En la columna de chismes políticos que periódicamente publica en Clarín el periodista Pablo De León -bajo el título "por los pasillos"- se habla de la "escapada que realizaron varios intendentes bonaerenses donde se mezcló gestión con rosca y algo de turismo".
Se agrega que la excusa fue una invitación de CEAMSE -empresa pública encargada de los residuos sólidos del Gran Buenos Aires- y se menciona que entre los jefes comunales que participaron estuvo el de Quilmes, Martiniano Molina.Visitaron Amsterdam y París.
El viaje fue de una semana y dice la publicación que "el lío fue en el viaje de regreso porque algunos pasajeros se quejaron por el alto perfil de los intendentes".
"El vuelo 6841 de la empresa Iberia despegó de Madrid a las 23 horas y el vozarrón de Martiniano Molina alteró el humor de los demás viajeros de primera clase, como de los miembros de la tripulación que debieron decirle que apagara el celular".
Se dice a continuación que el colmo fue "cuando uno de los alcaldes se puso a ver un programa de espectáculos a todo volumen. Un pasajero se levantó de su asiento de primera y le pidió que bajara el volumen así todos no se tenían que fumar su espectáculo". El aludido pidió perdió, accedió al pedido y se limitó a dormir las once horas que faltaban hasta Ezeiza.
Se agrega que la excusa fue una invitación de CEAMSE -empresa pública encargada de los residuos sólidos del Gran Buenos Aires- y se menciona que entre los jefes comunales que participaron estuvo el de Quilmes, Martiniano Molina.Visitaron Amsterdam y París.
El viaje fue de una semana y dice la publicación que "el lío fue en el viaje de regreso porque algunos pasajeros se quejaron por el alto perfil de los intendentes".
"El vuelo 6841 de la empresa Iberia despegó de Madrid a las 23 horas y el vozarrón de Martiniano Molina alteró el humor de los demás viajeros de primera clase, como de los miembros de la tripulación que debieron decirle que apagara el celular".
Se dice a continuación que el colmo fue "cuando uno de los alcaldes se puso a ver un programa de espectáculos a todo volumen. Un pasajero se levantó de su asiento de primera y le pidió que bajara el volumen así todos no se tenían que fumar su espectáculo". El aludido pidió perdió, accedió al pedido y se limitó a dormir las once horas que faltaban hasta Ezeiza.
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