QUILMES, LA CAIDA Y LA REFLEXION DE CANEO

Todavía no sale de su estupor el hincha de Quilmes, conmovido por la derrota ante Flandria y por la baja actuación del equipo, que no supo recuperarse ante la adversidad.
Es cierto que quedaron tremendas dudas por el penal que cobró (¿inventó?) Luis Alvarez antes de los diez minutos -se sugirió que hubo un sutil agarrón, cosa que no se vio desde la propia zona en que ocurrió la cuestión; tal vez Alvarez pasó factura a tiempos idos en que supuestamente poderosos dirigentes Cerveceros, que felizmente hoy no están, no lo trataron demasiado bien, condenándolo al ascenso, cuando tendría que estar dirigiendo en primera división- pero en ese momento faltaban 80 minutos, es decir todo el tiempo del mundo para dar vuelta el resultado.
Sin embargo, el equipo se nubló. Se desordenó por doquier, dejó muchas dudas en defensa y arriba prácticamente no molestó a los "amarillos" de Flandria, que vinieron con los colores del PRO y se quedaron tranquilos con solo hacer correr el balón.
Y si el segundo tiempo abría la puerta a la esperanza -el técnico Sciacqua hizo ingresar al uruguayo Silva por el intrascendente Jonathan Torres, en realidad tan intrascendente como el resto de sus compañeros- lamentablemente las ideas no aparecieron. Para colmo, un error más que infantil de Albarracín -quedó corto en el pase atrás al arquero Trípodi- selló el resultado, porque Pons aprovechó el regalo para poner el 2 a 0.
De ahí en más todo fue confusión, desorden, el murmullo de las tribunas, las broncas que se acumulan a través de tantos años de infortunios, en definitiva el caos ideal para terminar no solo con la derrota sino con la incógnita de un futuro que por ahora aparece más negro que nunca.
Si se mira la tabla de los promedios en el principal torneo de ascenso del fútbol argentino, las cosas hacen temblar al más tranquilo.Quilmes está penúltimo por promedio, solo abajo está el pobre Riestra, que recibió diez puntos de descuento por los incidentes ocurridos en la final con Comunicaciones. Pero Riestra, con el descenso aun más a flor de piel, hoy se dio el gran gusto en Lomas de Zamora, cancha de Los Andes, de vapulear a uno de los candidatos al ascenso, como San Martín de Tucumán con un contundente 3 a 0.

¿Y AHORA QUE?

Después del partido el estratega cervecero, Miguel Caneo, que también estuvo por debajo de su verdadero nivel, se mostró más que crítico sobre el equipo, hablando de que para jugar hay que estar "bien de la cabeza", y dio a entender que de aquí en más solo podrán jugar los que estén en esas condiciones.
Curiosa expresión de Miguel Caneo, porque al que le quepa el sayo que se lo ponga, capaz de obligar al plantel a encontrar tiempo de autocrítica para tratar de recuperar el nivel perdido.
Porque este Quilmes de ayer no tuvo nada que ver con el que casi le gana a Agropecuario en Carlos Casares. ¿Cuál es el verdadero Quilmes, entonces?
Tarea para el hogar para el técnico Sciacqua, que tiene tiempo hasta el domingo -Quilmes visita a Brown de Madryn ese día a las 17- para reconstruir este edificio y conformar un rompecabezas en el que por ahora hay piezas que no aparecen.

UN COMENTARIO

El colega Rubén Durán, comentarista de la transmisión de fútbol de FM Q -relatos de Adrián Di Blasi- cerró
su reflexión después de la caída poniendo el acento en una especie que alguno ha hecho rodar y que es preocupante. Porque dijo que aparentenmente hay algún directivo o allegado que parece tener la convicción de que, ante la situación económica que vive el club, por todos conocida, tal vez lo mejor sea descender a la Primera B Metropolitana, para iniciar desde esa categoría la resurrección, como le ocurrió a Lanús -llegó en su momento a la Primera C- hace cuatro décadas.
Sin duda, el hincha no puede adherir ni compartir esa opinión, porque Quilmes no puede llegar tan abajo para convertirse en el hazmerreír de todos, con .... dos descensos en un año.
Ojalá que los futbolistas sean conscientes de la camiseta que visten, y se pongan definitivamente las pilas para remontar la cuesta.
No olvidemos que tras el Brown patagónico, llegará al Centenario el otro Brown, el tricolor de Adrogué, del técnico Vicó, con gran campaña y que viene de voltear al líder Rafaela en el Monumental santafesino.
Es cierto que la historia de las últimas tres décadas y media se llenó de descensos y ascensos para el decano del fútbol argentino. ¿Algún día se podrá encontrar la luz al final del túnel?¿Alguna vez gobernará ese sentido común que suele ser el menos común de los sentidos?  En síntesis, ¿cuándo se podrá encontrar el equilibrio?

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