JAIRO-BAGLIETTO: LOS POETAS Y LAS PALABRAS

Días pasados en Mar del Plata, en el cierre del Espacio Clarín 2018, se presentó un enorme show a cargo de dos artistas de lujo: Jairo y Juan Carlos Baglietto. Juntos armaron un dúo que conmovió a todos, con su homenaje a los poetas y a los artistas.
Ambos coincidieron que por ahí se dice que rosarinos y cordobeses no se llevan bien, sin embargo ellos echaron por tierra esa presunción. Y fue preciso Jairo cuando recordó que uno de los más grandes artistas rosarinos, el maestro Roberto Fontanarrosa, comenzó con sus personajes Booggie el aceitoso e Inodoro Pereyra en una revista cordobesa como Hortensia.
La noche comenzó con el dúo y el tema "Cuando"del rosarino Jorge Fandermole. Con aquello de que "yo me alimento con una quimera/ en que los ojos al sol verán brillar/ los brazos de mi padre en las banderas/ y una ceniza negra y una ceniza negra/ y una ceniza negra que se va...". El escenario se instaló sobre la calle Alberdi mientras una enorme pantalla permitía a la multitud seguir las alternativas y disfrutar del espectáculo.
Luego fue el tiempo de "María y José" y el punto de partida de la cristiandad. "Nadie podía imaginar que el esposo de María... era capaz de pelear".

¿Dónde van los inocentes, dónde van...? 

El siguiente tema dejó un profundo interrogante, comenzando con la voz de Jairo preguntando: "¿Dónde van los inocentes, dónde van/ dónde van en la noche de Año Nuevo...
¿A dónde van los inmigrantes, dónde van...?
El tema de los corazones olvidados, tantos solos y solas que andan por este mundo sin rumbo.
Y lo que vino apuntó a la profundidad de la poesía, los poetas, las palabras.
Porque los poetas no se rinden... jamás.
Salen a la calle... en busca de palabras.
Pero mejor es copiar la letra de Salzano para disfrutarla pensando en Jairo y Baglietto en la interpretación.
El estribillo repite: los poetas no se rinden jamás.
"Cuando un poeta tiene frío/ lo primero que hace / es salir a la calle/ en busca de palabras/ Una palabra como o sole mío/ lo vuelve loco/ Una palabra como calzoncillos largos/ lo vuelve loco.
Cuando un poeta tiene frío/ se sienta en el umbral/ para ver por última vez/ una buena llovizna iluminada.

Cuando un poeta tiene un hijo/ lo primero que hace/ es salir a la calle/ en busca de palabras./ Una palabra como diente de leche/ lo vuelve loco/ Una palabra como upalal/ lo vuelve loco/ Cuando un poeta tiene un hijo/ lo levanta como si fuera una bolsa de agua caliente/ y recorre treinta veces seguidas el Pasaje Muñoz/ para enseñarle/ el lugar donde Jerónimo Luis Cabrera/ fundó la Nueva Andalucía.

Cuando un poeta se enamora/ lo primero que hace/ es salir a la calle/ en busca de palabras/ Una palabra como lágrima furtiva/ lo vuelve loco/ Una palabra como besándonos la boca/ lo vuelve loco/ Cuando un poeta se enamora/ pide un café mete el dedo se lo quema/ llora por ella/ para ella/ los mozos se dan cuenta/ cuando los poetas/ están enamorados.

Cuando un poeta planta un árbol/ lo primero que hace/ es salir a la calle/ en busca de palabras/ Una palabra como/ viajeros pájaros/ lo vuelve loco/ Una palabra como enorme libertad/ lo vuelve loco/ Cuando un poeta planta un árbol se la aguanta/ espera unodostrescutrocinco años/ compra una navaja/ y escribe en el tronco las palabras que lo vuelven loco/ hombre mujer Córdoba/ con acento en la "a".

LOS POETAS NO SE RINDEN ... JAMAS

Baglietto tomó la palabra para ironizar: "Después de 50 shows hemos llegado a la conclusión de que somos un dúo".
Jairo no le fue en zaga y con humor habló de otros dúos: Gath y Chaves, Ortega y Gasset... Y por qué no, Juan y Juan... Y ahí llegó un poco de aquello de "qué lindo es estar en Mar del Plata, en alpargatas...".
Y aquí comenzaron los homenajes. Primero a Sui Generis con "Rasguña las piedras"; a Simon and Garfunkel y la música country... y Astor Piazzolla.
Jairo recordó a Astor como "una de las más grandes personalidades que dio Mar del Plata" y contó la anécdota de la última vez que lo vio (no hay que olvidar que Jairo vivió muchos años en París y precisamente Astor difundió su música "piazzolliana" en Europa con enorme éxito, cuando en su país no era reconocido como ahora).
"La última vez que vi a Astor fue en un sanatorio, en sus últimos instantes. Cuando llegué su mujer, Laura Escalada, me advirtió que no me sintiera molesto si no me reconocía. El tenía ojos nada más que para su mujer. No me reconoció. Pero ella me dijo que le hablara de París, de los amigos, de Teresa (la esposa de Jairo)... Le hablé como me había dicho Laura y de repente dejó de mirar a Laura, abrió los ojos, me agarró la mano..."." Me quedé con un nudo en la garganta y le canté la Milonga del trovador, esa canción que dice: "Soy de una tierra hermosa/ de América del Sur/, mezcla gaucha de indio con español...
Con ese estribillo que sostiene: "Vamos a la distancia/ que soy el trovador/ si la distancia llama/ yo jamás veré ponerse el sol".

