mena de la doctora Lanteri: aguerrida y femenina al mismo tiempo, fue transgresora desde el vamos, desde que a los 21 años eligió estudiar en un colegio reservado a los varones, aun sabiendo todos los inconvenientes que implicaba .
Cuando se discutía la ley electoral en las Cámaras legislativas -que un año después se aprobaría como Ley Sáenz Peña- ella siguió los debates desde las gradas y en una oportunidad reclamó desde allí, a viva voz, el voto femenino. La reacción por su actitud fue una contundente rechifla, mencionada luego por la prensa.

EL PRIMER VOTO EN SUDAMERICA

El 26 de noviembre de 1911 hubo elecciones para renovar el Concejo Deliberante de Buenos Aires. En esa ocasión la doctora Lanteri votó en la iglesia de San Juan. Presidía la mesa el doctor Adolfo Saldías. quien le manifestó su satisfacción por haberle firmado la boleta a la primera mujer que sufragó en Sudamérica. Después, el Concejo Deliberante se ocupó de dictar una ordenanza para que no se volviera a permitir el voto de una mujer.
La iniciativa de la doctora comenzó el largo peregrinar que conduciría al voto femenino en Argentina. También se conoció en el resto del continente y alentó a las mujeres de otros países a luchar por el sufragio.
En América, llegaría para las norteamericanas en 1919 y para las ecuatorianas en 1929. En Europa les fue concedido en 1915 en Dinamarca, en 1918 en Inglaterra y al año siguiente en Alemania.
Vale destacar que recién unos cuantos años después de las iniciativas de la doctora Lanteri, y habiendo dejado ella y otras feministas una senda abierta para mejorar las circunstancias sociales y legales de la mujer, felizmente se sancionó la ley del voto femenino en la Argentina, de la mano de María Eva Duarte.

MUERTE SOSPECHOSA

La doctora Lanteri vivió muchos años en Olivos, pero fue Berazategui su lugar de adopción.
Digamos que la muerte de la doctora Lanteri fue un episodio oscuro de la historia argentina. Su lucha por los derechos de la mujer, su militancia socialista, molestaban.
Había estado de sitio aquel 22 de febrero de 1932. Al día siguiente, martes, mientras caminaba a su consultorio en Capital, después de almorzar en la casa de Thebe A. Lanteri, sobrevino un accidente.
Iba a cruzar Diagonal Norte cuando un automóvil al realizar una imprudente maniobra y al ponerse en movimiento hacia atrás, provocó la caida de la leader feminista.
Era el automóvil particular número 244 conducido por David Klapenbach el que derribó a la doctora Lanteri con cierta violencia, según consignó el diario El Mundo del día siguiente.
Fue atendida por el doctor Enrique Finoccheitto, en  el Hospital Rawson de Buenos Aires, donde entró en estado de coma a las 14 del día siguiente. Pese a los cuidados, falleció a las pocas horas.
Las dudas quedaron latentes. En Caras y Caretas, la escritora Adelia Di Carlo menciona que había muerto la gran líder del feminismo argentino. "Hace más dolorosa la circunstancia que ha provocado su muerte el hecho de que ella temía ese trágico fin".
Agrega Ana María de Mena que David Klapenbach, quien conducía el automóvil, había sido integrante de la Liga Patriótica,. una asociación paramilitar surgida a principios de la década del 20, compuesta por profesionales, comerciantes y gente instruida, que actuaba en la represión de los huelguistas.
La modalidad de sus miembros era circular armados y recorrer las calles en sus autos de manera intimidatoria.

VILLA EDELMIRA

Julieta y su hermana Regina tenían una propiedad familiar en Berazategui, llamada Villa Edelmira, sobre la avenida Mitre.
La muerte de Julieta afectó a Regina, sobre quien se perdió el rastro.
Ana María de Mena cuenta que durante mucho tiempo la última vivienda de la doctora Lanteri en Berazategui fue llamada "la casona maldita", "la casa de las ánimas" y otros apelativos, por el destino dramático de algunos de sus moradores.
Cita el caso de Lucidoro Durante, quien instaló una usina eléctrica, que proveía de fluido a la casa y sus dependencias en una época en que la electricidad era una rareza.
El día en que iba a inaugurar el alumbrado para que todas las habitaciones se vieran iluminadas por las lámparas de las arañas colgantes, tomó la decisión de quitarse la vida, acosado por razones económicas. Fue el 5 de febrero de 1894.
Villa Edelmira estuvo cerrada un tiempo hasta que fue rematada judicialmente. La compró Fernando Romero.
El 29 de agosto de 1951 compró la propiedad Amor Ameal, en representación de Ramalque SA Comercial Financiera Inmobiliaria y Agropecuaria, quien a instancias de su amigo Carlos Veneroni, instaló una panadería que funcionó durante algunos años. En homenaje a su esposa, Francisca García, accidentalmente nacida en Cuba pero criada en el Chaco, la llamó Panadería La chaqueña.
A principios de los 60 se incorporó como socio de Amor Ameal, un comerciante de Balcarce, Argemiro Cecilio Pérez, quien compró el fondo de comercio a fines de esa década.
Dice Ana María de Mena: "Por la solidez de la construcción, la belleza que todavía conserva su frente, por la ilustre moradora que tuvo la vivienda y las historias que en ella se han tejido, la mansión Durante o Villa Edelmira, después llamada quinta de los Obligado, más tarde la casa de la Lanteri, devenida hoy en La chaqueña ha sido y es fotografiada y pintada por profesionales y artistas que encuentran en ella muchos motivos de inspiración".
Una rica semblanza de la doctora Lanteri, con la eximia pluma de Ana María de Mena. Como para comprender por qué hoy la estación del subte de la línea H, Facultad de Derecho, inaugurada hoy, lleva el nombre de esta prestigiosa médica y política argentina, pionera de los derechos cívicos de la mujer.

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