El lunes estuvo en la ribera la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, visitando un comedor en calle 24 y Solís. Anoche salió el río por la sudestada, y hoy se recupera la zona con el retroceso de las aguas.
Y también hoy en Clarín aparece una nota de la periodista Jazmín Bullorini al intendente de Quilmes, Martiniano Molina, con palabras del jefe comunal que seguramente darán que hablar: "En mi mesa no existen los ñoquis ni el garpe político".
En la nota habla de distintos temas, entre ellos los despidos en la Municipalidad, el caso Triaca, la posibilidad de reelección, etcétera.
En la foto Martiniano está frente al río, tomando mate, muy cerca de su casa "construida con materiales reciclables" y señalando la huerta donde "cultiva verduras orgánicas".
Primero habla del cambio en Quilmes, diciendo que "se nota. Venimos de quince años de no gestión, de un maltrato por parte de políticos y dirigentes muy cuestionados. No me arrepiento, sabía la responsabilidad que significaba. Estoy tranquilo y contento". De esa manera responde al desafío que asumió como político que lo llevó a la intendencia, tras dejar la tranquilidad de ser jugador de handball y chef.
Cuando se le pregunta por los 500 puestos municipales recortados, sostiene: "No renovamos poco más de 500 contratos. Redujimos la planta política casi en un 50 por ciento y reestructuramos el organigrama con cinco secretarías menos, lo que va a permitir ahorrar cerca de 100 millones de pesos. Hay discusiones y algunos casos todavía se analizan, pero tiene que ver con hacer más ágil el gobierno y dar respuesta pronta a la necesidad de los vecinos".
La siguiente pregunta va dirigida a qué le dice a esos trabajadores. "Obviamente no es simpático, son familias, fuentes de trabajo y escuchamos a todos, sobre todo a los que estaban desde hace años. Pero la planta política no solo son cargos jerárquicos, sino también mensualizados históricos que entran con el gobierno de turno y se van con él. El que empieza tiene que decidir con quién trabajar. Cuando asumimos había funcionarios que iban a la oficina cada dos o tres meses. Muchos responden a movimientos políticos grandes y se ordenaron ellos mismos. No hubo grandes ruidos. Reconocemos al que trabaja, pero no queremos ñoquis. En mi mesa no existen los ñoquis ni el garpe político. Lo detesto y es una falta de respeto al vecino".
Cuando se le inquiere si la decisión se liga con el Pacto fiscal propuesto por la gobernadora, Martiniano explica que dicha ley pone un límite "a lo que vivimos en los últimos años. María Eugenia está ordenando las cuentas y nos pide compromiso. Por lo que ya ha demostrado, los intendentes tenemos que respaldarla, porque está dando las grandes batallas. Demostró gran capacidad política y de construcción. No es solo una gran gobernadora sino una líder política que conduce desde el diálogo.
LOS RECLAMOS DE LA GENTE
El siguiente paso del reportaje pasa por saber qué le piden los vecinos a la intendencia. "Gobernar cerca del vecino y decirle la verdad es difícil y duele, pero es clave para no perder vínculo con la realidad. Quilmes tiene 100 villas y necesita por lo menos 30 mil viviendas.Cuando llegamos encontramos 27 mil casas prometidas. Hoy estamos haciendo dos mil, que es lo que podemos con los recursos que tenemos. No lo ocultamos, no decimos que la pobreza es más baja que en Alemania (NdelR: recordando lo que en su momento dijo Aníbal Fernández), porque por esas mentiras se tuvieron que alejar de la gente. Con el fondo educativo pudimos reparar casi 90 escuelas, algo que no se había hecho en la historia del partido. Muchos esperaban que el cambio fuera más rápido, pero la deuda en infraestructura es enorme, no se resuelve en cuatro años. Faltan unos tres mil asfaltos, y parte de ellos figuran como hechos, "picardías" que hicieron para agrandar el presupuesto.
Más adelante habla del caso Triaca. "Somos todos personas, tenemos una gran responsabilidad pero nos podemos equivocar y cada uno deberá resolver el berenjenal en el que se metió. Como ministro es excelente y como persona le tengo gran afecto.
ELECCIONES EN CASA
Hablando de los recientes comicios, se le recuerda que tras perder en las PASO en octubre pudo ganar Cambiemos aunque por poca diferencia. Entonces, ¿qué le falta a Cambiemos?
-Hace muchos años que un gobierno no ganaba elecciones de medio término. Cambiemos viene fortaleciéndose. Es el único espacio en Argentina que sabe hacia dónde va, sin denostar a otros que se están poniendo de acuerdo y reorganizándose. Marca la agenda con un mensaje claro, de respeto por las instituciones y la democracia, algo que no vimos cuando se atacó el Congreso para debilitar o voltear un gobierno.
