QUILMES VIVE SU HORA MAS DIFICIL

Sin duda que la derrota de local ante All Boys, rival directo por el tema descenso, golpeó duramente a Quilmes, que ahora tendrá una nueva prueba el próximo domingo de Pascua ante Mitre en Santiago del Estero.
El partido será finalmente a las 17 y no a las 19 como se dijo en un principio.
Quilmes debe lograr 7 puntos de los 12 que le faltan, lo que significa que debe ir a Santiago -madre de Ciudades- con el único objetivo de sumar los tres puntos, ante un adversario que viene de ganarle a Rafaela y a Boca Unidos.
Para este encuentro el Cervecero no podrá contar con Max y Larrea, que llegaron a las cinco amarillas y con Román Strada, lesionado.
Habrá que ver cómo compone el rompecabezas el técnico Mario Sciacqua, aunque más que nada tendrá que devolver confianza a un equipo que llega dolido y apremiado por el momento que vive, con el fantasma del descenso al acecho.
Será árbitro Diego Ceballos.
Todavía se puede mantener la categoría pero el círculo se va cerrando cada vez más. No hay que olvidar que se han perdido partidos claves de local -ante Flandria, Independiente Rivadavia de Mendoza, All Boys- y esos puntos hoy se lamentan sobremanera.
Para colmo de los cuatro partidos que faltan, los dos de visitante no son nada fáciles: Mitre el domingo y luego será Rafaela, y los que le toca de local tampoco son a priori accesibles: Morón, de gran campaña y Boca Unidos, que como Quilmes pelea por no descender.

UNA HISTORIA
SIN EQUILIBRIO

Si se parte de aquel equipazo de 1949, que ganó un histórico ascenso a nuestros días, se observará que en la historia del decano del fútbol argentino abundan los ascensos, y por supuesto, los descensos.
Además de ese de 1949, Quilmes ascendió en 1961, con la polémica por la sanción a Newell´s; en 1965 junto a Colón de Santa Fe; 1975, otro equipo inolvidable, con el Indio Gómez y sus botines blancos; 1981 junto a Nueva Chicago; 1991, el equipo dirigido por Hugo Manuel García, vecino y fanático Cervecero; 2003, tras doce años en el Nacional B; 2010, con Jorge Ghiso de entrenador; y 2012 con Ricardo Caruso Lombardi como DT.
El último descenso fue 19 de junio de 2017, después de empatar con Rafaela 1 a 1. Y ahora, a menos de un año de esa dolorosa fecha, podría darse otro descenso, o sea, dos categorías en un año.
Un "fierrazo"  sin duda para el decano del fútbol argentino, que todavía sueña con zafar.
Del cuerpo técnico, de los jugadores que el domingo salgan a la cancha en Santiago del Estero -ojalá puedan repetir lo hecho en Mar del Plata- depende que el infierno tan temido no termine por quemar las ilusiones que aun pueden alimentarse.

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