TONADA DEL VIEJO AMOR

Baglietto habló de "los autores, los compositores, pilares fundamentales de nuestra amada música". Y llegó el momento de esa dupla maravillosa: Eduardo Falú en la música, Jaime Dávalos en la letra, con la Tonada del viejo amor, que en la voz de Jairo y Baglietto se transformó, en la mítica noche marplatense, en un ícono de calidad artística.
Con esa música, con esa letra increíble que dice: "Y nunca te he de olvidar/ en la arena me escribías/ el viento lo fue borrando/ y estoy mas solo mirando el mar.
Como era de esperar la concurrencia acompañó la letra, porque es un clásico, de esos "que todos conocemos".
Siguió la letra: "Qué lindo cuando una vez/ bajo el sol del mediodía/ se abrió tu boca en el beso/ como un damasco hecho de miel.
"Herida la de tu boca/ qué lástima sin dolor/ no tengo miedo al invierno/ con tu recuerdo lleno de sol".
Vale repetir la poesía de estos versos porque ante el dolor no se tiene miedo al invierno con el recuerdo de ella "lleno de sol".
"Quisiera volverte a ver/ sonreír frente a la espuma/ tu pelo suelto en el viento/ como un torrente de trigo y luz.
"Yo sé que no vuelve más/ el verano en que me amabas/ que es ancho y negro el olvido/ y entra el otoño en el corazón.
"Herida la de tu boca...
Lo que vino fue el homenaje a Atahualpa Yupanqui (gran amigo de Jairo cuando ambos vivían en París). El tema, Piedra y Camino con esa letra tan de Don Ata: "Me acusas de no quererte/ no digas eso/ tal vez no comprendas nunca/ viday por qué me alejo/ Es mi destino/ piedra y camino/ de un sueño lejano y bello/ viday soy peregrino.

PALABRA DE FERROVIARIO

"Mi viejo me dijo un día que Argentina era el octavo país más grande del planeta. Palabra de ferroviario".
Jairo volvió a recordar a su viejo ferroviario, el tiempo en que los trenes unían todos los puntos del país y los ferroviarios sentían orgullo de serlo. Después vino lo que todo el mundo sabe ("ramal que cierra, no se abre más" sostuvo el presidente Menem en su tiempo). Y en la canción Ferroviario, Jairo le canta a su viejo, a su abuelo, y el propio Baglietto también habló de su sangre ferroviaria.
"Mi abuelo, mi padre y yo/ fuimos ferroviarios/ pero pararon los trenes/ porque eran deficitarios.
"No se anduvieron con vueltas/ dejaron todo desierto/ el Mitre quedó vacío/ y el Belgrano medio muerto...

ANTIGUO DUEÑO DE LAS FLECHAS

El cierre fue con Antiguo dueño de las flechas, el homenaje al Indio Toba, donde la voz de Jairo estalla, y no queda atrás Baglietto. Una auténtica obra de arte para disfrutar en toda su dimensión, con la mágica letra de Félix Luna y la música de Ariel Ramírez.
"Indio Toba/ sombra errante de la selva/ pobre toba reducido/ dueño antiguo de las flechas.
Indio toba/ ya se han ido tus caciques/ tus hermanos chiriguanos/ abipones, mocobíes...
Sombra de koktá y nohuete/ viejos brujos de los montes/ no abandonen a sus hijos/ gente buena, gente pobre.
Indio toba/ el guazuncho y las corzuelas/ la nobleza del quebracho/ todo es tuyo y las estrellas.
Indio toba ya viniendo de la Cangayé/ Quitilipi, Aviaterai, Coguazú, Charadai/ Gunicurú, Taponagá, Pirané, Samubú/ Natará, Guacará, Pinaltá/ Natará, Guacará, Pinaltá...
Indio toba no llorando aquel tiempo feliz/ Pilcomayo y Bermejo llorando por mí/ campamento de mi raza la América es/ de mi raza de yaguareté es la América , es...
Toba, dueño como antes del bagre y la miel/ cazador de las charatas, la onza, el tatú/ Toba, rey de yararás, guazapú y aguarás/ El Gualamba ya es mío otra vez....".
Y ese "otra vez, otra vez" repetido hasta el cansancio, con el son de los tambores provoca el interminable aplauso de la multitud, que agradece para siempre lo que durante más de una hora Jairo y Baglietto brindaron. Una noche marplatense con la luna de rodillas ante los artistas.






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