Enseguida la periodista le pregunta si pensaba que había intentos de desestabilizarlo en Quilmes. "Todo el tiempo. Lo vimos con los cortes de calle por el tema de la basura, que es otra de las grandes transformaciones que hicimos al poner ese servicio dentro de otra área con mayor manejo. Eso le movió el avispero a gente que estaba cómoda pero planteó reglas claras. Ese servicio todavía es deficitario, por eso lo estamos equipando. No está en mis planes privatizarlo".
"No voy a denostar al peronismo nunca, pero cualquier espacio hoy tiene la vara de Cambiemos" dice el intendente cuando se le pregunta si el debilitamiento del peronismo los beneficiaba.
"La gente reclamó un cambio y hay muchas personas valiosas dentro del peronismo que tienen esta mirada, aunque eso está cruzado por la historia de los últimos años. Hay liderazgos que condicionan o no permiten otros, pero lo están discutiendo internamente".
Vale la pena aquí señalar que Molina pertenece a una familia de arraigo peronista -liderada por su padre Jorge, que tuvo su paso por la política del distrito- y entonces cabía la pregunta de la periodista si Martiniano pensaba lanzarse a la reelección en el 2019.
"Por las necesidades que existen, no solo Quilmes, sino la Provincia necesita muchos años de una dirección hacia un mismo lugar. En 30 años las reglas económicas cambiaron 50 veces. Sabemos que hay medidas antipáticas, pero son necesarias. Durante muchos años se miró a otro lado con la corrupción, con el crecimiento de las mafias y los narcos, y está claro que no tenemos ningún tipo de connivencia con esas fuerzas. Falta mucho, pero hay un norte".
Evidentemente, deja abierta la puerta para la posibilidad que le preguntaba la periodista, quien finalmente quiso saber cuál era el desafío para este año. "El 2018 será de gestión, mostrarle al vecino lo que somos y hacemos. Políticamente, obviamente, consolidar esa potencia electoral que conseguimos y hacerla crecer. Cambiemos va a consolidar municipios y ganar nuevos. Cambiemos llegó par quedarse en el Conurbano y en el país, y tiene muchos años por delante".
Definiciones importantes del intendente Molina al diario Clarín, como para que desde la prensa local se sueñe con lograr la posibilidad de un mano a mano similar.
Y también hoy en Clarín aparece una nota de la periodista Jazmín Bullorini al intendente de Quilmes, Martiniano Molina, con palabras del jefe comunal que seguramente darán que hablar: "En mi mesa no existen los ñoquis ni el garpe político".
En la nota habla de distintos temas, entre ellos los despidos en la Municipalidad, el caso Triaca, la posibilidad de reelección, etcétera.
En la foto Martiniano está frente al río, tomando mate, muy cerca de su casa "construida con materiales reciclables" y señalando la huerta donde "cultiva verduras orgánicas".
Primero habla del cambio en Quilmes, diciendo que "se nota. Venimos de quince años de no gestión, de un maltrato por parte de políticos y dirigentes muy cuestionados. No me arrepiento, sabía la responsabilidad que significaba. Estoy tranquilo y contento". De esa manera responde al desafío que asumió como político que lo llevó a la intendencia, tras dejar la tranquilidad de ser jugador de handball y chef.
Cuando se le pregunta por los 500 puestos municipales recortados, sostiene: "No renovamos poco más de 500 contratos. Redujimos la planta política casi en un 50 por ciento y reestructuramos el organigrama con cinco secretarías menos, lo que va a permitir ahorrar cerca de 100 millones de pesos. Hay discusiones y algunos casos todavía se analizan, pero tiene que ver con hacer más ágil el gobierno y dar respuesta pronta a la necesidad de los vecinos".
La siguiente pregunta va dirigida a qué le dice a esos trabajadores. "Obviamente no es simpático, son familias, fuentes de trabajo y escuchamos a todos, sobre todo a los que estaban desde hace años. Pero la planta política no solo son cargos jerárquicos, sino también mensualizados históricos que entran con el gobierno de turno y se van con él. El que empieza tiene que decidir con quién trabajar. Cuando asumimos había funcionarios que iban a la oficina cada dos o tres meses. Muchos responden a movimientos políticos grandes y se ordenaron ellos mismos. No hubo grandes ruidos. Reconocemos al que trabaja, pero no queremos ñoquis. En mi mesa no existen los ñoquis ni el garpe político. Lo detesto y es una falta de respeto al vecino".
