Será una experiencia inédita en estos tiempos, una prueba de fuego para el fútbol de ascenso. Porque finalmente en cancha del Cervecero -en un principio se había hablado del estadio de Arsenal en Sarandí-, juegan desde las 20.10 el próximo jueves 25, Quilmes y Nueva Chicago.
Habrá parcialidades de ambas instituciones y el partido será televisado por TyC Sports, curiosamente en la antesala del retorno de la Superliga (el viernes 26).
Será de noche, es cierto entre dos parcialidades que en los últimos tiempos se llevan bárbaro -además ya jugaron en el torneo de la primera B Nacional en forma oficial- y están dadas todas las condiciones para poder demostrar que se puede jugar con locales y visitantes.
Quilmes y Chicago afilan las uñas para el retorno del principal torneo de ascenso en la primera semana de febrero, donde Quilmes será visitante del encumbrado Agropecuario, en Carlos Casares -se habló del sábado 3 de febrero a las 20, aunque recién acaba de adelantar el relator Luciano Yaman que se pasaría para el lunes 5 a la misma hora- y donde el de Mataderos recibirá el sábado 3 a las 17 a Deportivo Riestra..
En la tabla de posiciones, jugadas 12 fechas, Quilmes está décimosexto con 14 puntos, Chicago ocupa el lugar 19 con un punto menos (ambos deben quedar libres).
El técnico de Quilmes, Mario Sciacqua, está probando para llegar al equipo ideal cuando haya que jugar "por los porotos".
En realidad, tras la pretemporada en Mar del Plata, con dos amistosos -victorias sobre Barracas Central y Alvarado- se siguió entrenando en Quilmes, donde el pasado fin de semana se jugó ante Godoy Cruz, un club de una categoría superior. Y si bien ganó el mendocino, el Cervecero dejó buena imagen, tal como lo señaló el técnico.
El jueves, entonces, será una nueva ocasión para seguir puliendo detalles y empezar a imaginar el equipo que irá a Carlos Casares. Quizás ya hay marcada una base, que podría sintetizarse en toda la defensa -el arquero Trípodi, los zagueros Lluy, López, Albarracín, Alvarez-, también hay nombres titulares en el medio, como Max, Caneo, algunas dudas entre Castro, Mansilla, Nouet, Strada, y en el ataque habrá que ver si finalmente se decide por Ilarregui y Cadenazzi, aunque también no hay que descartar a Torres, Tissera, y la gran incógnita es el uruguayo Silva, recién llegado, con cartel de goleador en Rampla Juniors, aunque aquí deberá demostrarlo.
Y se está esperando al inminente incorporación de Luciano Compagnucci, quien quedó libre en Huracán y deberá arreglar con el decano del fútbol argentino.
Sciacqua sabe que todo este trabajo debe apostar a un buen comienzo en este retorno de la primera B Nacional, porque apenas son 12 partidos (Quilmes queda libre en la última fecha), con seis encuentros de local y otros tantos de visitante. Como local recibirá a Flandria, Brown de Adrogué, Independiente Rivadavia de Mendoza, All Boys, Deportivo Morón y Boca Unidos de Corrientes; y fuera de casa deberá viajar a Carlos Casares con Agropecuario, Rawson ante Brown de Puerto Madryn, Caballito ante Ferro, Aldosivi en Mar del Plata, Mitre de Santiago del Estero y Atlético Rafaela en el Monumental de la ciudad santafesina.
Serán fundamentales los primeros cuatro partidos, o sea habrá en juego 12 puntos, para saber qué destino tendrá finalmente en el torneo, si podrá imaginar estar en el Reducido y por qué no acercarse a los que mandan, o si bien habrá que intentar mejorar el promedio para salir de lo que marca hoy la tabla: Quilmes está en el lote de los que descienden.
En la tabla de posiciones, jugadas 12 fechas, Quilmes está décimosexto con 14 puntos, Chicago ocupa el lugar 19 con un punto menos (ambos deben quedar libres).
El técnico de Quilmes, Mario Sciacqua, está probando para llegar al equipo ideal cuando haya que jugar "por los porotos".
En realidad, tras la pretemporada en Mar del Plata, con dos amistosos -victorias sobre Barracas Central y Alvarado- se siguió entrenando en Quilmes, donde el pasado fin de semana se jugó ante Godoy Cruz, un club de una categoría superior. Y si bien ganó el mendocino, el Cervecero dejó buena imagen, tal como lo señaló el técnico.
El jueves, entonces, será una nueva ocasión para seguir puliendo detalles y empezar a imaginar el equipo que irá a Carlos Casares. Quizás ya hay marcada una base, que podría sintetizarse en toda la defensa -el arquero Trípodi, los zagueros Lluy, López, Albarracín, Alvarez-, también hay nombres titulares en el medio, como Max, Caneo, algunas dudas entre Castro, Mansilla, Nouet, Strada, y en el ataque habrá que ver si finalmente se decide por Ilarregui y Cadenazzi, aunque también no hay que descartar a Torres, Tissera, y la gran incógnita es el uruguayo Silva, recién llegado, con cartel de goleador en Rampla Juniors, aunque aquí deberá demostrarlo.
Y se está esperando al inminente incorporación de Luciano Compagnucci, quien quedó libre en Huracán y deberá arreglar con el decano del fútbol argentino.
Sciacqua sabe que todo este trabajo debe apostar a un buen comienzo en este retorno de la primera B Nacional, porque apenas son 12 partidos (Quilmes queda libre en la última fecha), con seis encuentros de local y otros tantos de visitante. Como local recibirá a Flandria, Brown de Adrogué, Independiente Rivadavia de Mendoza, All Boys, Deportivo Morón y Boca Unidos de Corrientes; y fuera de casa deberá viajar a Carlos Casares con Agropecuario, Rawson ante Brown de Puerto Madryn, Caballito ante Ferro, Aldosivi en Mar del Plata, Mitre de Santiago del Estero y Atlético Rafaela en el Monumental de la ciudad santafesina.
Serán fundamentales los primeros cuatro partidos, o sea habrá en juego 12 puntos, para saber qué destino tendrá finalmente en el torneo, si podrá imaginar estar en el Reducido y por qué no acercarse a los que mandan, o si bien habrá que intentar mejorar el promedio para salir de lo que marca hoy la tabla: Quilmes está en el lote de los que descienden.
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