Cuando se le inquiere si la decisión se liga con el Pacto fiscal propuesto por la gobernadora, Martiniano explica que dicha ley pone un límite "a lo que vivimos en los últimos años. María Eugenia está ordenando las cuentas y nos pide compromiso. Por lo que ya ha demostrado, los intendentes tenemos que respaldarla, porque está dando las grandes batallas. Demostró gran capacidad política y de construcción. No es solo una gran gobernadora sino una líder política que conduce desde el diálogo.
LOS RECLAMOS DE LA GENTE
El siguiente paso del reportaje pasa por saber qué le piden los vecinos a la intendencia. "Gobernar cerca del vecino y decirle la verdad es difícil y duele, pero es clave para no perder vínculo con la realidad. Quilmes tiene 100 villas y necesita por lo menos 30 mil viviendas.Cuando llegamos encontramos 27 mil casas prometidas. Hoy estamos haciendo dos mil, que es lo que podemos con los recursos que tenemos. No lo ocultamos, no decimos que la pobreza es más baja que en Alemania (NdelR: recordando lo que en su momento dijo Aníbal Fernández), porque por esas mentiras se tuvieron que alejar de la gente. Con el fondo educativo pudimos reparar casi 90 escuelas, algo que no se había hecho en la historia del partido. Muchos esperaban que el cambio fuera más rápido, pero la deuda en infraestructura es enorme, no se resuelve en cuatro años. Faltan unos tres mil asfaltos, y parte de ellos figuran como hechos, "picardías" que hicieron para agrandar el presupuesto.
Más adelante habla del caso Triaca. "Somos todos personas, tenemos una gran responsabilidad pero nos podemos equivocar y cada uno deberá resolver el berenjenal en el que se metió. Como ministro es excelente y como persona le tengo gran afecto.
ELECCIONES EN CASA
Hablando de los recientes comicios, se le recuerda que tras perder en las PASO en octubre pudo ganar Cambiemos aunque por poca diferencia. Entonces, ¿qué le falta a Cambiemos?
-Hace muchos años que un gobierno no ganaba elecciones de medio término. Cambiemos viene fortaleciéndose. Es el único espacio en Argentina que sabe hacia dónde va, sin denostar a otros que se están poniendo de acuerdo y reorganizándose. Marca la agenda con un mensaje claro, de respeto por las instituciones y la democracia, algo que no vimos cuando se atacó el Congreso para debilitar o voltear un gobierno.
Enseguida la periodista le pregunta si pensaba que había intentos de desestabilizarlo en Quilmes. "Todo el tiempo. Lo vimos con los cortes de calle por el tema de la basura, que es otra de las grandes transformaciones que hicimos al poner ese servicio dentro de otra área con mayor manejo. Eso le movió el avispero a gente que estaba cómoda pero planteó reglas claras. Ese servicio todavía es deficitario, por eso lo estamos equipando. No está en mis planes privatizarlo".
"No voy a denostar al peronismo nunca, pero cualquier espacio hoy tiene la vara de Cambiemos" dice el intendente cuando se le pregunta si el debilitamiento del peronismo los beneficiaba.
"La gente reclamó un cambio y hay muchas personas valiosas dentro del peronismo que tienen esta mirada, aunque eso está cruzado por la historia de los últimos años. Hay liderazgos que condicionan o no permiten otros, pero lo están discutiendo internamente".
Vale la pena aquí señalar que Molina pertenece a una familia de arraigo peronista -liderada por su padre Jorge, que tuvo su paso por la política del distrito- y entonces cabía la pregunta de la periodista si Martiniano pensaba lanzarse a la reelección en el 2019.
"Por las necesidades que existen, no solo Quilmes, sino la Provincia necesita muchos años de una dirección hacia un mismo lugar. En 30 años las reglas económicas cambiaron 50 veces. Sabemos que hay medidas antipáticas, pero son necesarias. Durante muchos años se miró a otro lado con la corrupción, con el crecimiento de las mafias y los narcos, y está claro que no tenemos ningún tipo de connivencia con esas fuerzas. Falta mucho, pero hay un norte".
Evidentemente, deja abierta la puerta para la posibilidad que le preguntaba la periodista, quien finalmente quiso saber cuál era el desafío para este año. "El 2018 será de gestión, mostrarle al vecino lo que somos y hacemos. Políticamente, obviamente, consolidar esa potencia electoral que conseguimos y hacerla crecer. Cambiemos va a consolidar municipios y ganar nuevos. Cambiemos llegó par quedarse en el Conurbano y en el país, y tiene muchos años por delante".
Definiciones importantes del intendente Molina al diario Clarín, como para que desde la prensa local se sueñe con lograr la posibilidad de un mano a mano similar.
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